El juez federal Rodolfo Canicoba Corral, a pedido de la Fiscalía Criminal y Correccional Federal Nº 7, ordenó una serie de allanamientos en locales del barrio porteño de Once, en el marco de una denuncia que había realizado oportunamente la fundación La Alameda, sobre la venta de celulares robados. Durante los distintos operativos se logró secuestrar más de 900 celulares y varios chips.
Los procedimientos se llevaron adelante ayer al mediodía, 27 fueron en la Galería Internacional ubicada en Avenida Corrientes al 2300; allí se secuestraron más de 500 teléfonos móviles. Otros 11 allanamientos fueron en la misma avenida pero al 2400; donde se logró secuestrar 360 celulares, y en la villa 31 se allanó un domicilio donde las fuerzas de seguridad se llevaron 25 teléfonos.
Además, se detuvo a los dueños de los locales allanados a los fines de hacer la correspondiente identificación, y se pudo constatar que varios de los celulares secuestrados provenían de robos. De los procedimientos participaron efectivos de la Policía Federal y de la Policía Metropolitana.
En el marco de la denuncia efectuada por la Fundación La Alameda se realizaron durante el pasado mes de junio cuatro allanamientos por comercialización de estupefacientes y 16 procedimientos relacionados con talleres clandestinos y prostíbulos, en el barrio porteño de Once. En la investigación, participó la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincia (UFECI) que trabajó junto al fiscal Ramiro González. La adulteración del software de los celulares es uno de los focos de la Unidad que preside Horacio Azzolín.