05 de diciembre de 2025
05 de diciembre de 2025 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Intervino la Sede Fiscal Descentralizada de esa ciudad, a cargo de Juan Manuel García Barrese
Zapala: condenan a 4 años de prisión a un hombre por el transporte de más de un kilo de cocaína
El ahora condenado intentó fugarse luego de un control vehicular hasta que logró ser interceptado por Gendarmería. La droga fue hallada a 500 metros y se dio por probado que fue descartada por el imputado. Para el tribunal, "el hallazgo de la sustancia a metros del sitio donde finalmente fue detenido y el horario nocturno en el que suscitaron los hechos, constituyen un conjunto indiciario sólido”. El juez ordenó el cumplimiento de la pena bajo la modalidad domiciliaria hasta tanto la condena quede firme.

El Tribunal Federal de Juicio de la ciudad de Neuquén condenó a 4 años de prisión a un hombre que transportaba más de un kilo de cocaína e intentó darse a la fuga, en el marco de un control vehicular realizado hace nueve meses por Gendarmería Nacional (GNA) sobre la ruta nacional N°237, en la localidad rionegrina de Villa Llanquín. En el juicio, intervino la Sede Fiscal Descentralizada Zapala, a cargo del fiscal federal Juan Manuel García Barrese.

En una audiencia, celebrada el 6 de noviembre pasado, el tribunal, integrado de forma unipersonal por el juez Alejandro Silva, declaró a Juan Pablo Gallardo como autor penalmente responsable del delito de transporte de estupefacientes y mantuvo el cumplimiento de la pena bajo la modalidad domiciliaria hasta tanto la condena quede firme.

Asimismo, ordenó la destrucción de las muestras remanentes del material estupefaciente y el decomiso del vehículo Volkswagen Nuevo Polo que conducía Gallardo al momento de su detención, así como de la totalidad del dinero secuestrado.

El caso

El hecho ocurrió el 22 de febrero último, a las 23.25, cuando Gallardo conducía desde la ciudad de Cipolletti hacia San Carlos de Bariloche y fue detenido por el personal del Escuadrón N°34 de Bariloche de GNA en el kilómetro 1.615 de la ruta N°237, en el marco de un control vehicular de prevención.

En el momento en que los efectivos le solicitaron la documentación correspondiente, Gallardo se dio a la fuga. A partir de allí, el personal de GNA emprendió la persecución y logró detenerlo a 1.500 metros del puesto de control.

De inmediato, se realizó un rastrillaje en el lugar y, a 500 metros del puesto, sobre la banquina, se hallaron dos paquetes rectangulares que contenían cocaína con un peso de 674,25 y 634,97 gramos, respectivamente, es decir, un total de 1,309 kilogramos.

Cocaína con el sello del delfín y el envoltorio del Machu Picchu

Ambos paquetes contaban con inscripciones numéricas, estaban embalados con cinta amarilla y papel metálico de aluminio, poseían como estampa el logo de un delfín y se encontraban cubiertos con una imagen de la bandera de Perú y las ruinas de Machu Picchu, elementos con los que suelen identificarse los carteles internacionales que se dedican a la producción o el tráfico de drogas.

"Resulta lógico, bajo las reglas de la sana critica, inferir que el acusado era el poseedor de la droga, que en el momento de la primera detención se encontraba trasportándola y que, al huir y perderse de vista por unos minutos al personal de GNA, se descartó de ella en el conocimiento de que así podría evitar las consecuencias legales correspondientes”, indicó el juez Silva.

De los posteriores análisis efectuados, se concluyó que, del paquete de 674,25 gramos, la cocaína tenía una pureza del 49,70% y se podían extraer 3.351 dosis; mientras que, del otro paquete, de 634,97 gramos, la droga tenía una pureza del 52,01%, del que se podían extraer 3.302,5 dosis umbrales.

Además, se secuestró el vehículo en el que circulaba, un teléfono celular iPhone modelo 16 Pro, un dólar, un billete de 500 pesos chilenos y dos billetes de 20.000 pesos argentinos.

Análisis de los hechos

Durante la audiencia, parte del objeto del debate se centró en la posibilidad de atribuir, o no, el dominio de la droga a Gallardo.

En ese sentido, el juez Silva sostuvo que “si bien la droga no fue incautada dentro del vehículo en el que circulaba Gallardo, a partir de la comprobación de ciertos acontecimientos, tales como la conducta de Gallardo —quien emprendió una fuga intempestiva al ser demorado por el control policial, casi atropellando a su paso al can antinarcóticos y a su guía, quienes se encontraban en frente del vehículo—, el hallazgo de la sustancia a metros del sitio donde finalmente fue detenido y el horario nocturno en el que suscitaron los hechos, constituyen un conjunto indiciario sólido”.

“Sobre la base de estos, puede concluirse que resulta lógico, bajo las reglas de la sana critica, inferir que el acusado era el poseedor de la droga, que en el momento de la primera detención se encontraba trasportándola y que, al huir y perderse de vista por unos minutos al personal de GNA, se descartó de ella en el conocimiento de que así podría evitar las consecuencias legales correspondientes”, añadió Silva.

Sobre ello, el juez destacó que la “conducta desproporcionada” en evadir el control vehicular y que la actitud posterior de desprenderse los dos paquetes de cocaína “constituyen hechos que revelan de por sí un claro conocimiento y voluntad de obrar al margen de la ley, descartando cualquier posibilidad de esgrimir una actuación imprudente o errónea”.

De esta manera, el juez destacó que los hechos habían sido probados por los testigos y que constituían “la base sobre la cual se induce lógicamente la existencia de la participación de Gallardo en la comisión del delito en carácter de autor”.