En sintonía con lo requerido desde el Ministerio Público Fiscal, la justicia federal de La Pampa condenó a dos acusados por los delitos de corrupción de menores y trata de personas con fines de explotación sexual. Al dictar sentencia, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal dio por acreditado que entre los meses de marzo de 2013 y octubre de 2014 uno de los imputados –Carlos Saúl Berton, por entonces vinculado sentimentalmente a la víctima- la condujo mediante engaños, amenazas y violencia física desde Santa Rosa hasta la localidad de Alpachiri, para ubicarla en el domicilio del otro acusado, Pablo Werbach, con el objetivo de que ejerciera la prostitución. Entre los elementos probatorios, el Tribunal valoró especialmente el testimonio brindado a través de cámara Gesell por la propia víctima, menor de edad y en situación de vulnerabilidad, el cual, según los peritos psicológicos, presentaba los criterios de credibilidad adecuados de acuerdo a los estándares internacionales.
La investigación se originó a partir de una denuncia en sede policial efectuada por la intendenta del municipio de Alpachiri, ubicado a 139 kilómetros de la capital provincial. La funcionaria local hizo saber en esa ocasión el relato de un vecino –quien había pedido reserva de su nombre- respecto de la existencia de una menor de edad supuestamente ejerciendo la prostitución en el domicilio de Pedro Pablo Werbach. Más aún, una sobrina de este último, integrante del Concejo Deliberante, indicó en la causa que al vivir en la vivienda lindante pudo advertir “movimientos de hombres que entraban y salían, llegaban en auto y a veces caminando, situación que se repetía los fines de semana”. En los posteriores allanamientos, se secuestraron distintos elementos incriminatorios – entre ellos una gran cantidad de preservativos, teléfonos celulares, computadoras, entre otros, - al tiempo que se detuvo a los dos imputados. En la etapa de alegatos, el fiscal general ante el Tribunal Oral de Santa Rosa Jorge Ernesto Bonvehi había solicitado la pena de diez años de prisión para cada uno e inhabilitación absoluta por el término de la pena.
El Tribunal –integrado por los jueces Ramiro Díaz Lacava, José Mario Triputti y Marcos Javier Aguerrido- rechazó por unanimidad los planteos de nulidad solicitados por la defensa de los acusados. “Aquí, claramente se advierte la responsabilidad de mayores, de apartar a la joven de sus vínculos familiares, más allá de la humildad y carencias económicas de su familia que no puede brindarle la educación necesaria y recursos para evitar que hechos de esta naturaleza la afecten. Lo cierto es que por su edad, no resulta responsable de actos que no puede comprender cabalmente y al que justamente por esas carencias y edad, aprovechan personas que carecen paradojalmente de esa probidad mental para amparar a jóvenes perdidos. Resulta intolerable para la ley, tales conductas y debe ser reprochada con todo el peso de la norma”, subrayaron los magistrados.
Así las cosas, Carlos Berton fue considerado autor del delito de corrupción de menores en concurso ideal con el de trata de personas con fines de explotación sexual, agravado por haberse cometido mediando violencia y amenazas, por haber sido consumada la explotación y por ser la víctima menor de edad. En tanto, Pedro Werbach –en cuyo domicilio se consumaba la explotación de la víctima- fue encontrado partícipe necesario del delito de corrupción de menores en concurso ideal con el de trata de personas, y condenado a la misma pena de diez años.