12 de diciembre de 2024
12 de diciembre de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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La Unidad Fiscal Especializada en violencia contra las mujeres lleva adelante este tipo de trabajos desde 2015
UFEM publicó el octavo informe anual sobre “Femicidios, transfemicidios/travesticidios y homicidios dolosos de mujeres en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”
De acuerdo a los datos presentados, el 50% de los 12 homicidios dolosos de personas de identidad femenina fueron clasificados como femicidios por la UFEM. La cifra representa el registro más bajo de homicidios dolosos de mujeres (con y sin motivos de género) de los últimos ocho años. No obstante, se indicó que los datos deben interpretarse con cautela, ya que corresponde a un fenómeno social dinámico y, para el caso de la ciudad de Buenos Aires, con un universo reducido de casos.

En 2022 se produjeron 12 homicidios dolosos de personas de identidad femenina en la ciudad de Buenos Aires, de los cuales 6 fueron clasificados como femicidios por la Unidad Fiscal Especializada en violencia contra las mujeres (UFEM), a cargo de la fiscal Mariela Labozzetta, en la octava edición del informe anual elaborado por el área de Análisis Criminal y Planificación de esa oficina. Esta cifra representa el registro más bajo de homicidios dolosos de mujeres (con y sin motivos de género) de los últimos ocho años.

De acuerdo al informe, también disminuyó -respecto del año anterior y del promedio histórico- la proporción de femicidios sobre el total de casos: mientras que en 2021 el 68% de los homicidios fueron clasificados como femicidios, en 2022 el nivel se ubicó en el 50%. Sin embargo, se indicó que los datos deben interpretarse con cautela, ya que corresponde a un fenómeno social dinámico y, para el caso de la ciudad de Buenos Aires, con un universo reducido de casos, que implica una mayor sensibilidad estadística. En este sentido, la UFEM señaló que la recopilación de datos preliminares de los casos ocurridos en lo que va de 2023 ya arroja una considerable suba en relación con el total de casos de 2022.

En términos generales, los aspectos más destacados para caracterizar los femicidios de 2022 fueron la merma en la cantidad de casos (nominal y proporcional); la existencia de vínculos previos y de proximidad con los agresores (especialmente íntimos); su ejecución en espacios privados (particularmente en viviendas); y la participación de un solo autor y víctima por hecho.

Los datos del informe

Dentro del trabajo se marcó que, por segundo año consecutivo, no se registraron víctimas de violencia homicida con identidad de género trans o travesti. Además, a diferencia de las tendencias de años anteriores, en 2022 tampoco se relevaron víctimas en situación de calle ni hechos letales en barrios populares/asentamientos precarios.

En cambio, por segundo año consecutivo se registraron femicidios íntimos con agresores y víctimas pertenecientes a fuerzas policiales, y que fueron perpetrados con las armas de fuego reglamentarias. Uno de los aspectos destacados del período fue el conocimiento previo entre víctima y agresor, presente en la totalidad en los femicidios, con predominio del contexto íntimo de pareja/ex pareja y, en menor medida, el vínculo familiar. En cambio, entre los homicidios dolosos sin motivos de género el nivel de conocimiento previo entre agresor y víctima fue del 75%.

En cinco de los seis femicidios se relevaron antecedentes de violencia del agresor a la víctima (principalmente, violencia verbal, pero también física, ambiental y económica). Dos víctimas habían denunciado penalmente a los victimarios, aunque algunos años antes del femicidio, por lo que en ningún caso existían medidas de protección vigentes al momento del hecho. La totalidad de los femicidios se produjeron en espacios privados, principalmente la vivienda de la víctima o la vivienda compartida con el agresor, con mayor concentración en la Comuna 3 y particularmente en el barrio de Balvanera.

La modalidad comisiva de los femicidios se distribuyó entre uso de la fuerza corporal directa (golpes), mecanismos de sofocación, uso de arma blanca y arma de fuego, arrojar al vacío y quemar a las víctimas. Si bien esas categorías describen el principal medio homicida, en los ataques se combinaron estos procedimientos con otros elementos (golpes, cuchillos, cuerdas, medias) para sujetar, ahogar y lastimar a las víctimas. En promedio, las víctimas de femicidio tenían 48 años, con un mínimo de 21 y un máximo de 67 años. Las principales interseccionalidades registradas fueron los consumos problemáticos, la condición migrante y el padecimiento de afecciones a la salud mental.

En cuanto a los autores de los femicidios, la edad promedio fue de 38 años. Dos de ellos padecían afecciones psiquiátricas, mientras que otro presentaba consumos problemáticos. Las conductas posteriores a los femicidios más repetidas fueron las fugas y los intentos de encubrimiento del hecho.

Respecto de la tramitación judicial, al cierre del relevamiento cuatro de las seis investigaciones por femicidios estaban o estuvieron delegadas en el Ministerio Público Fiscal. En dos de las causas por femicidios los agresores ya se encontraban elevados a juicio, mientras que otras tres causas estaban aún en proceso de investigación: dos con dictamen de falta de mérito y una con procesamiento. Otra restante investigación por femicidio fue archivada en razón del sobreseimiento del imputado por problemas de salud mental.

Finalmente, en el informe se destacó que la calificación jurídica del agravante de género (artículo 80, inciso 11 del Código Penal) se aplicó en cuatro de los seis femicidios (en algunos casos, combinados con otros agravantes), mientras que en dos casos el hecho se calificó solo con el agravante por el vínculo (artículo 80, inciso 1 Código Penal).