Esta mañana, la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, tomó juramento a once de los 29 nuevos fiscales designados recientemente por el Poder Ejecutivo. En un auditorio colmado, la titular del Ministerio Público, puso en funciones a los representantes del Ministerio Público quienes fueron nombrados luego de la realización de los respectivos concursos de oposición y antecedentes.
Gabriel Pérez Barberá y Carolina Robiglio estarán al frente de las fiscalías N°1 y N°2 ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico, respectivamente; Marcelo Agüero Vera tendrá a su cargo la Fiscalía ante los Tribunales Orales de ese mismo fuero; Rafael Vehils Ruiz, se desempeñará en la Fiscalía ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Catamarca; Franco Picardi y Paloma Ochoa estarán al frente de las fiscalías N°5 y N°10 ante los juzgados nacionales de primera instancia en lo criminal y Correccional de la Capital Federal, respectivamente; Mariela Labozzetta encabezará el equipo de trabajo de la Fiscalía N°2 ante los juzgados federales de primera instancia en lo criminal y correccional de Morón; María Ángeles Ramos estará a cargo de la Fiscalía con asiento en Tandil ante los juzgados federales de primera instancia de Azul; Laura Roteta y Ana Miriam Russo ejercerán en las fiscalías N°1 y N°3 ante los juzgados federales de primera instancia de La Plata, respectivamente, y Santiago Eyherabide será fiscal ante los juzgados federales de primera instancia de Azul.
Durante la gestión de la procuradora general de la Nación, se incorporaron 76 fiscales y se convocaron 17 concursos para proveer 65 vacantes, al tiempo que se concluyeron y aprobaron los trámites de 23 concursos para proveer 72 vacantes, cuyas ternas fueron elevadas al Poder Ejecutivo Nacional. En las próximas semanas, se tomará juramento a otros 18 fiscales cuyos pliegos fueron aprobados por el Senado de la Nación el 27 de mayo pasado. Además, la puesta en vigencia del nuevo reglamento de Concursos permitió la implementación de un sistema de selección más eficaz y rápido, siendo posible tramitar los concursos en periodos inferiores a un año.