El enfrentamiento armado de policías bonaerenses con tres hombres y la detención de uno de ellos, que resultó herido durante la huida, fue el corolario del secuestro extorsivo de un joven de 21 años, que recuperó ileso la libertad minutos antes del tiroteo.

En el caso interviene el fiscal a cargo de la Fiscalía Federal N°1 de San Isidro, Matías Di Lello, quien contó con la asistencia de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE) de la Procuración General, cuyo titular es Santiago Marquevich.

El único detenido, de 31 años, fue indagado ayer en la Fiscalía, mientras que los dos prófugos -ya individualizados- están siendo buscados por la Policía.

El fiscal, junto a la UFESE, solicitará el procesamiento del detenido, a la vez que continúa la investigación para dar con los prófugos.

La secuencia de los hechos que culminaron con una balacera en Garín cerca de la medianoche del domingo había comenzado alrededor de las 19.45 en Tigre, cuando la víctima se encontraba en la vereda de su domicilio a punto de ingresar su auto Fiat Palio en el garage. Dos hombres armados lo privaron de la libertad y lo introdujeron en un vehículo, tras lo cual tomaron su teléfono celular y llamaron a la madre del joven para exigirle un rescate a cambio de la libertad.

Rato después, y con la Policía ya interviniendo en el caso, el padre de la víctima salió de su domicilio abordo de su camión y se dirigió a la Colectora Panemericana y Costa Rica, en la localidad de Pablo Nogués. Un móvil no oficial de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro lo siguió. Los agentes observaron que, una vez en el lugar, un auto Fiat Siena se acercó al camión y ambos rodados detuvieron la marcha sobre la colectora a unos cincuenta metros de la calle Estados Unidos.

Dos hombres descendieron del auto y comenzaron a cargar el rescate, que en parte constó de electrodomésticos y bienes de la familia del joven. Luego, según describieran los policías más tarde en el acta, el Fiat Siena comenzó su marcha y tomó por la calle Volta en dirección a la localidad de Garín y, a los pocos segundos de comenzar la marcha, observaron que el joven secuestrado descendió del vehículo con las manos atadas. Los captores comenzaron a disparar un arma y la víctima rápidamente corrió y se introdujo en el camión de su padre.

La policía, que -según se consignó- observó todo a 50 metros de distancia, intervino una vez que determinó que el joven se encontraba a salvo. Así, comenzó la persecución del Fiat Siena. Desde el interior de ese vehículo, los captores dispararon. Mientras tanto, otro móvil policial -encubierto- se sumó a la persecución, que se prolongó por unos tres kilómetros, cuando el Fiat Siena se desestabilizó al colisionar con escombros y ramas.

Luego, uno de los autos policiales embistió al vehículo perseguido y se produjo un enfrentamiento a tiros. Los secuestradores continuaron su marcha unos 200 metros, en la calle Tierra del Fuego y Calencio, de la localidad de Garín. Tres hombres descendieron del vehículo y continuaron los disparos hacia los efectivos. Corrieron unos 70 metros al mismo tiempo que abrían fuego y se introdujeron en un cañaveral. Uno de ellos cayó herido y fue reducido, mientras los otros dos lograron escapar. En el Fiat Siena se encontró parte del pago del rescate.