19 de abril de 2024
19 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Declararon dos ex policías en el juicio por el encubrimiento del atentado
AMIA: “De Ribelli para abajo no se salva nadie”
El testigo Argentino Lasala le atribuyó la frase al entonces juez que investigaba el ataque a la mutual, Juan José Galeano, para que involucre a otros colegas de la Policía Bonaerense. Además, Oscar Bacigalupo consideró que Carlos Telleldín fue “una víctima más de un proceso irregular”.

El juicio por el encubrimiento y desviación de la investigación del atentado a la AMIA continuó hoy, con la declaración testimonial de otros dos ex policías bonaerenses. Se trata de Oscar Bacigalupo y Argentino Lasala, quienes en 1994 se desempeñaban en las brigadas de Lanús y Vicente López, respectivamente. En representación del Ministerio Público Fiscal intervienen los co titulares de la Unidad Fiscal AMIA, Roberto Salum y Sabrina Namer, junto a los fiscales ad-hoc Miguel Yivoff y Fernando Comparato.

“Venía confiado”

En este debate, Bacigalupo forma parte de la querella representada por Juan José Ribelli, junto a otros ex integrantes de la Policía Bonaerense que fueron involucrados. Durante sus más de dos horas de declaración, narró cómo se vinculó un expediente administrativo cuando se desempeñaba en la Brigada de Lanús, originado en 1995 por la detención de Carlos Telleldín, con la imputación de incumplimiento de deberes de funcionario público, asociación ilícita y participación en el atentado a la mutual que en 1994 dejó 85 muertos en los expedientes en los que tenía intervención el Juzgado Federal N°9, a cargo de Juan José Galeano.

Refirió que el primer contacto que tuvo con Galeano fue al término de su indagatoria del 24 de julio de 1996, y que le dio la impresión de que en el juzgado se “cotejaban” su declaración con las de los también policías Raúl Edilio Ibarra y Víctor Cruz, que estimó se estaban produciendo simultáneamente. Allí, fue que se enteró que se lo acusaba del atentado. Sobre ese acto, señaló que funcionarios de la dependencia suprimieron parte de su narración porque eso le convenía “a su madre y ex esposa”. Hasta entonces, “venía confiado” porque pensó que se trataba del sumario administrativo, graficó.

“Pienso que Telleldín es una víctima más de un proceso irregular”, consideró sobre el ex reducidor de autos que fuera sindicado como el último poseedor de la camioneta Traffic con la que se habría producido la explosión frente a edificio de la calle Pasteur. En este juicio, Telleldín está imputado por peculado, es decir, por recibir dinero del Estado para introducir la falsa hipótesis que involucró a los agentes policiales de la Policía de Buenos Aires.

“De Ribelli para abajo no se salva nadie”

Tras un cuarto intermedio, a las 14:30 comenzó la declaración testimonial de Argentino Lasala, otro ex policía que estuvo detenido por su desempeño en la Brigada de Vicente López.

Ante las preguntas de las partes, explicó que participó de un operativo del que Telleldín logró fugarse, días antes del atentado. “Eso fue todo, nunca más lo vi. Hasta que nos involucraron de manera maliciosa. Ahí empezó mi calvario”, añadió.

Luego refirió que después, al tomar conocimiento de las detenciones de sus colegas, se presentó espontáneamente en el juzgado federal. “Quiero que firmes unos papeles” y “de Ribelli para abajo no se salva nadie”, fueron algunas de las frases que le habría dirigido el ahora destituido magistrado, lo que el testigo calificó como una “extorsión para que declare una mentira sobre otra mentira”, en referencia a la pista local que involucraba a los agentes. Además, dijo creer recordar que “estaba [el fiscal también acusado en el debate Eamon] Mullen”. En ese sentido, señaló que se negó a convalidar esa versión.

En otro tramo de su declaración hizo alusión a una reunión en la localidad de José C. Paz en la que dos personas le ofrecieron mejoras de su situación personal en la policía -donde había sido pasado a disponibilidad- a cambio de que cambiase su declaración, porque de lo contrario “podía pasarle algo a mi familia”. Una de esos hombres le dejó una tarjeta personal, a nombre de Raúl Pablo Bassani. Por otra parte, mencionó que un compañero de trabajo le sugirió que en caso de acceder a modificar su declaración debería ir a ver a [el entonces comisario Luis] “Vicat”.