El Juzgado Federal N° 2 de San Isidro dictó el procesamiento con prisión preventiva de Pablo Javier Álvarez, Iván Douglas Cuttiz y Leonardo Javier Scarfone, por el secuestro del empresario Carlos Borbo ocurrido en julio de 2012, de acuerdo a lo solicitado por la Fiscalía Federal N°1 a cargo de Fabián Céliz.

A partir de la declaración indagatoria tomada en la fiscalía, se pudo establecer que Carlos Borbo fue abordado por al menos cuatro hombres en la intersección de la avenida de los Constituyentes y la calle Cullen, en el barrio porteño de Agronomía, quienes lo obligaron a subirse en la parte trasera de su auto, que iba secundado por otro vehículo.

Luego de pasar por un cajero automático y extraer una suma aproximada a 1.500 pesos, los captores trasladaron al empresario a la localidad de Tigre, donde iniciaron las conversaciones con su hermano, Jorge Barbo, para pagar por su rescate.

El hermano de la víctima acordó el pago de la suma de 5.000 pesos, 300 dólares y dos pulseras de oro que debía efectuarse en la localidad de Martínez.

Jorge Borbo se dirigió al punto de encuentro monitoreado por personal de la División Antisecuestros de la Policía Federal Argentina.

Una vez allí, lo abordaron dos hombres que ingresaron al auto. Se efectuó el pago del rescate y los captores se retiraron apoderándose del vehículo de Jorge Borbo y otros 200 dólares que el hermano de la víctima había guardado en la guantera del automotor en caso de complicarse la negociación.

Al mismo tiempo, los captores continuaron trasladándose a bordo del auto donde tenían cautiva a la víctima, hasta que personal de la División Antisecuestros de la Policía Federal advirtió su presencia en la colectora de la autopista Panamericana. Comenzaron a seguirlo, hasta que al llegar a la localidad de Olivos el tránsito se detuvo. En ese momento, los captores se intentaron fugar produciendo varios choques y efectuando un disparo hacia los oficiales.

Además, intentaron atropellar a uno de los policías que luego fue quien disparó a una de las ruedas delanteras de su auto. Como consecuencia, el vehículo se frenó a las pocas cuadras y los hombres se dieron a la fuga a pie, mientras que la víctima quedó en el interior del automotor y luego fue liberado.

“Lo destacable es que, muchas veces, el común de la gente piensa que si a los dos días de ocurrido un hecho no se encontró al responsable, el caso va a desaparecer. La búsqueda desesperada de un responsable puede atentar contra el estado de derecho, si lo que se pretende es sólo mostrar eficiencia. Es importante demostrar que trabajando seriamente y con la tecnología que poseemos se puede llegar a un objetivo. No hay que desesperarse, insisto, no es bueno que se llenen las tapas de los diarios con el fin de mostrar eficacia y se olvide lo importante, cumplir con la pretensión del ciudadano que nos pide una respuesta a su conflicto. Los tiempos nuestros no son los mediáticos”, resaltó el fiscal Fabián Celiz.

“Si está bien y es rápido, formidable. La rapidez es un valor. Pero trabajar seriamente y con pasión es fundamental, es lo más importante”, concluyó Celiz.