La Cámara Federal de Casación Penal confirmó el procesamiento de los ex comisarios de la Policía de Santiago del Estero Musa Azar y Miguel Tomás Garbi, por la imposición de tormentos contra una joven prisionera política de 18 años de edad que estuvo secuestrada en el centro clandestino de detención que funcionó en la Brigada de Investigaciones de Resistencia, Chaco.
La decisión, firmada el 4 de diciembre pasado por Mariano Borisnsky, Juan Carlos Gemignani y Gustavo Hornos, integrantes de la Sala IV del máximo tribunal penal, fue en línea con el recurso que había interpuesto la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de Resistencia contra la resolución de la Cámara Federal de esa ciudad que había decretado la falta de mérito de los dos acusados al considerar que no había pruebas. En primera instancia, el juez Rubén Skidelsky había hecho lugar al procesamiento de Musa Azar y de Garbi.
Los camaristas de Casación destacaron "el relato solido e incólume de la víctima, la abundante prueba documental y un número importante de testigos que trazan un nexo causal entre los imputados y los hechos investigados".
La Unidad Fiscal, que integran Patricio Sabadini, Carlos Amad y Diego Vigay, informó que "estos hechos podrían incluso ser incorporados al próximo juicio oral en la denominada causa Caballero II, ya que se tratan de delitos cometidos en el mismo centro clandestino de la Brigada de Investigaciones". En efecto, los representantes del Ministerio Público Fiscal indicaron que "con la confirmación del procesamiento y agotadas todas las medidas probatorias posibles", sólo resta que las querellas y la fiscalía requieran su elevación a juicio.
Musa Azar fue el delegado de la SIDE y el jefe de la Departamento de Investigaciones de la Policía en la provincia de Santiago del Estero y el comisario Miguel Tomás Garbi fue su mano derecha como sub-delegado y jefe en ambos organismos .
Los dos ex policías están acusados de haber dirigido en junio y noviembre de 1976 dos interrogatorios bajo tormentos en el centro clandestino de la Brigada de Investigaciones de la capital chaqueña de una joven santiagueña de entonces 18 años, que fue secuestrada junto a su bebé.
En las dos ocasiones la víctima fue regresada a la Alcaidía local, con un deterioro físico muy importante por las torturas sufridas, a punto tal que debió recuperarse durante semanas en la Enfermería de ese establecimiento.
La víctima había sido detenida en las calles de Resistencia en abril de 1976 junto a su hijo de ocho meses. La alegada causa del secuestro fue su participación en un grupo de solidaridad con los detenidos políticos de la Alcaidía y de la Unidad Penal N°7 del Servicio Penitenciario Federal.
Musa Azar y Garbi cuentan con tres condenas cada uno por crímenes de lesa humanidad. El primero recibió una condena a reclusión perpetua (firme) y dos a prisión perpetua; el segundo, una a reclusión perpetua (firme), otra a prisión perpetua y una tercera a 25 años de prisión.