El 14 de abril, el Juzgado Federal nº 3 de Mar del Plata realizó el pedido formal de extradición por la vía diplomática del ciudadano español Francisco José Carlos Serrano, acusado de integrar una red de trata que funcionaba con conexiones entre Argentina y Madrid, detenido el 8 de abril por las autoridades de Interpol Madrid. La detención con fines de extradición fue solicitada el pasado 18 de febrero por el fiscal Federal de Mar del Plata, Pablo Larriera, y el titular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), Marcelo Colombo, al juez Inchausti. Se trata del primer caso de trata de personas en el que se requiere desde Argentina esta medida contra un ciudadano español.
Según el tratado bilateral que rige las extradiciones entre España y Argentina, nuestro país tiene un plazo de 45 días para remitir a España todos los recaudos formales para que la justicia ibérica evalúe la procedencia del pedido.
Una vez que la Cancillería diligencie la solicitud del juez, comenzará el proceso español para definir si Serrano Sanz esperará detenido la resolución del pedido o si lo hará en libertad.
Serrano está acusado de haber participado en la captación y traslado de siete mujeres argentinas desde la ciudad de Mar del Plata hasta Pedrezuela, en las afueras de Madrid, a través de una falsa oferta laboral, abusando de la situación de vulnerabilidad de las víctimas.
La imputación contra Serrano Sanz
Serrano Sanz fue imputado como socio comercial de Luis Germán Ituarte, principal imputado procesado en nuestro país por esa causa. Se le atribuye haber participado en el tramo del hecho sucedido en la Argentina, con la intención de obtener en España un beneficio económico de la explotación sexual de estas mujeres argentinas.
Dos de las testigos de la causa dijeron haber conocido personalmente en Mar del Plata a Serrano Sanz al ser “entrevistadas” junto con Ituarte para viajar a España, lo cual se encuentra corroborado por su ingreso al país en el mes de noviembre de 2012. Además, todas ellas se refirieron a “Carlos” como el socio de Ituarte que estaba en el prostíbulo “El Mirador” de España, donde fueron explotadas.
Concretamente, los fiscales Larriera y Colombo le imputaron “haber captado, trasportado y acogido, con abuso de la situación de vulnerabilidad en la que se encontraban las víctimas, y con el fin de explotar económicamente el ejercicio de la prostitución ajena en el complejo ‘Club El Mirador’”, ubicado en la ciudad de Pedruezuela, en las afueras de Madrid.
Las víctimas habrían sido captadas en Mar del Plata con la intervención de Gisela Jazmín Sama, Luis Germán Ituarte, Paula Giménez y Francisco José Carlos Serrano Sanz –sin poder descartar, de momento, la participación de otros investigados como Andrea Ituarte y Paola Carboni.
Los acusados habrían engañado a las mujeres a través de falsas ofertas laborales para trabajar en un prostíbulo en las afueras de la ciudad de Madrid, a cambio de una importante suma de dinero en moneda extranjera.
Para ello, gestionaron los pasajes, documentación y pasaportes necesarios para el viaje de las damnificadas en noviembre de 2011 y febrero y septiembre de 2012.
Una vez en España, fueron acogidas y explotadas sexualmente en el mencionado club “El Mirador”, donde debían abonar 50 euros diarios en concepto de alojamiento –circunstancia que no había sido mencionada por los imputados al momento del ofrecimiento. En el lugar realizaban “copas” y actos sexuales a cambio de dinero, que se les retenía casi en la totalidad. Al momento de la oferta en la Argentina se les había dicho que solo se les descontaría un 50%.
Así, la conducta reprochada fue desplegada con abuso de la situación de vulnerabilidad en la que se encontraban las víctimas. Se les retuvo el dinero que recibían a través de los actos sexuales practicados, fueron sometidas a situaciones de violencia ejercida por sus captores y fueron engañadas en las condiciones de la actividad a desarrollar, las comodidades del hospedaje y la promesa de beneficios económicos que en la realidad nunca percibieron.
Concretamente, el aporte realizado por Francisco José Carlos Serrano Sanz consistió en participar en la captación de dos de las víctimas.
Una vez en España, Serrano se encargó de buscar a las damnificadas por el hostal donde se hospedaron al arribar, para trasladarlas hasta el club “El Mirador”, donde las controlaba junto a sus coimputados -Luis Ituarte y Paula Giménez- y empleados de seguridad.
Asimismo, Serrano sería uno de los dueños del “Club El Mirador”, el cual funcionaría bajo una sociedad denominada GESTION DE OCIO 2012 SL., cuyo objeto social refiere a construcción, instalaciones y mantenimiento, actividades inmobiliarias, industrias manufactureras y textiles.