El Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOCF) de Formosa condenó a 6 años de prisión a un gendarme que en noviembre de 2023 colaboró en el ingreso y posterior traslado de 21 kilos de ketamina proveniente de la República del Paraguay acondicionada dentro de envases de matafuegos.
Se trata de Celino Goitía, quien fue considerado partícipe necesario del delito de contrabando agravado por la intervención en el hecho de tres o más personas, por su condición de funcionario público y por tratarse de estupefacientes “inequívocamente destinados a su comercialización”. Además, el tribunal dispuso su inhabilitación especial para ejercer el comercio por el término de 6 meses, la inhabilitación absoluta para desempeñarse como empleado o funcionario público por doble tiempo que el de la condena y que se conserven las evidencias probatorias en atención a la continuidad de la causa por eventuales terceros partícipes del hecho delictivo.
A través del debate se pudo establecer que Goitía actuó junto a otro gendarme y dos hombres que fueron condenados en 2024 en el marco de un juicio abreviado. Los dos gendarmes condenados formaban parte de la Unidad de Inteligencia Criminal de Formosa.
El debate comenzó el 17 de junio pasado y la sentencia se conoció el 26 de junio. El tribunal estuvo integrado por los jueces Rubén Quiñones, Juan Manuel Iglesias y Víctor Alonso González, y el MPF estuvo representado por el fiscal federal Luis Benítez, quien subroga la Fiscalía General ante el TOCF de Formosa y había solicitado una pena de 7 años de prisión.
El caso
Las actuaciones se iniciaron el 29 de noviembre de 2023, cuando personal de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales (UNIPROJUD) de la Gendarmería Nacional recibió información de una fuente anónima respecto a una maniobra de tráfico de estupefacientes que se llevaría a cabo esa misma noche en la estación de servicio “Axion”, ubicada sobre la Ruta Nacional N° 11, en el acceso sur de la ciudad de Formosa.
Tal circunstancia fue comunicada por la fuerza de seguridad a la Fiscalía Federal N°2 de Formosa, que dispuso adoptar las medidas pertinentes a fin de confirmar o desvirtuar la información obtenida. En efecto, se desplegó un operativo de control y, alrededor de la medianoche del 30 de noviembre, el personal apostado observó el arribo a la estación de servicio de una camioneta Toyota Hilux color azul con tres ocupantes, cuyo conductor permaneció en el vehículo mientras los acompañantes descendieron del rodado con una actitud de alerta, observando en todas direcciones.
Ante esta situación, personal de la fuerza se acercó al vehículo e identificó como conductor a Ramón Darío Cartaman -personal activo de la Gendarmería Nacional- y como acompañantes a Ariel Fernando Gómez Gómez y Hugo César Rivas Bareiro, ambos de nacionalidad paraguaya, quienes se mostraban nerviosos e impacientes. En presencia de testigos, se requisó el vehículo y se halló en la caja dos matafuegos cubiertos en tela tipo media sombra de color verde que mostraban evidencias de haber sido manipulados tanto en su estructura como en la pintura, con la inscripción de la localidad de Pedro Juan Caballero, ubicada en la República del Paraguay. Además, se advertía que tenían un peso desmedido en relación a otros matafuegos de similares características.
Por tal motivo, se dio aviso al Juzgado Federal y se trasladaron al asiento del Escuadrón 15 de la Gendarmería Nacional, donde se realizó la apertura de los matafuegos, que contenían 21,106 kilogramos de ketamina, la cual fue secuestrada junto con tres celulares de cada uno de los involucrados.
Con posterioridad al procedimiento, las evidencias indicaron que ese 29 de noviembre, alrededor de las 15.00 y posteriormente cerca de las 21.00, Cartaman se dirigió hasta la zona denominada como “Riacho Boca Pilagá” junto a Goitía a recibir a Gómez Gómez y Rivas Bareiro, que esa noche ingresaron al país desde Paraguay por un paso no habilitado. Luego fueron trasladados en la camioneta de Cartaman hasta la estación de servicios Axion de la ciudad de Formosa, donde se produjo el hallazgo de la ketamina oculta en los matafuegos.
