El equipo del Atajo Rosario intervino en el caso de Natividad, una vecina del barrio “Las Flores Sur”, quien compró una cocina en una importante cadena de venta de electrodomésticos, que jamás funcionó.

Según relató la mujer, la empresa Frávega, donde la mujer adquirió el bien, se negó a cumplir con la obligación de enviarlo a su domicilio, debido a que “el barrio es muy peligroso para ingresar”, por lo que le comunicaron que dejarían la cocina en la avenida Circunvalación, en la entrada al barrio. Así, fueron los propios familiares de la mujer quienes debieron ayudarla para acarrear la cocina hasta el domicilio.

Sin embargo, tras desembalar la caja y proceder a la instalación de la cocina,  Natividad constató que sólo funcionaban dos hornallas y que el horno se encontraba sin la parrilla y demás accesorios, que lo hacían inutilizable.

Cuando la mujer se presentó ante los vendedores de Frávega para reclamar el cambio de la cocina, obtuvo respuestas evasivas. La compra se había pactado en 12 cuotas y fue garantizada con el recibo de sueldo de su hijo, por lo que Natividad cumplió religiosamente con el pago de todas ellas.

Inicialmente, ATAJO se limitó a asesorar a la mujer sobre los derechos que le asistían en virtud de ley de defensa del consumidor y las distintas instancias locales a las cuales podría recurrir. Luego, sus operadores acompañaron a la vecina a cada una de los trámites en queja.

Así, Natividad se dirigió a la Oficina Municipal del Consumidor, donde intentaron acercar a las partes, y finalmente a la Dirección Provincial de Comercio Interior, que además de ensayar un acuerdo puede imponer sanciones a la empresa. Sin embargo, tras el fracaso de todas las instancias de negociación, la mujer decidió accionar penalmente contra la cadena Frávega por estafa , hecho que se materializó presentando la denuncia en el Ministerio Público de la Acusación, quien luego de asignar fiscal interviniente derivó la denuncia a mediación penal.

Al avanzar la investigación de la denuncia en la dirección de comercio y el tratamiento en mediación penal, la mujer alcanzó a obtener por parte de la demandada una propuesta de solución, pero que para la mujer seguía siendo insuficiente: la entrega de un nuevo artefacto, pero no el correspondiente envío a su casa, por la misma excusa: la inseguridad. Finalmente, y luego de casi dos años, la cadena de venta de electrodomésticos se dignó a entregar una cocina en perfecto estado, en el domicilio de la compradora.