Días antes del comienzo de la feria judicial de julio, el titular de la Dirección General de Acceso a la Justicia del MPF, Julián Axat, encabezó la presentación de los materiales sobre “Jóvenes y fuerzas de seguridad” y “Allanamientos”, elaborados conjuntamente por ATAJO y la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin).

El encuentro se realizó en la sede Barracas del Centro de Innovación y Desarrollo para la Acción Comunitaria (CIDAC), dependiente de la Secretaría de Extensión y Bienestar estudiantil de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. La organización corrió por cuenta del ATAJO de la villa 21-24, ubicado en la avenida Iriarte al 3500, en cuya sede se reciben frecuentemente consultas sobre situaciones conflictivas con las fuerzas de seguridad.

Los instructivos contienen información actualizada sobre los derechos que le asisten a la población ante un procedimiento de alguna fuerza de seguridad, y el detalle de las herramientas legales con que cuentan los sectores vulnerables frente a un hecho de violencia institucional.

Durante la presentación, Axat explicó los objetivos funcionales de la Dirección su cargo, de cercanía con los segmentos sociales más postergados, en contraposición con “el Palacio, que siempre pensó la Justicia desde la distancia y la toga”.

Acompañaron a Axat, la secretaria de extensión universitaria de esa casa de altos estudios, Ivanna Pletz; Marcos Cane, del colectivo de estudiantes Limando Rejas, y el músico Lucas García, referente del grupo de raperos “Mi cara, mi ropa y mi barrio no son delito".

Para el titular de las agencias ATAJO, “nuestras oficinas en los barrios permiten vincular al territorio con la Procuvin y dar respuesta jurídica en menos de 24 horas ante situaciones de violencia institucional”.

“Si bien se presume que todos conocen el Derecho, esto no es así. El Derecho es opaco y distante”, concluyó Axat, quien celebró el hecho de “unir territorialidades universitaria y judicial”.

La Universidad en el territorio

Al momento de presentar la actividad, la secretaria de extensión universitaria de la Facultad de Filosofía y Letras la UBA, Ivanna Pletz, destacó que la propuesta se enmarcaba “en el proyecto de territorialidad de la universidad pública, porque la universidad puede aportar a los procesos sociales y eso mismo puede sumar los problemas del territorio a la agenda de la universidad”.

Para Marcos Cane, de Limando Rejas, “son inescindibles la violencia policial y carcelaria, y la violencia judicial, su desidia. Esa violencia sirve para el control social de los vulnerables”. El colectivo estudiantil está conformado por personas que estuvieron privadas de libertad, familiares y víctimas de violencia institucional y otras comprometidas con el pleno ejercicio de los derechos humanos de quienes viven o han vivido el encierro carcelario.

Finalmente, el músico de rap Lucas García señaló que “pensamos cómo generar conciencia sobre la violencia institucional a través de actividades y ahí surgió el rap; porque antes a los perros les ponían bozal, pero ahora se los sacaron”.

La actividad ofició, al mismo tiempo, de cierre de la serie de talleres para promocionar derechos que ATAJO realizó durante el primer semestre del año en el centro Cambalache, a cargo del músico de rap Sergio Sandoval.

El final de la jornada consistió en un set de rap a cargo del colectivo de hip-hop “Mi cara, mi ropa y mi barrio no son delito”.