07 de noviembre de 2024
07 de noviembre de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Intervienen los fiscales Marcelo De Giovanni y Adriana Saccone, con asistencia de la Procunar
Rosario: detuvieron a 22 personas vinculadas a la banda narcocriminal "Los Monos"
El megaoperativo, que incluyó medio centenar de allanamientos y la participación de 130 miembros de la PFA, fue ordenado por el juez federal de Rosario Marcelo Bailaque. Se secuestraron cerca de 500 kg de marihuana, 5 kilos de cocaína, precursores químicos, armas y vehículos. Los líderes, desde la cárcel, continuarían administrando el negocio.

Tras una extensa investigación que incluyó múltiples seguimientos e intercepciones telefónicas, la justicia federal de Santa Fe detuvo ayer a 22 personas acusadas de comercializar estupefacientes en distintos puntos de la ciudad de Rosario y vinculados –directa o indirectamente- con el grupo narcocriminal conocido como “Los Monos”. Las detenciones se llevaron adelante en el marco de un megaoperativo ordenado por el titular del Juzgado Federal de Rosario N°4, Marcelo Bailaque, a instancias del fiscal federal subrogante Marcelo De Giovanni y la fiscal coordinadora del Distrito Santa Fe, Adriana Saccone, quienes cuentan con la asistencia de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), a cargo de Diego Iglesias. Además de las detenciones, en los casi 50 allanamientos se secuestraron cerca de 500 kilos de estupefacientes, entre marihuana y cocaína, precursores químicos y armas, entre otros elementos.

Una organización compleja

Las pruebas recolectadas durante la instrucción a cargo de la Fiscalía dan cuenta de la continuidad del grupo delictivo conocido como “Los Monos” en lo que respecta al manejo del narcotráfico en la ciudad de Rosario, aun después de la detención de quienes serían sus principales cabecillas, Ariel Cantero y Emanuel Chamorro, actualmente alojados en el Complejo Penitenciario de Piñeiro de la provincia de Santa Fe, a disposición de la justicia provincial. La instrucción comenzó el 19 de noviembre de 2014, cuando una comunicación de la Superintendencia de Drogas Peligrosas puso en conocimiento de la dependencia del Ministerio Público la comercialización de estupefacientes en una esquina de la zona sur de Rosario. Desde entonces, las distintas medidas de prueba –intervenciones telefónicas y seguimientos, entre otras- permitieron establecer la existencia de una organización troncal que tenía como objetivo la fabricación, fraccionamiento, estiramiento, transporte, distribución y comercio de estupefacientes.

Más aún, se logró comprobar la existencia de otras personas que ocupaban estratos superiores y cuyas tareas tenían que ver con la provisión de grandes cantidades de estupefacientes, y con el diseño de los mecanismos de seguridad; al tiempo que otro grupo se encargaba de la fabricación, estiramiento y fraccionamiento de la droga.

Desde la cárcel

Los representantes del MPF señalaron que –a pesar de las dificultades en las tareas de campo- se establecieron con precisión los roles que cada uno de los imputados cumplía en las sucesivas etapas o eslabones que conforman la cadena de narcotráfico ("soldados", vendedores, distribuidores, proveedores, elaboradores, transportistas, organizadores o financistas). De hecho, en la mayoría de los casos se develó la correcta identidad de las personas y los domicilios que ocupan.

En este sentido, en la estructura superior se encuentran imputadas las parejas de Chamorro y Cantero. La presentación de los fiscales señala que el vínculo entre ellas no puede ser entendido como una mera relación comercial ejecutada aisladamente, sino que, por el contrario, “se advierte de esos diálogos que entre ambas existe un nexo articulado que posibilita, en definitiva, la existencia y perennidad de la organización, lo cual garantiza mantener la hegemonía territorial de la que parece gozar, a pesar de las múltiples detenciones que se han realizado en las inmediaciones de los puestos de venta investigados y siempre respecto de quienes se advierte como sus eslabones más bajos y fungibles”. Es decir que, a pesar de encontrarse detenidos, tanto Cantero como Chamorro continuarían administrando la distribución de estupefacientes en Rosario a través de familiares directos, a quienes imparten directivas vinculadas respecto al modo de ejecutar el negocio.

Así las cosas, una de ellas sería la encargada de autorizar y manejar la logística de la entrega de los estupefacientes, así como del cobro, todo ello bajo la supervisión o con el conocimiento previo de su pareja, Ariel Cantero. En tanto, la otra mujer, quien mantiene una relación con Emanuel Chamorro, tendría a su cargo la concertación de encuentros con compradores, así como la contabilidad de las ganancias obtenidas y el pago a los vendedores.

Megaoperativo

Ante la sospecha del inminente arribo a Rosario de un importante cargamento de estupefacientes, los fiscales De Giovanni e Iglesias solicitaron con carácter de urgencia la detención de 26 personas sospechadas de pertenecer a la organización narcocriminal. Los más de 40 allanamientos fueron realizados de manera coordinada en distintos barrios del centro y sur de Rosario, en la provincia de Corrientes y Chaco, y estuvieron a cargo de la Sección Drogas Rosario de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina, a cargo del subcomisario Raúl Hirsch, con la supervisión del comisario mayor Néstor Roncaglia, de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal. Los operativos arrojaron como resultado la existencia de una “cocina de cocaína”, el secuestro de cinco kilos de esa estupefaciente, cerca de 500 kilos de marihuana, precursores químicos, balanzas de precisión, armas, teléfonos celulares, documentación y vehículos.