28 de marzo de 2024
28 de marzo de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Intervienen los fiscales Daniel Adler, Laura Mazzaferri y María Eugenia Montero
CNU: “Pironio se fue para preservar su vida”
El periodista Adrián Freijo, quien militó en la CNU en sus inicios, dijo haber tenido un vínculo cercano al entonces obispo de Mar del Plata que fue trasladado a Roma en 1975, luego de que secuestraran y asesinaran a la secretaria general de la Universidad Católica, María del Carmen Maggi.

En una nueva audiencia del juicio por los crímenes cometidos por la banda de ultraderecha Concertación Nacional Universitaria (CNU), en el que se juzga a diez civiles y un militar retirado por la conformación de una asociación ilícita y ocho homicidios, este lunes comenzaron a prestar declaración indagatoria los testigos convocados por las defensas. El primero fue el periodista Adrián Freijo, quien sostuvo que Monseñor Pironio debió marcharse de Mar del Plata “para preservar su vida”, y que por esta razón Pablo VI lo llevó a Roma, a pesar de haber sido tan querido por la comunidad.

¿De quién debía cuidarse? “De un escenario de violencia desencadenada”, respondió el testigo. Ya había sido secuestrada María del Carmen “Coca” Maggi, quien era secretaria general de la Universidad Católica y es uno de los crímenes que en este juicio se investigan; y el obispo había recibido pintadas que indicaban “Pironio Montonero”.

Freijo relató que lo unió con Monseñor una relación de “muchísimo respeto”. Consultado por qué le había referido sobre el asesinato de Coca Maggi, sostuvo: “A Pironio, le dolía mucho todo lo que pasaba, que no se lograran los equilibrios”. Una vuelta coincidió en un viaje aéreo con él, y allí Pironio le expresó “su gran dolor y su preocupación por que las cosas no se pudieran encarrilar”.

De aquella conversación, interpretó que “fueron grupos paramilitares” los que la secuestraron y mataron a Coca. ¿Por qué infiere eso? Explicó que quizás el término que mejor cuadraba era “grupos paraoficiales” y dijo que “el Estado (estaba) detrás de la violencia”. Consultado sobre qué grupos serían los que actuaron, dijo no poder podría afirmarlo más allá de los dicho y publicado desde entonces, “que vinculaba a CNU con el hecho”.

Freijo a su vez desechó que Demarchi pudo ser miembro de CNU por su posición con la Iglesia: “Era un declarado enemigo”. De cualquier forma dijo que “no existía en la organización una prohibición para no católicos, no había un formulario de ingreso”. A su vez, lo excluyó de la organización de ultraderecha en la época que tuvo constancia por su militancia allí que no fue más allá de finales de 1971.

Consultado por un posible apoyo estatal en los asesinatos cometidos tras la muerte de Piantoni, sostuvo: “Siempre estuvo el Estado detrás de todos los crímenes”. Y aunque dijo no querer referirse a la teoría de los dos demonios, esto era así “de un lado y del otro”.

Antes de retirarse, uno de los jueces le preguntó que sabía del 5x1, sucedido en Mar del Plata en los 70. Dijo que estaba vinculado a una “venganza” por la muerte de Ernesto Piantoni, entonces líder de la CNU. Esos crímenes posteriores, dijo por comentarios se inculpaba a CNU, y también se habló de un comando que llegó desde La Plata. “La voz popular lo adjudica a CNU”, aseveró.

CNU, difamaciones y careo

Alberto Dalmasso estuvo procesado en la causa por el asesinato de la estudiante universitaria, Silvia Filler, en diciembre de 1971. En total eran 19 los implicados, pero la mayoría fueron sobreseídos a excepción de cuatro miembros de CNU, que luego salieron con la amnistía. Sobre fines de 1974 se fue a vivir a Buenos Aires e ingresó a trabajar en la Secretaría Técnica de la Presidencia de la Nación.

