El auditorio de la Unidad Fiscal Especializada en Cibercrimen (UFECI) es desde ayer el escenario de una capacitación sobre investigaciones de hechos criminales en el ecosistema fintech y con la utilización de criptoactivos, que se llevará a cabo a lo largo de cinco encuentros consecutivos de tres horas cada uno.
La actividad, que se desarrolla hasta el viernes en el auditorio del segundo subsuelo de Sarmiento 663 de la ciudad de Buenos aires, está destinada a empleadas/os, funcionarias/os y magistradas/os del Ministerio Público Fiscal y tiene como objetivo que analicen y comprendan el funcionamiento de bitcoins y blockchains y sus marcos regulatorios, además del rol de la Unidad de Información Financiera (UIF) y de la participación de las fuerzas de seguridad en las investigaciones que involucren ese tipo de activos virtuales, la colaboración entre los sectores público y privado, y la manera en que son abordados estos delitos en otros países.
La apertura estuvo a cargo del titular de UFECI, Horacio Azzolin; del director del posgrado de CiberCrimen y Evidencia Digital de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Marcos Salt; del titular del Juzgado Nacional en lo Penal Económico N°8 Gustavo Meirovich, y del prosecretario administrativo de ese juzgado, Juan Ignacio Starcembaum, organizador del ciclo.
En su intervención, Azzolin destacó la importancia de esta capacitación: “Trabajamos este tema diariamente y cada vez son más los casos”, dijo. En ese sentido, destacó que el Ministerio Público Fiscal, el Poder Judicial y el Ministerio Público de la Defensa no deben ser ajenos a este fenómeno. “Como operadores del sistema de justicia no podemos poner una barrera tecnológica frente a esto y no avanzar, porque todo está pasando por ahí; siempre hay un punto que termina en cripto, así que tenemos que estar a la altura del desafío”, planteó el fiscal general.
Por su parte, Salt enfatizó su intervención en la importancia de la evidencia digital en las investigaciones y marcó que no debe ser solo un tema pertinente a fiscalías especializadas en ciberdelincuencia. Al respecto, señaló su vinculación con los activos digitales: “Hoy es un nicho que está solo para especialistas y que de a poco se va a ir generalizando. Va a ser muy difícil que no haya procesos penales en donde no tengamos evidencia digital, transacciones financieras donde en algún momento pasemos también a conocer el mundo criptoactivos”.
Después de que Meirovich destacase la importancia de las transiciones tecnológicas a las que los operadores del sistema de justicia deben adaptarse, tomó la palabra Starcembaum, que ubicó a la primera transacción de bitcoins, celebrada el 12 de enero de 2009, como un hito de la historia moderna. “En estos quince años el mundo se transformó. Los criptoactivos llegaron para quedarse, y para ello debemos saber qué son, dónde están, cuánto cuestan, para qué sirven y por qué los malos los quieren usar para cometer delitos o lavar su dinero”, agregó. En ese sentido, remarcó que, de acuerdo a un estudio de Naciones Unidas, durante los próximos cinco años el 90 por ciento de los delitos será cometido a través de las tecnologías, lo que demanda un nuevo desafío para los operadores judiciales.
La capacitación contempla distintos aspectos vinculados a los criptoactivos y su implicancia en distinto tipo de delitos. Incluyen introducciones al mundo del bitcoin y la criptografía, los actores del sistema fintech y el marco regulatorio de las criptomonedas en la Argentina.
Las jornadas también prevén paneles sobre investigaciones con herramientas de trazabilidad, lavado de dinero a través de criptoactivos, el rol de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y de las fuerzas de seguridad en estas investigaciones, y los aspectos investigativos en causas criminales complejas. Por último, se abordará el rol de la Oficina del Departamento del Tesoro (IRS, por sus siglas en inglés) en las investigaciones de criptoactivos en Estados Unidos.