El titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°44 de la ciudad de Buenos Aires, Pablo Recchini, le solicitó al responsable del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°16, Mariano Iturralde, la elevación a juicio de la investigación seguida contra Esteban Rojas Almada por el femicidio íntimo de su pareja, Ferni Cristina Ayala Palacios. El hombre también deberá responder por la portación ilegal del arma de guerra con la que asesinó a la mujer.

El hecho

De acuerdo con la investigación, el 18 de febrero de 2023 la pareja fue a bailar a un local del barrio de Constitución junto con familiares y amigos. Un rato después, se trasladaron a otra discoteca de la zona, donde Rojas Almada -de 45 años- mantuvo un entredicho con Ayala Palacios -de 28 años- relacionado con la presencia de uno de los hombres del grupo.

Pasadas las 6.00 de la mañana, Rojas Almada y Ayala Palacios se retiraron en el Volkswagen Vento del hombre hacia el domicilio en el que convivían, en la manzana 18 del Barrio Zavaleta (Villa 21-24). Una cámara de seguridad registró cuando la mujer ingresó al departamento, alrededor de las 7.41 horas del 19 de febrero y minutos después lo hizo Rojas Almada.

De acuerdo con las pruebas recolectadas por la fiscalía, una vez dentro del domicilio la pareja volvió a discutir. En ese contexto, el hombre golpeó a la mujer -que intentó defenderse-, trató de ahorcarla y, luego, extrajo una pistola 9 mm con la que le disparó dos veces, a poca distancia. Uno de los proyectiles impactó en el tórax de Ayala Palacios -cerca del corazón- lo que le produjo la muerte.

El cuerpo de la mujer fue hallado el 20 de febrero por una de sus hermanas, cuando concurrió a la vivienda dado que no le respondía los mensajes. Rojas Ayala -tal como quedó registrado en una cámara de seguridad- abandonó la vivienda en su vehículo dos horas después del crimen y se mantuvo prófugo hasta que Interpol lo encontró en julio pasado en la República del Paraguay, adonde se había fugado.

El pedido de la fiscalía

En base a las pruebas y testimonios recabados durante la investigación, el fiscal Recchini solicitó la elevación a juicio de la investigación seguida contra Rojas Ayala como autor del homicidio agravado por haber mantenido un vínculo de pareja con la víctima y por el contexto de violencia de género (femicidio íntimo), también agravado por el uso de un arma de fuego.

El fiscal solicitó también que fuera juzgado por la portación de arma de guerra sin la debida autorización legal, agravada por registrar un antecedente penal por un delito doloso contra las personas y con el uso de armas. En efecto, Rojas Ayala contaba con una condena previa de cuatro años de prisión, impuesta el 25 de junio de 2013 por el Tribunal Oral en lo Criminal N°20, como autor de delito de lesiones graves agravadas por el uso de arma de fuego.

En su requerimiento, el fiscal señaló que entre el imputado y Ayala Palacios “existió una relación que se desarrolló en un contexto de violencia de género de la que ésta última resultó víctima, toda vez que familiares y allegados de la damnificada sindicaron que en el último tiempo en el que ella se encontraba en pareja con el acusado, estaba cambiada, mucho más delgada, cortante y se había alejado de su familia, incluyendo a su hijo menor de edad, en tanto cuando le preguntaban por su actitud aquella respondía que ‘Esteban era muy celoso’ y tenía actitudes controladoras para con ella”.

“Si bien es cierto que sobre la agresión física desarrollada en el interior de la vivienda no existen observadores directos como testigos, no obstante, teniendo en cuenta el modo en el cual fue hallado el cuerpo sin vida de la víctima, la existencia de un gran desorden en la escena del hecho, las pericias que demuestran la existencia de dos disparos en la finca y la multiplicidad de las lesiones contusas provocadas en el cuerpo de Ferni en forma previa a su deceso donde incluso se determinó la existencia de una maniobra de ahorcamiento manual en el cuerpo de la damnificada, no hacen más que alimentar la hipótesis, que en la intimidad de las partes se habría desencadenado un nuevo altercado, tal vez por otra escena de celos como la protagonizada en el local bailable y que en ese marco la damnificada habría intentado resistirse, hasta que Rojas Almada le puso fin a su vida mediante un disparo de arma, con la boca de fuego posicionada por delante de la víctima y desde una corta distancia, lo cual ha quedado demostrado en las pericias realizadas”, concluyó el representante del Ministerio Público Fiscal.