Organizada por el área de salud mental de ATAJO, el martes 15 de noviembre se desarrolló en el salón Nelly Ortiz de la Procuración General de la Nación la primera mesa de trabajo general sobre la problemática del Acceso a la salud y la justicia de los segmentos más vulnerados de la ciudad de Buenos Aires. Participaron representantes de las siguientes instituciones estatales: Defensoría General de Ciudad Autónoma de Buenos Aires; áreas Villas y Salud de la Defensoría del Pueblo de la CABA; hospitales José A. Penna, Cosme Argerich, Parmenio Piñero, Cecilia Grierson y Franciso Santojanni, y Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR). Por el lado de las organizaciones no gubernamentales, estuvieron CAREF, de migrantes; y APPUSAM y Enclaves, de usuarios del sistema de salud mental. El párroco de la villa 1-11-14, Gustavo Carrara, intervino en representación de los Curas Villeros, al tiempo que también acompañaron el encuentro y aportaron sus experiencias especialistas de la Dirección general de Políticas de Género, Dirección General de Orientación, Acompañamiento y Protección a Víctimas (DOVIC) y Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), todas del Ministerio Público Fiscal.
“El objetivo es pensar esquemas de trabajo a futuro, que incluyan proyección territorial. Creemos que el fenómeno de la vulnerabilidad no es sólo un problema de abogados, sino que necesita de intervención multidisciplinaria”, trazó el director de ATAJO, Julián Axat, sobre un fondo donde se leía una cita del médico sanitarista Ramón Carrillo: “Los problemas de la medicina como rama del Estado no pueden resolverse si la política sanitaria no está respaldada por una política social”.
Diagnóstico y propuestas
El encuentro se propuso lograr el intercambio de diagnósticos y propuestas en torno a la dificultad de los sectores más desprotegidos para acceder a dos de sus derechos y servicios fundamentales: salud y justicia. A la vez, se abordó el objetivo de optimizar las formas de comunicación entre los múltiples actores que trabajan sobre la salud en los territorios vulnerables, para alcanzar mejores niveles de interrelación.
Para Fabio Muente, del área de salud mental de ATAJO, “el desafío es desandar la fragmentación que existe entre instituciones estatales, comunitarias y de la Justicia”. Muente señaló que “la intención es hacer un encuentro propositivo y que de aquí a un año tengamos estrategias territoriales que les permitan a los vulnerables llegar más y mejor al Estado”.
A su turno, el padre Gustavo Carrara relató la obra que realiza entre los pobres de la villa 1-11-14, en el Bajo Flores, la parroquia Santa María Madre del Pueblo. “Esta jornada debe avanzar desde el diagnóstico hacia la concreción de soluciones que sean reales, posibles y concretas”, propuso. La institución eclesiástica, de gran vínculo con la comunidad donde se asienta, tiene una escuela y un hogar para jóvenes con problemas de adicción. El cura definió a la salud como “un gesto de amor” y destacó la importancia de la prevención, al tiempo que instó a la creación de nuevos centros de salud en la villa, la ampliación de los ya existentes y hasta sugirió zonas de la extensa geografía del Bajo Flores donde podrían ubicarse los nuevos dispositivos de atención médica.
La titular de la Dirección de Políticas de Género del MPF, Romina Pzellinsky, destacó la labor comunitaria que desarrolla la Red Protege, creada en los barrios por las propias vecinas, y que actúa en la prevención de la violencia de género y la contención de las mujeres que la padecen. Pzellinsky describió el sufrimiento de las mujeres al ingresar en los hospitales e informó sobre los talleres que la Dirección a su cargo brinda para evitar el maltrato en las instituciones médicas.
“Las víctimas nos transmiten las dificultades que tienen para conseguir turnos en los hospitales”, contó Laura Di Bella, de DOVIC, y se comprometió a colaborar en todo lo que esté al alcance de la Dirección en la mejora de la intercomunicación, para “no trabajar como islas”.
Todos los demás participantes coincidieron en saludar la iniciativa de reunirse, y reclamaron una mirada hacia adentro de las instituciones, que permita repensar las prácticas con los vulnerables, respetando los tiempos y las formas de esas poblaciones, porque “la salud es una construcción social”, tal como resumió Teresa Batallán, directora del área programática del hospital Cosme Argerich, del barrio de La Boca.