05 de diciembre de 2025
05 de diciembre de 2025 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Investigación del fiscal Martín López Perrando
Identificaron al NN asesinado y enterrado en un chalet de Coghlan: es un adolescente de 16 años desaparecido en 1984
Se trata de Diego Fernández Lima, que era buscado desde el 26 de julio de 1984. Sus restos aparecieron cuando obreros realizaban una medianera en la casa lindera y se desmoronó la tierra del jardín donde vivía un compañero de escuela de la víctima. La difusión del caso y un cotejo de ADN permitieron llegar a su identificación.

Diego “Gaita” Fernández Lima. Así se llamaba el adolescente de 16 años cuyos restos aparecieron el 20 de mayo pasado en el jardín de un chalet ubicado en la avenida Congreso 3742, en el barrio porteño de Coghlan, cuando un grupo de obreros levantaba una pared medianera en la casa lindera que había sido propiedad de la artista Marina Olmi -hermana del actor Boy Olmi-, y que había alquilado el músico Gustavo Cerati, entre 2002 y 2003. La identificación de la víctima fue producto de una investigación -ahora perfilada como un caso de homicidio-, que sigue su curso en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°61, a cargo del fiscal Martín López Perrando.

Los restos del estudiante secundario fueron hallados cuando se produjo un desplazamiento de tierra desde el jardín de la propiedad señalada a la obra lindera de Congreso 3748. Junto a ellos, se encontraron una moneda japonesa, un reloj con calculadora Casio -fabricado en Japón en 1982-, un llavero flotante naranja con una llave, una ficha de casino, la hebilla de un cinturón, la suela de un mocasín talle 41 y una corbata tejida de uniforme colegial. Todos estos elementos ya habían dado una serie de pistas que permitían inferir que se trataba de alguien joven y a fijar en la década del ’80 la fecha en la que se habría producido el crimen.

Fernández Lima era buscado desde el 24 de julio de 1984 y la casa donde estaba enterrado es propiedad, desde la década del ’70, de una misma familia, entre quienes hay un excompañero de colegio de la víctima.

Desde el inicio de la investigación, el fiscal López Perrando le dio intervención al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Los especialistas determinaron que el adolescente fue asesinado de una puñalada en el tórax que dejó una marca en su cuarta costilla derecha. También que, tras el crimen, intentaron desmembrarlo, aunque no pudieron. Tras ello, lo enterraron en una improvisada fosa a 60 centímetros de profundidad en el jardín de la casa.

La difusión mediática que fue surgiendo del caso llamó la atención de un sobrino de la víctima que sospechó que el NN enterrado en Coghlan podía ser su tío desaparecido hace 41 años. Así, sus familiares se presentaron ante la fiscalía y se obtuvo una muestra genética de la madre de Diego -que hoy tiene 87 años- y que, al ser cotejada con sus restos, dio positivo y permitió su certera identificación.

Los restos del estudiante secundario fueron hallados cuando se produjo un desplazamiento de tierra en esta propiedad en obra de Congreso 3748, donde vivió el músico Gustavo Cerati. Foto: M. Pellón.

Compañeros de colegio

Desde el hallazgo de los restos, López Perrando trabajó sobre diversas pistas e hipótesis, pero recién ayer, cuando se difundió públicamente la identidad de Fernández Lima, varias personas se contactaron con la fiscalía para brindar información sobre el caso.

Una de ellas señaló que los propietarios de la casa de avenida Congreso 3742 tenían un hijo -hoy de 56 años- y que era compañero de la víctima en el mismo curso de la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N°36, ubicada en la calle Galván 3710, en el barrio porteño de Saavedra.

Según la fiscalía, este dato había pasado desapercibido para los familiares de Fernández Lima, ya que este compañero no era de su círculo cercano de amistades del colegio ni del club Excursionistas, donde el adolescente jugaba al futbol.

La búsqueda

De acuerdo a lo reconstruido por la fiscalía en función del testimonio de los familiares, aquel 24 de julio de 1984, Diego Fernández Lima volvió del colegio y almorzó con su madre. Luego le dijo que iba a encontrarse con un amigo y le pidió dinero para el colectivo.

Un conocido cruzó a Diego en la esquina de Rómulo Naón y Monroe, en Villa Urquiza y lo saludo. Fue la última vez que alguien lo vio.

Alrededor de las 20.30, como el joven no volvía, sus padres fueron a la entonces comisaría 39 de la Policía Federal a reportar su desaparición, pero allí el caso quedó asentado como una presunta “fuga de hogar”.

Así, comenzó una búsqueda con panfletos pegados en el barrio, al tiempo que trataron de visibilizar su desaparición en los medios de comunicación. Su padre, dio una entrevista por el caso, en 1986, y murió sin saber el destino de su hijo. Por su parte, la madre del joven y sus hermanos, aún lo buscaban.

Si bien por el paso de los años, la acción penal está prescripta, desde la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°61 procuran avanzar con la investigación para reconstruir los hechos y cumplir con la tarea de poder brindarle a la familia de la víctima la verdad sobre lo sucedido.