Fue restituida la identidad del nieto 128 en la provincia de Tucumán, apropiado durante el terrorismo de Estado. Su nombre es Marcos, hijo de Rosario del Carmen Ramos. El joven tenía cinco meses de vida cuando fue secuestrado con su madre, quien continúa desaparecida.
El hallazgo del nieto tuvo lugar gracias a la intervención judicial conjunta de los equipos de trabajo de la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado -oportunamente encabezada por Pablo Parenti y actualmente a cargo de Leonardo Filippini-, la Fiscalía Federal N° 1 de Tucumán a cargo de Carlos Brito y la Oficina de la Procuraduría de Crímenes Contra la Humanidad de Tucumán, a cargo de Pablo Camuña.
En octubre del 2013 el Programa Nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas Ordenada por la Justicia, establecido por la ley 26.538, entonces dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, remitió a la Unidad Especializada para casos de Apropiación de Niños una denuncia con información que indicaba a un joven como posible hijo de desaparecidos, apropiado por una persona imputada por crímenes de lesa humanidad en la provincia de Tucumán.
A partir de lo denunciado y de conformidad con el procedimiento establecido para la implementación del Fondo Permanente de Recompensa,tanto la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), como la Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo (APM), indicaron que la información aportada por el denunciante revestía carácter de novedosa, ya que no obraban en sus registros denuncias relacionadas con los hechos descriptos. Fue así como la Unidad de Apropiación de Niños inició una investigación preliminar en la que se ordenaron numerosas medidas tendientes a profundizar los datos aportados e identificar a los involucrados. La investigación confirmó que el joven mencionado podía ser víctima de los delitos de apropiación y sustitución de identidad, y que existían elementos para creer que podría ser hijo de víctimas del terrorismo de Estado.
Luego de realizar numerosas medidas, la Unidad de Apropiación remitió la investigación a la Fiscalía Federal nro. 1 de Tucumán, la que actuando con el apoyo de la oficina local de la Procuraduría de Crímenes Contra la Humanidad, dio intervención al Juzgado Federal nro. 1. De este modo, gracias a la actuación conjunta de distintas áreas del MPF se logró localizar e identificar al joven Marcos Ramos, quien accedió voluntariamente a efectuarse el análisis de ADN ordenado por el juez. Gracias a ello pudo conocer su verdadera identidad luego de 42 años.
Tal como informó la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Marcos es el tercer hijo de Rosario del Carmen Ramos y nació en San Miguel de Tucumán, a mediados de 1976. Tenía alrededor de cinco meses de vida cuando fue secuestrado junto a su madre.
En noviembre de 1976, fuerzas de seguridad realizaron un allanamiento ilegal en la casa de Rosario donde vivía con sus hijos Elías, Ismael y Marcos, en el barrio San Cayetano de la capital tucumana. Su otro hijo, Camilo, no estaba presente porque se encontraba al cuidado de su padre. Rosario fue secuestrada en un Ford Falcon blanco que partió con destino desconocido, mientras que Marcos y Elías fueron llevados a una casa quinta ubicada en Tafí Viejo.
Esa fue la última vez que Elías vio a su hermano menor. Luego de permanecer una semana en aquella casa de campo, Elías fue trasladado a un domicilio en la ciudad de Tucumán, del que escapó muchas veces, hasta que logró ubicar a su tío paterno, quien dio aviso sobre su paradero al padre del niño. Desde entonces sabe que tiene un hermano menor al que secuestraron junto a su mamá. Fue así como Elías se acercó a la Comisión Nacional por el Derecho a la identidad (CONADI) en 1999 y contó que en 1976 había sido secuestrado junto a su hermano y su madre y que nunca más había sabido de ellos. Rosario, la madre de Elías, Camilo, y el joven restituido, Marcos, continúa desaparecida.
Marcos Ramos es el segundo joven restituido en Tucumán. Sólo en esa provincia restan alrededor de veinte casos por resolver de jóvenes apropiados durante el Terrorismo de Estado. Estas restituciones, sumadas a las investigaciones que permitieron descubrir la existencia de fosas comunes en esa provincia, en las que se pudieron hallar e identificar los restos de cientos de personas desaparecidas durante la última dictadura cívico militar, demuestran la importancia de que las procuradurías especializadas de Derechos Humanos hayan sido establecidas de modo permanente en la Ley Orgánica del Ministerio Publico Fiscal, con el fin de continuar con la búsqueda de los jóvenes cuya identidad continúa alterada. A su vez, cabe resaltar la importancia de la existencia de un dispositivo estatal como el Fondo Permanente de Recompensa, a través del cual se pudo detectar un caso del que no había registro de denuncias con anterioridad a su creación.