En consecuencia, el fiscal Benítez solicitó la detención de Goitía, la cual se produjo el 28 de diciembre de ese mismo año en cumplimiento de la orden de allanamiento de su vivienda.
En la caja de una camioneta los ahora condenados llevaban dos matafuegos cubiertos en tela tipo media sombra de color verde que mostraban evidencias de haber sido manipulados tanto en su estructura como en la pintura. Pesaban más de lo habitual; contenían 21,106 kilogramos de ketamina.
Alegato del fiscal Benítez
En su alegato, Benítez hizo hincapié en la complejidad de este tipo causas donde el MPF se ve defraudado por sus propios colaboradores, en referencia a Goitía, que se desempeñaba como agente especializado en inteligencia criminal contra delitos vinculados al narcotráfico. En este sentido, manifestó que quedó acreditada su participación en el hecho, en el cual se comprobó el ingreso de manera clandestina del estupefaciente que burló el control del servicio aduanero sobre las operaciones de comercio exterior de mercadería y además resultó agravado por la finalidad de comercialización manifestada en la cantidad de estupefaciente, el número de personas intervinientes y la condición de funcionario público.
Por otra parte, Benítez destacó el modo de acondicionamiento de la droga, el cual se hizo mediante la manipulación de extintores, a fin de esconder el contenido ilícito, recaudos que demostraron el ardid desplegado.
El representante del MPF también destacó la labor de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) en el análisis de la extracción forense realizada a los teléfonos celulares secuestrados, cuya prueba resultó “contundente” para demostrar el propósito en el tráfico de estupefaciente y la intervención de los imputados en la maniobra delictiva.
En ese sentido, aseguró que cada uno de los imputados desplegó un rol específico. Gómez Gómez y Rivas Bareiro introdujeron al país la ketamina acondicionada en los matafuegos especialmente modificados en su estructura, mientras que Cartaman y Goitia se encargaron de garantizar el ingreso y posterior traslado de la droga junto a los dos imputados de nacionalidad paraguaya desde Boca Pilagá, ubicado en el río Paraguay, hasta la ciudad de Formosa.
Para el fiscal, de esa manera, los gendarmes colaboraban para que la introducción subrepticia de la mercadería prohibida quedara perfeccionada al impedir cualquier control del servicio aduanero y/o de otra fuerza de seguridad o policial auxiliar durante el recorrido efectuado, amparados en su condición de funcionarios públicos.
Como corolario, Benítez consideró imponer a Goitía la pena de 7 años de prisión, como participe necesario del delito de contrabando de importación de estupefacientes con fines de comercialización agravado por el número de personas intervinientes y por su calidad de funcionario público, y las inhabilitaciones y sanciones previstas en los artículos 12 y 19 del Código Penal y 876 y 1026 del Código Aduanero.
Juicios abreviados
Elevada la causa a juicio, los imputados Gómez Gómez, Bareiro y Cartaman arribaron a un acuerdo de juicio abreviado con el fiscal Benítez.
El 20 de noviembre de 2024, el TOCF de Formosa homologó esos acuerdos y en consonancia condenó a Cartaman a la pena de 5 años de prisión como partícipe necesario del delito de contrabando de importación de estupefacientes con fines de comercialización agravado por el número de personas intervinientes y por su calidad de funcionario público, más inhabilitación absoluta por doble tiempo de la condena para desempeñarse como funcionario o empleado público.
En tanto, Goméz Gómez y Rivas Bareiro fueron condenados a la pena de 4 años y 6 meses de prisión cada uno tras ser considerados coautores del delito de contrabando de importación de estupefacientes con fines de comercialización agravado por el número de personas intervinientes. En esa oportunidad, el tribunal estuvo compuesto de forma unipersonal por el juez Eduardo Belforte.