Durante una inspección judicial dispuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de Córdoba, en el marco de la causa “Menéndez III”, comúnmente conocida como “La Perla”, se descubrieron calabozos subterráneos en el Establecimiento Penitenciario N° 2 de Córdoba.
En el operativo, del cual participaron dos testigos que entre los años 1975 y 1976 estuvieron privados de su libertad en esa cárcel, se constató la existencia de un túnel subterráneo con más de cien metros de longitud, que tenía a sus costados habitaciones que estaban siendo usadas como depósitos.
Esos espacios presentaban ciertas particularidades, como puertas de hierro con pasador y candado, así como también pequeñas ventilaciones que daban a los patios interiores. Estos elementos cobraron relevancia a la luz de la declaración del testigo Baronetto, quien dio cuenta que delegados sindicales estuvieron encerrados en calabozos subterráneos de esa Unidad Penitenciaria durante la última dictadura cívico militar.
Asimismo, el testigo refirió que en una visita posterior a este túnel, pudo observar grilletes en los muros, descripción que coincidía perfectamente con las recientes “modificaciones edilicias” que se hicieron allí.
Otro de los testigos convocados, Vissani, relató que en un sector distinto de la Unidad Penitenciaria N°1 -específicamente, en las habitaciones destinadas a las visitas íntimas- fue alojado luego de su secuestro durante aproximadamente una semana, sin registrarse su ingreso a la cárcel.
Consultado por Fiscales respecto de la trascendencia del acto procesal, el representante del Ministerio Público en este juicio, Facundo Trotta, señaló que la inspección fue muy importante, ya que permitió constatar que en la Unidad Penitenciaria existieron calabozos subterráneos, los cuales habrían funcionado como lugar de alojamiento de personas detenidas y/o secuestradas durante la última dictadura cívico militar.
Además, Trotta manifestó que “con la inspección también se corroboró que en la cárcel, que en principio era un lugar de detención 'legal', algunas de las personas secuestradas, luego de pasar por otros centros clandestinos de detención, eran ilegalmente introducidos en el establecimiento sin ser registrados, y luego de un tiempo, la mayoría de ellos eran 'legalizados'".