Quince mujeres fueron rescatadas luego de un allanamiento realizado en la madrugada del domingo en un prostíbulo ubicado en la localidad de Alvear, provincia de Santa Fe. Además, tres personas resultaron detenidas. Se trata de un suboficial de la Fuerza Aérea Argentina y una mujer, los presuntos regenteadores del local nocturno “El Galpón”, y un hombre que cumpliría las funciones de seguridad en el local.

Las víctimas, todas argentinas y mayores de edad, fueron asistidas por personal especializado de la Oficina de Rescate y Acompañamiento de las Víctimas del Delito de Trata de Personas que participaron del operativo.

El procedimiento se llevó a cabo por una solicitud del fiscal federal de Rosario Santiago Marquevich. Entre el material secuestrado, se encuentran importantes sumas de dinero, preservativos y geles íntimos.

El caso

La causa se originó a partir de una denuncia recibida el 29 de junio de 2015 mediante un correo electrónico a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), a cargo de Marcelo Colombo. El mensaje daba cuenta de la existencia de un prostíbulo donde podría llevarse a cabo el delito de trata de personas con fines de explotación sexual.

Por ese motivo, se requirió a la Delegación de Rosario de la Policía Federal Argentina que realizara tareas investigativas para determinar si en el lugar se desarrollaban actividades vinculadas con la explotación sexual de mujeres.

De esta manera, se pudo dar con la existencia e identificación del local nocturno ubicado en el kilómetro 4,5 de la ruta provincial N° 16, en la localidad santefecina de Alvear, al que se lo describió como un galpón donde “trabajarían” entre 15 y 20 mujeres. Según la investigación, el lugar funcionaba de lunes a sábados desde las 21 hasta que se retirase el último “cliente”. En la puerta, además, había un hombre que prestaría funciones de seguridad. Asimismo, el sitio tenía una barra, un sector con sillones, un caño de metal y una cortina que separaba el lugar de los “boxes”, donde se cree que se encontraban las camas para realizar los denominados “pases”, eufemismo que hace referencia a la realización de servicios sexuales.

Además, se pudo estipular que el precio de las "copas" -esto es, la exigencia de consumo para acceder a los "pases" - oscilaba entre los 150 y los 500 pesos, y el de los denominados “pases” iba desde los 400 hasta los 600, dependiendo del servicio sexual por el que se optaba. El dinero sería administrado por una mujer que se encontraba en la zona de la barra y que oficiaba de “encargada”. La investigación habría arrojado, además, que otra de las opciones para la realización de los pases era dentro del automóvil del cliente, en un estacionamiento del predio.