29 de marzo de 2024
29 de marzo de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Una investigación de la Unidad Fiscal a cargo de Adolfo Villatte
Rosario: identificaron las huellas dactilares de tres militantes inhumados como NN en 1975
Dos de los cuerpos ya fueron hallados e identificados y el restante permanece desaparecido. Habrían sido ejecutados en la localidad de Roldán, días después del intento de copamiento del Batallón de Arsenales 121 protagonizado por el ERP. Un juez militar ordenó que les tomaran las huellas y los enterraran.

La Unidad Fiscal Federal que investiga los crímenes de lesa humanidad en la jurisdicción de Rosario informó que logró identificar las huellas digitales tomadas a tres cuerpos que luego fueron inhumados en tumbas NN en abril de 1975. Dos de los cuerpos fueron identificados en 2006 y en 2016, mientras que el restante permanece desaparecido.

Las fichas con las huellas digitales corresponden a Alberto Isidoro Losada y Pablo Martín Sandoval Luque, cuyos restos fueron hallados en el cementerio de San Lorenzo e identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense en 2006 y 2016, respectivamente, y a Horacio Víctor O'Kelly, quien permanece desaparecido. O'Kelly nació el 24 de octubre de 1954 en Córdoba y tenía 19 años al momento de su muerte. Había nacido el 24 de octubre de 1954 en Córdoba. Los hechos que lo tuvieron como víctima fueron denunciados por su madre y registrados en 1984 en el legajo de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP) N°6504, donde fue consignado como víctima de “desaparición forzada”.

El hallazgo e identificación de las fichas dactiloscópicas echa luz sobre el destino que corrieron las víctimas. En el caso de quienes ya fueron identificados por cotejos de sendos ADN con el de otros familiares directos, permite reconstruir el itinerario de los cuerpos. Respecto de la situación de O’Kelly, el hecho de que hasta la fecha no se hayan podido obtener muestras de ADN útiles en función del grado de parentesco con la víctima, impide afirmar –por más probable que luzca- que un cuerpo hallado junto a los de Losada y Sandoval, sea el suyo. Por ello, desde el punto de vista técnico, O’Kelly permanece aún desaparecido, aunque la identificación por huellas digitales es un paso más en su búsqueda y en la reconstrucción de la verdad.

Las huellas identificadas son de Alberto Isidoro Losada y Pablo Martín Sandoval Luque, cuyos restos fueron identificados en 2006 y 2016 mediante peritajes de ADN, y de Horacio Víctor O'Kelly, quien permanece desaparecido.

Según los registros de los diarios de la época incorporados a la investigación, las tres personas fueron ejecutadas el 14 de abril de 1975 por efectivos de la Policía provincial en la localidad de Roldán, provincia de Santa Fe. Los tres cuerpos fueron llevados luego al "Juzgado de Campaña", un organismo militar montado en el Batallón de Arsenales 121 (hoy número 603), donde el día anterior había habido un intento de copamiento por parte de miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).

La identificación de las huellas se dio en el marco de la causa en la que se investigan los enterramientos clandestinos durante el terrorismo de Estado en la ciudad de San Lorenzo. Esa pesquisa está desde 2012 bajo la dirección de la Unidad Fiscal, a cargo del fiscal general Adolfo Villatte, con la asistencia del secretario Álvaro Baella. Los trabajos periciales que determinaron la pertenencia de las huellas fueron realizados por el perito Pedro Augusto Sala, dactilóscopo del Departamento Científico Pericial de la Prefectura Naval Argentina.

Las huellas dactilares estaban incorporadas en un expediente militar de ocho cuerpos agregado como prueba documental en la causa de los enterramientos. En aquella causa de origen castrense se labraron las actuaciones correspondientes al intento de copamiento.

En efecto, la Unidad Fiscal informó que el juez militar Alberto Salvador Casals, a cargo en ese entonces del Juzgado de Instrucción Militar N° 50 del Comando del Segundo Cuerpo del Ejército, ordenó rápidamente las inhumaciones de los tres cuerpos sin realizarles autopsias ni examen alguno. Sólo tomó sus huellas dactiloscópicas. Los restos de las tres víctimas fueron inhumados en el Cementerio de San Lorenzo el 17 de abril de 1975 aproximadamente a las 19.00, horario inusual para esa tarea.