La jueza federal de Garantías N°2 de Salta, Mariela Giménez, condenó ayer a un hombre a una pena unificada de 13 años de prisión por el delito de transporte de estupefacientes. La sentencia homologó un acuerdo de juicio abreviado propuesto por la Unidad Fiscal Salta, que había solicitado 4 años y 6 meses de prisión, la unificación de penas y la declaración de reincidencia.
La auxiliar fiscal Florencia Altamirano hizo foco en la gravedad del hecho, el daño en abstracto a la salud pública, representado por las más de 32 mil dosis que podrían haberse producido de la droga secuestrada, según el peritaje químico realizado en el marco de la causa. El acusado reconoció la responsabilidad penal en el hecho imputado, por lo que la defensa dio conformidad a los términos del acuerdo.
El caso, llevado adelante por la fiscal general subrogante Josefina Martínez Vázquez y la auxiliar Altamirano, comenzó cuando una patrulla de Gendarmería Nacional detuvo el 15 de febrero de este año a un automóvil Volkswagen Fox en el puesto de control “Cabeza de Buey”, ubicado sobre la ruta 34 y a unos 55 kilómetros de la ciudad de Salta.
Como parte de una tarea de rutina, los gendarmes procedieron a realizar una requisa de los papeles del rodado que conducía Juan Carlos Díaz, momento en el cual un can antinarcóticos, de nombre “Akira”, marcó el sector de los asientos traseros como un lugar en que podría haber estupefacientes. En vista de ello, se dio intervención a la fiscalía, la que ordenó las medidas de rigor dado el estado de sospecha, que se incrementó cuando el conductor, al ver la reacción del perro solicitó permiso para ir al baño de la guardia, donde se desprendió de otros envoltorios con cocaína.
En una requisa más profunda, los gendarmes descubrieron que el tanque de combustible tenía un compartimento interno, en el cual había 5 paquetes con droga, equivalente a poco más de 5 kilos de cocaína, por lo que se procedió a detener a Díaz. La investigación fue formalizada el 16 de enero de este año.
Al indagar sobre los antecedentes de Díaz, la fiscalía pudo establecer que registraba una condena de 10 años de prisión unificada por otros dos delitos contra la ley de drogas dictada por el Tribunal Oral Federal de Santiago del Estero. No obstante, al momento del hecho, se hallaba en libertad condicional.