29 de marzo de 2024
29 de marzo de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Roberto Catalán, imputado por crímenes durante la represión ilegal
La Rioja: piden que un juez de la dictadura vaya a la cárcel tras dos años con domiciliaria
El ex magistrado está detenido hace más de dos años pero sólo pasó cuatro días en la cárcel. Desde hace dos semanas el juez Daniel Herrera Piedrabuena cuenta con los informes que avalan la revocación de la prisión domiciliaria, pero no resuelve.

La fiscal federal de La Rioja Marta Kunath requirió que se revoque la prisión domiciliaria del ex juez federal de esa provincia durante la dictadura, Roberto Catalán, procesado por crímenes de lesa humanidad, luego de que cuatro profesionales forenses de distintas especialidades coincidieran en que se encuentra apto para cumplir la prisión preventiva en una cárcel.

Catalán, de 76 años, sólo pasó cuatro días en la cárcel en los últimos dos años. Detenido desde mayo de 2011 pero con prisión domiciliaria, el 6 de mayo pasado fue derivado al penal provincial, el 10 lo internaron en un sanatorio y el 13 fue beneficiado con el arresto domiciliario transitorio por el juez federal Daniel Herrera Piedrabuena, quien para ello no le pidió opinión previa a la fiscalía.

Después de aquellos episodios, Piedrabuna pidió informes médicos. Hace dos semanas cuenta con el dictamen definitivo de los forenses, que lo habilitan a revocar la decisión y a enviar al imputado a la cárcel, y con el pedido de la fiscal, fechado el 14 de agosto, pero aún no ha resuelto.

El juez Piedrabuena fue cuestionado por la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad  en agosto del año pasado por su actuación en las causas por violaciones a los derechos humanos durante el terrorismo de Estado, entre otros temas, por la demora en la toma de decisiones. La Procuraduría, por entonces Unidad de Coordinación y Seguimiento, le remitió un informe al Consejo de la Magistratura en ese sentido.

"Claustrofobia"

El informe de los cuatro profesionales forenses arribó al juzgado el 8 de agosto. El peritaje psicológico y psiquiátrico, a cargo del médico Oscar Pelligrini y la licenciada Elena Foschini, refiere que el imputado "desde la perspectiva psicológica y psiquiátrica, encuadra dentro de la normalidad psicojurídica. La pertinencia de su detención en instituto carcelario queda sujeta a la consideración médica de su estado físico".

En ese informe los profesionales dan cuenta que el imputado manifestó que se encuentra "bajo tratamiento psiquiátrico desde hace varios años por presentar desde chico lo que él denomina 'claustrofobia', dice no soportar la sensación de encierro, así como también tiene dificultades para trasladarse en avión", aunque el mismo Calán manifestó que "viajó a Europa 4 veces, una vez a Méjico, a Ecuador, a Perú, realizó diversos viajes aéreos a Buenos Aires y a Chile" (sic).

En tanto, el peritaje médico estuvo a cargo del especialista en cardiología Roberto Franscisco Schmuck y del neumonólogo y alergista Luis Horacio Márquez. Los médicos concluyeron que el imputado "presenta antecedentes de enfermedad coronaria adecuadamente tratada y resuelta en su momento" y que "no presenta cardiopatía isquémica en la actualidad"; "no presenta un riesgo de vida aumentado en relación a su edad y sus antecedentes"; y que "está en condiciones de ser alojado en un establecimiento carcelario que cumpla con condiciones de habitabilidad y donde pueda recibir el usual control médico y ser derivado a un centro de mayor complejidad ante la eventualidad de una emergencia".

Cuatro días en más de dos años

El ex juez Catalán está procesado por distintos grados de autoría en más de una decena de casos de imposición de tormentos, privación ilegítima de la libertad, homicidio calificado y allanamiento ilegal, como organizador de una asociación ilícita. Esos delitos tuvieron como víctimas a personas secuestradas y confinadas en el Instituto de Rehabilitación Social. Su último procesamiento data del 25 de marzo pasado.

Pero desde mayo de 2011, cuando fue detenido, Catalán se encuentra beneficiado con el arresto domiciliario por disposición de Piedrabuena, pese a que el 25 de noviembre de aquél año la Cámara Federal de Córdoba revocó aquella decisión del juez riojano.

La defensa de Catalán recurrió la decisión del tribunal de alzada y el fallo quedó quedó entonces en suspenso y recién se hizo efectivo el 6 de mayo pasado, luego de que la Cámara de Casación y la Corte Suprema lo convalidaran.

El paso por la cárcel duró unos pocos días. El 13 de mayo Piedrabuena decidió otorgarle el arresto domiciliario transitorio. Tres días antes, en el juzgado se recibió un llamado telefónico de la jefa del Departamento Médico del Servicio Penitenciario, en el que la profesional informó que el imputado padecía un desmejoramiento de su salud y diagnosticó que debía ser trasladado urgente a un sanatorio.

Para decidir la nueva domiciliaria "transitoria", Piedrabuena tuvo en cuenta el dictamen de la médica penitenciaria, de una psiquiatra y de un medico forense, que indicaron que la vida del imputado corría un grave riesgo intramuros.

El juez indicó que tiempo antes de la afección de Catalán una interna había muerto en el mismo penal provincial y recordó que esa situación estaba siendo investigada. Asimismo, ponderó que tiempo antes había podido constatar "la precariedad material por carencia de elementos" para "la atención de detenidos con patologías de riesgo", a punto tal que consideró que el penal no reúne "las condiciones que garanticen el precepto constitucional establecido por el artículo 18 de la Constitución Nacional". No obstante, Piedrabuena no hizo ninguna consideración sobre la posibilidad del traslado de Catalán a otro penal.

En la misma decisión, dictada hace más de tres meses, Piedrabuena también dispuso que la detención domiciliaria fuera provisoria hasta que se cuente con un informe definitivo del Cuerpo Médico Forense de la Corte sobre la salud del imputado, que llegó al juzgado el 8 de agosto pasado.