Con la amplicación de las indagatorias de varios de los imputados por la Tragedia de Once, la semana pasada finalizó la etapa de producción de pruebas en el juicio oral que comenzó en marzo del año pasado y que implicó 112 audiencias y la declaración de 225 testigos, entre quienes se destacaron peritos, técnicos, médicos, sindicalistas y víctimas, entre otros. En tanto, hoy, comienzan los alegatos: el primer turno será para las cuatro querellas; el 14 de septiembre, expondría ante el Tribunal Oral Federal Nº2 la Fiscalía a cargo de Fernando Arrigo, y más tarde le tocará a las defensas.

Los 28 imputados -el ex subsecretario de Transporte Antonio Luna falleció en mayo de este año- deberán esperar hasta fin de años para conocer la sentencia de los jueces titulares Jorge Alberto Tassara, Jorge Luciano Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y la jueza sustituta Ana D'Alessio. Ex funcionarios, empresarios y empleados de distinto rango de la concesionaria están acusados por el delito de defraudación contra la administración pública, por administración fraudulenta y por el delito de estrago agravado por el resultado de muerte. Al maquinista Marcos Córdoba, sólo se le imputa el delito de estrago agravado por el resultado de muerte.

Ampliación de indagatorias

Antes de comenzar con los alegatos, algunos de los imputados ampliaron su indagatoria. Esta semana lo hicieron el ex titular de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) Eduardo Sícaro, los directores y gerentes de TBA Michel Ferrari, Sergio Tempone, Roque Cirigliano y quien era presidente de las firmas TBA y Cometrans, Sergio Cirigliano. La semana pasada, habían hecho lo propio Juan Pablo Schivi, Luis Ninoná y Carlos Lluch.

Los acusados no se explayaron demasiado. Sícaro volvió a detallar cuál había sido su rol dentro de la CNRT e hizo hincapié en las tareas de mantenimiento que debía llevar adelante el ex concesionario TBA sobre las formaciones de la línea Sarmiento. Además, insistió: “Califiqué de grave al incumplimiento del contrato de TBA”.

Sergio Cirigliano reiteró que “TBA nunca puso un tren que no podía prestar servicio. Se puede criticar el embellecimiento de los trenes, se puede criticar que por decisión del Estado se tomaron decisiones en materia de servicios”.

Luego, fue el turno de Roque Cirigliano quien consideró que “la causa de ese siniestro nada tiene que ver con deficiencias en el material rodante”.

La semana pasada, acompañado por una presentación que proyectó en la pantalla gigante de la Sala AMIA -ubicada en el subsuelo de los Tribunales Federales de Comodoro Py 2002-, Schiavi señaló que volvía a declarar para “ratificar conceptos y aclaraciones sobre dichos y hechos”. Durante su exposición, aseguró que jamás pudo “tener injerencia directa en el Chapa 16”, el tren que chocó y provocó la muerte de 51 personas y más de 700 heridos.

Por su parte, Ninoná habló de sus funciones: “Mi objetivo era ser el nexo entre infraestructura y los empleados del sindicato. Mi función con la Unión Ferroviaria era charlar con los delegados de base”.

Carlos Lluch repasó algunos datos que surgieron en la prueba producida durante el juicio, sin modificar sus declaraciones anteriores.