07 de diciembre de 2024
07 de diciembre de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
Menu
Para la selección de fiscales
Gils Carbó aprobó un nuevo régimen de concursos de antecedentes y oposición
El nuevo régimen, basado en criterios y procedimientos objetivos, busca lograr concursos más rápidos, transparentes y que garanticen igualdad de oportunidades. La apuesta es que el sistema permita seleccionar los mejores candidatos para los desafíos de un Ministerio Público Fiscal del siglo XXI.

La Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, aprobó un nuevo Reglamento para la Selección de Magistradas y Magistrados del Ministerio Público Fiscal de la Nación. Tal como sostiene la Resolución firmada hoy por la Procuradora General, se utilizaron como guía orientadora los principios de celeridad, transparencia e igualdad de oportunidades, “apuntando a que el sistema contribuya a seleccionar a los mejores candidatos y candidatas para el cargo concursado”.

Se trata de un procedimiento más rápido pues define —y limita— plazos concretos para cada una de las etapas del concurso. Al respecto, hay casos de concursos que tramitaron por más de 4 años. Se prevé que con los nuevos plazos los concursos de oposición y antecedentes no duren más de seis meses. Una mayor celeridad del concurso público de oposición y antecedentes es fundamental si se advierte que a la fecha se registran aproximadamente 130 cargos de fiscales aún no integrados (cerca del 30% del total de cargos de magistrados del Ministerio Público Fiscal). De ellos, 61 vacantes ya fueron concursadas y sus ternas se encuentran a consideración del Poder Ejecutivo o del Senado; 25 están con concursos en trámite; y 44 aún no se han concursado.

El sistema aprobado el día de hoy apunta a seleccionar fiscales que cuenten con aptitudes adecuadas a procesos más modernos, pero también más complejos jurídica y técnicamente, con funciones cada vez más flexibles, y que sean capaces de intervenir en cualquiera de las etapas de un caso. En consecuencia, se revierte el orden de las etapas, priorizando la evaluación de las pruebas de oposición por sobre la evaluación de los antecedentes. Se contempla un filtro intermedio —sólo aquellas personas que superen un puntaje mínimo de la prueba escrita podrán rendir el examen oral—, y se prevé que para todos los concursos de fiscales con competencia penal el examen oral ya no será teórico o temático sino la preparación y exposición de uno o más actos procesales determinados en función del cargo concursado, referentes a expedientes reales.

El nuevo procedimiento será más transparente. En este sentido, se fortalecen las garantías de imparcialidad del tribunal colegiado —que se integrará por cinco fiscales, tal cual indica la Ley Orgánica del Ministerio Público— al establecerse el sorteo previo del expediente para el examen, un sistema anonimato en la corrección y el registro fílmico de las pruebas orales. Además se mantiene el carácter obligatorio y vinculante del dictamen final del tribunal respecto de la Procuradora General. Asimismo, se robustece la figura del jurista invitado, quien ahora podrá ser escogido entre profesores titulares de universidades públicas y expertos de amplia trayectoria que representen a instituciones especializadas de la administración de justicia. De esta manera, se propicia una mayor participación ciudadana en el mecanismo de selección de fiscales, dentro de los límites que permite la ley vigente.

Para asegurar igualdad de oportunidades, se estableció mayor difusión de las convocatorias y se eliminaron requisitos que demandaban gastos exorbitantes que sólo podrían ser afrontados por quienes cuenten con los recursos económicos necesarios. Al modernizarse el procedimiento, se regula, por ejemplo, la posibilidad de la inscripción por correo electrónico, las notificaciones electrónicas, la entrega de copias digitales en lugar de impresas, entre otras reformas.

Por último, el nuevo reglamento contiene modificaciones de estilo y edición respecto al anterior, de modo de adecuar el texto a un lenguaje respetuoso de la igualdad de género. En el mismo sentido se reorganizaron artículos, se simplificó la redacción y se incorporaron títulos al articulado para facilitar su comprensión.