El Tribunal Oral en lo Criminal Nº5 condenó hoy a cuatro años y seis meses de prisión a un hombre que realizaba “salideras bancarias”, tal como lo había solicitado el fiscal Ariel Yapur. Para los jueces, en diciembre de 2012, Pablo Quaglia cumplió el rol de “marcador” en el robo al dueño de una imprenta en Villa Crespo. Los fundamentos se conocerán el próximo viernes.
Adrián Pérez Lance, Rafael Alejandro Oliden y Fátima Ruiz López consideraron a Quaglia partícipe necesario del delito de “robo agravado por su comisión con un arma cuya aptitud para el disparo no pudo ser acreditada”. Además, unificaron esta sentencia con una anterior a cuatro años que Quaglia tenía por un hecho similar y le fijaron ocho años de cárcel, en línea con lo pedido por el fiscal.
El 7 de diciembre de 2012, Mauricio Kogutek cambió en el banco HSBC de Corrientes al 5300 un cheque por seis mil pesos. Esta operación fue detectada por Quaglia, quién vigilaba a la víctima. El acusado informó a un cómplice (todavía no identificado), quién se presentó, minutos más tarde, en la imprenta de Kogutek. En ese momento, sacó un arma y le dijo: “Dame la plata que sacaste del banco”. El hijo de la víctima le entregó el dinero mientras que el padre le dio el celular y ambos fueron encerrados en el sótano del local. Cuando se animaron a subir, se dieron cuenta de que el ladrón les había robado una notebook también.
En octubre de 2014, Quaglia había reconocido en el marco de un juicio abreviado haber formado parte de una banda que se dedicaba a realizar salideras bancarias. En esa condena, dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº7, el hombre también cumplía el rol de “marcador”.
Durante su alegato, Yapur destacó que el teléfono utilizado por el marcador en el robo a los Kogutek se comunicó con un móvil cuyo titular aparece mencionado en la sentencia del otro Tribunal. “Hay indicios de que podría haber actuado el mismo grupo, por la estructura, el funcionamiento y los teléfonos cruzados”, sostuvo.