El testigo señaló que Demarchi no integraba la CNU en los años en los que él estuvo participando de la organización, y que “por su carácter y por cierto individualismo no congeniaba con los integrantes de la agrupación”. Luego hizo referencia a la “temperatura humana” de las personas para descartar su vinculación con la agrupación de ultraderecha. Consultado cómo se podía compatibilizar su presunto individualismo con su actuación política conocida en democracia, respondió: “otras agrupaciones habrán visto en él otras características que las que vimos nosotros”, dijo, en referencia a CNU.

Ante las preguntas de las defensas, señaló haber conversado con Piero Asaro y con Mario Durquet sobre las imputaciones, y que “de los pasillos de Tribunales escuchó que era (una causa) contra Demarchi y no el resto de los procesados”.

Dalmasso contó que estuvo en el velatorio de Piantoni y que no vio armas. Consultado por las cinco muertes que se produjeron horas después, esbozó algunas teorías: “Se decía que era gente que vino de Buenos Aires, gente que vino de La Plata”. Y sobre una posible vinculación con Mar del Plata, señaló que pudo estar “vinculada a algún elemento de CNU de ese momento”.
A preguntas del Ministerio Público Fiscal, el testigo sostuvo que recibió “difamaciones” de coimputados. En este sentido, refirió a un escrito dado a conocer en una publicación digital que lo vinculaba con la Triple A, cuyo dueño –dijo- era amigo de Demarchi. “Me generó una violencia interior, una sensación de impotencia”, sostuvo.

Previo a retirarse, fue sometido a un careo con el imputado Juan Pedro Asaro, en relación a una conversación que mantuvieron hace algunos años atrás. El imputado le decía que la charla había sido en su librería y que “esto (por la causa) apuntaba a Demarchi”, que le quería dar tranquilidad, que tenía que testificar que Demarchi era el jefe de CNU. “Eso no te lo dije nunca, jamás te trasmití nada que pudiera perjudicarlo”, contrastó Dalmasso, quien aseguró que la conversación se dio en su estudio. Sin ponerse de acuerdo, concluyó el intercambio cara a cara frente al Tribunal.

Otros testigos

Luis Iros conocía a varios de los imputados. Había sido compañero de estudios universitarios de Roberto Justel, había ido a la secundaria con Piro Asaro, y fue compañero de ajedrez de Raúl Viglizzo. Sobre fines de los 80 también trabajó junto a Roberto Coronel. El abogado relató que lo encontró a Piantoni en la CGT una tarde y le preguntó por Demarchi, a quien aún no conocía. “Se decía que eran socios y militantes en lo mismo”, sostuvo y aclaró ante las repreguntas que se refería al peronismo. Y que la respuesta del líder de la CNU hasta su muerte, respecto de Demarchi fue que era “ateo y medio renegado”.

También, declaró María Suarez de Hooft, quien fue fiscal federal algunos años después de Demarchi. La abogada dijo que el fiscal cumplía el rol de acusador, que podría pedir toda clase de medidas, le daban vistas y dictaminaba, e incluso podía apelar las decisiones del juez. “Se le podían pedir medidas a la Policía Federal pero no derivar la instrucción”, aclaró ante las preguntas del imputado.

Otro de los testigos fue Mario Cámara, quien brindó algunos detalles de una reunión donde se conversaron sobre cuestiones sociales y políticas, de la que participaron diferentes actores de la Justicia y la política local.

Raúl Reyes, por su parte, dio cuenta de la lista que integró con la vuelta de la democracia y que encabezó Demarchi como candidato a intendente –a quien dijo conocer a fines de 1981-, y dio algunas precisiones de las internas de entonces. Al referirse a CNU dijo que suponía que eran menos de 40 personas quienes lo integraban.

Por último, Guillermo Armando Fertita declaró sobre las detenciones que sufrió su padre, Armando Rodolfo. La primera fue entre octubre de 1975 y marzo de 1975, y la segunda en marzo de 1976. “Estuvimos una semana sin saber de él, por lo que presentamos un habeas corpus ante el Juzgado Federal”, explicó y aclaró luego que allí no tuvo intervención Demarchi. En la causa judicial que se le abrió a su padre, dijo, fue sobreseído –a solicitud del entonces fiscal hoy imputado- porque el arma que le habían encontrado resultó ser de uso civil, y no cuadraba entonces en la presunta infracción a la ley antiterrorista (20840).