07 de diciembre de 2025
07 de diciembre de 2025 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Barrio Carlos Mugica: servicios, infraestructura y derechos
Los derechos del consumidor y el acceso a la Justicia
Varias familias de la villa 31, en Retiro, pagaban por el servicio telefónico que la compañía Telecom no brindaba. El robo de cables era la excusa perfecta para no mejorar las redes, ni extender las conexiones. Presentaciones de ATAJO y posteriores reuniones entre delegados de los vecinos, entidades estatales y la empresa, destrabaron la situación.

Por: Yanina Guthmann *

Una de las características distinguen la vida en las villas es la ausencia o precariedad de los servicios básicos. Muchas veces no hay cloacas, ni agua corriente, a veces no hay luz. El pavimento de las calles, depende el sector, es mínimo, y la recolección de residuos suele ser paupérrima. Pero contra aquel prejuicio sobre sus habitantes, gran parte de ellos paga alquileres (muchas veces altísimos, similares a barrios tradicionales de la Capital Federal) y también las facturas por los servicios que reciben en sus casas. A veces, inclusive, pagan servicios que cesan de recibir.

Habitar esas viviendas muchas veces con problemas graves de infraestructura, resulta un trabajo y un esfuerzo cotidianos, y una lucha contra las más diversas adversidades.

Desde mediados de 2014, ATAJO tiene una agencia en el Barrio Carlos Mugica, ex villa 31, en el galpón del Centro Integrador Comunitario (CIC), Playón Este. Allí, se reciben inquietudes y demandas sobre temas de familia, violencia de género, documentación, violencia institucional, conflictividades múltiples que muchas veces exigen respuestas a medida, específicas, que la Justicia no suele dar o no del modo que se permita la respuesta justa y a tiempo, cuando la necesidad es mucha. Una gran parte de las demandas es individual, pero también surgen algunos temas más colectivos.

A poco de instalarse la Agencia, llegó el eco de varios casos de gente que pagaba el servicio de Telecom pero que no tenía la debida línea telefónica. El problema se extendía por vastas zonas de la geografía de la villa, desde las manzanas 3 a la 14, afectando tres barrios: Playón Oeste, Ferroviario, y Cristo Obrero. Las 11 manzanas comprendían unas 250 familias.

Los usuarios que pagaban el teléfono pero no tenían línea, recibían ante los reclamos una única respuesta: “Se roban las cables; ahí no volvemos”. Muchos habitantes, afectados por el problema, ni siquiera podían conseguir un número de reclamo que les evite la llegada de la bendita factura, cada mes. La empresa parecía blindada. Si bien era cierto que existía un problema respecto de la seguridad de los cables, los usuarios no eran los responsables; y eso tampoco podía soslayar el hecho de que la empresa estaba cobrando por un servicio que no estaba prestando desde hacía ya varios meses.

Visibilizar el problema

Uno de los grandes desafíos del acceso a la Justicia es poder visibilizar situaciones que afectan a poblaciones vulnerabilizadas, situaciones muchas veces crónicas o de larga data que, a veces, no encuentran solución por estar en las márgenes (de lo posible).

El 29 de diciembre de 2014, a poco de terminar el año, gracias a la intervención de ATAJO, y mediante un relevamiento de los casos y presentaciones ante la Defensoría del Pueblo, la compañía telefónica se hizo cargo y comenzó a reparar la contingencia, reestableciéndose poco a poco el servicio que, desde aproximadamente el mes de mayo, estaba cortado.

Actualmente hay varias manzanas del barrio Cristo Obrero (11, 12, 13 y 14) con el servicio en funciones, y antes del comienzo del mes de marzo se estaría finalizando la restitución del servicio en las demás. También se les darían nuevas líneas a 50 familias de las manzanas 7, 11 y 14.

Articulación estatal y comunitaria

¿Cómo se logró esto? Con articulación entre actores y perseverancia. La presencia de ATAJO en el territorio de a poco modifica la trama de las demandas y reclamos, y los circuitos de la información.

Ya en mayo del año pasado, un delegado de las manzanas afectadas había presentado en la Defensoría del Pueblo un acta dejando constancia del tema, con diez firmas. Sin embargo, este reclamo ni siquiera había ingresado con número de expediente.

En agosto, ATAJO presentó una nueva demanda. Esta vez con 120 firmas. La intervención fue clave, ya que se acercó la información de todas las manzanas damnificadas. Con esta presentación el trámite se inició formalmente y se generaron reuniones conjuntas entre la Defensoría del Pueblo, la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC), representantes de Telecom, ATAJO, y delegados del barrio. Finalmente, al cabo de dos reuniones se logró revertir la primera situación, esto es, el cobro por parte de la empresa de un servicio que no estaba ofreciendo.

En estas reuniones también se discutió el reembolso para quienes ya habían pagado por un servicio inexistente, así como la posibilidad de reestablecer el mismo, e inclusive de instalar nuevas líneas que permitan mayor responsabilización de los habitantes por el cuidado de los cables ante los robos. En la villa 31, la compañía telefónica ya no estaba dando nuevas líneas bajo el argumento de la saturación del sistema.

Por estos días los técnicos de Telecom se encuentran en la villa trabajando y poco a poco las familias volverán a contar con un teléfono de línea, que para muchos vecinos y vecinas representa su única posibilidad de comunicación.

Asimismo, los avances en la resolución de este conflicto, alientan a los habitantes de la villa a concurrir a la agencia ATAJO, donde también se hicieron presentaciones por otros temas de infraestructura, como cloacas, aún pendientes de resolución.

* Integrante del área de producción de información e investigación del programa ATAJO