Durante abril y mayo en el Hospital Nacional en Red Especializado en Salud Mental y Adicciones "Lic. Laura Bonaparte" se lleva adelante el Conversatorio de Géneros - Dispositivos y cuidados en situaciones de violencia de género, en el que se propuso trabajar su relación con el consumo problemático de sustancias. La Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC) participó del primer encuentro del ciclo, realizado el jueves 29 de abril.

El conversatorio del que participó el área del MPF abrió con la pregunta “¿Donde está Tehuel?” -el joven trans que fue visto por última vez el 11 de marzo en San Vicente, provincia de Buenos Aires-, a la que adhirieron todas y todos los asistentes. Luego disertaron las integrantes de la Línea 137 del Ministerio de Justicia y DDHH Mariela Bañares, coordinadora de los equipos móviles de asistencia a víctimas de violencia familiar y sexual, y Paola Mercado, integrante del mismo equipo. Contaron que el programa fue creado por Eva Giberti en 2006 y que atiende consultas las 24 horas los 365 días del año. Allí se evalúa el riesgo por medio de la escucha activa de los llamados de las víctimas en todo el territorio nacional, a partir de la cual se despliegan diferentes dispositivos de ayuda.

Luego hicieron lo propio las integrantes del Programa de Atención a Víctimas de Violencia de Género de la DOVIC Rosa Matilde Díaz, Daniela Pérez y Laura Di Bella. Su exposición tuvo el objetivo de visibilizar el trabajo que realiza el MPF y profundizar los lazos institucionales. Para ello se centraron en tres momentos: especificaron el trabajo que se realiza en DOVIC, desarrollaron las etapas del proceso legal en sí mismo y expusieron un caso donde la problemática del abuso de sustancias estaba presente.

Las profesionales de DOVIC resaltaron el trabajo interdisciplinario con la intención de abordaje integral, que enriquece la intervención y permite la deconstrucción de cuestiones muy arraigadas desde los órganos judiciales que intervienen en los procesos, permite trabajar para disminuir las asimetrías de poder con las que llegan las personas al Ministerio Público y evitar procesos de revictimización.

En ese sentido, destacaron que un aspecto crucial en el trabajo es el testimonio de la víctima y qué sucede cuando tiene un problema con el consumo de sustancias, al ser en muchos casos la única testigo de los hechos denunciados en el proceso penal. La complejidad en estos casos, los olvidos, silencios y el trastabillar en el discurso hace a la dimensión de lo traumático. Poder acercarle a las/os operadores de justicia este enfoque puede ayudar a una intervención exitosa que muestra un camino y reinvindica el trabajo articulado, resaltó la DOVIC.

El caso sobre el cual se expuso correspondió a una mujer que fue victimizada, y en ese momento estaba bajo el efecto del “paco”. Tenía dificultades para recordar lo que había pasado y la fiscalía requirió la intervención de la DOVIC, ya que tenía dificultades para contactarla y era muy importante contar con su participación en el proceso penal, debido a la gravedad de los hechos investigados. El área especializada del MPF facilitó el armado de redes, y una vecina pudo acompañar a la víctima. De esa forma logró declarar y posteriormente se obtuvo una condena por hechos de violencia sexual. Sobre ese punto, se hizo hincapié en la necesidad de contar con más redes de apoyo en la búsqueda de justicia.

El encuentro concluyó con la respuesta de las expositoras a las preguntas de los y las participantes. Previamente se resaltó la importancia del enfoque interdisciplinario para lograr acompañar a las víctimas y el trabajo articulado como punto importante del logro de una intervención exitosa.