En una ampliación de la investigación penal formalizada el 17 de abril pasado contra cuatro efectivos de la Subdelegación de Orán de la Policía Federal, el fiscal federal, Eduardo José Villalba, imputó a otros cuatro policías de esa dependencia en el marco de una investigación de la cual también participan el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) Diego Iglesias y el auxiliar fiscal Matías Alvarez.

Esta vez, los policías imputados fueron David Sebastián Torres, Juan Manuel Rollano Manriquez, Hernán Florentino Arroyo y Sergio Ramón Salinas Núñez, que se suman a Helvio Rodrigo Reyes, Gonzalo Damián Díaz, Robinson Sebastián Orellana y Nicolás Rivero, a quienes se endilgan los delitos de robo agravado, abuso de autoridad y asociación ilícita.

La ampliación de la investigación, tal como sucedió al abrirse el caso, se realizó ante el juez federal de Orán, Jorge Gustavo Montoya, quien formalizó estas nuevas acusaciones e hizo lugar a los diversos planteos solicitados por la fiscalía, entre ellos la prisión preventiva de Torres por un lapso de 30 días.

Desde la PROCUNAR NOA, Villalba junto al auxiliar fiscal Jorge Viltes Monier, iniciaron la investigación a partir de la denuncia de un comerciante de esa ciudad, quien expuso un falso procedimiento llevado adelante por los acusados con el fin de apoderarse de 53 kilos de hojas de coca y la suma de 50 mil pesos.

Tal como lo expuso Villalba al formalizar la investigación penal, todo se desató cuando el comerciante, conocido vendedor de hojas de coca en el norte provincia, subió a las redes sociales una oferta del rubro en días en que el producto, por la pandemia COVID 19, escaseaba y el valor había ascendido.

En ese marco, el comerciante contó que acordó con uno de los policías acusados, Reyes, quien utilizó un nombre falso para pactar la transacción de compra de hojas de coca, un encuentro frente a un corralón de esa ciudad, sobre la avenida Fassio. Según surge de la causa, allí Reyes y Díaz, otro de los policías imputados, se presentaron para adquirir la mercadería, pero apenas cruzaron palabra apareció en escena vehículo no identificado de la Policía Federal, que simulando hacer un procedimiento, se llevó los 53 kilos de hojas de coca y los 50 mil pesos que tenía el comerciante, al parecer, producto de otra venta.

Tras la denuncia del comerciante, la procuraduría especializada avanzó con las investigaciones y pudo reunir otras pruebas, lo que permitió en los últimos días solicitar una nueva audiencia a fin de formalizar nuevas acusaciones que incluyeron a otros cuatro policías más.

El presunto rol de los nuevos acusados

En la ampliación de la imputación, Villalba sumó nuevos detalles respecto a la maniobra que los policías llevaron adelante en torno al comerciante. Sostuvo que antes de acordar el encuentro en el que despojaron de las hojas de coca y el dinero al mismo, Reyes y Díaz se presentaron en el comercio de su víctima, donde le pidieron 15 kilos de su producto, cantidad que no poseía en ese momento. De acuerdo a la exposición del fiscal, posteriormente Reyes, quien se identificaba como “Willy Rueda”, le pidió al comerciante 130 kilos de hojas de coca, aunque finalmente la operación se pactó por una cantidad de 60 kilos, a cambio de una suma de poco más de 200 mil pesos.

Asimismo, el fiscal se refirió a los roles de los nuevos policías acusados. Respecto a Torres, un oficial de mayor jerarquía, indicó que es el propietario del automóvil Peugeot 207, color blanco, utilizado para hacerlo pasar como un móvil no identificado de la Policía Federal. Rollano Manriquez, Arroyo y Salinas Núñez, en tanto, habrían sido quienes junto a Torres viajaban en el auto, realizaron el procedimiento, secuestraron las hojas de coca y se llevaron el dinero del denunciante y la mochila de “Rueda”.

Villalba remarcó que Reyes fue quien se comunicó telefónicamente con el comerciante, encargó el pedido de hojas de coca, hizo el pago de la primera entrega, reclamó el mal estado de la coca y pactó el encuentro para una segunda compra, oportunidad en que simularon el procedimiento.

Al señalar las pruebas reunidas, el fiscal mencionó entre ellas la declaración del testigo de identidad reservada y la del comerciante, cuya descripción de los policías que se llevaron las hojas de coca coincidió con la de los cuatro nuevos imputados, al igual que el auto en que se movilizaban.

Mensaje

Entre otras evidencias, y con el fin de fundamentar la peligrosidad de Torres para la investigación penal en curso, el fiscal reveló la intromisión de éste policía al enviar un mensaje a otro subalterno, quien debía revisar las cámaras del Centro de Monitoreo de las Cámaras del 911 en la escena donde se produjo el despojo de las hojas de coca y dinero del comerciante. “No vayas a ver las cámaras, después te explico, decile al sub que ahí no hay cámaras, es un put… entre ‘el negro’ y Reyes”, fue la orden de Torres al subalterno, hecho por el cual, en su petitorio, Villalba solicitó la prisión preventiva.

Este pedido, al igual que la prisión domiciliaria de Reyes y Díaz, como otras medidas de coerción, fueron aceptadas por el juez Montoya, quien dio por formalizada la ampliación de la imputación penal, al igual que autorizó otras medidas probatorias requeridas por la fiscalía a fin de avanzar con las pesquisas.

El 29 de mayo, en tanto, la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, integrada por los jueces Guillermo Elías, Mariana Catalano y Santiago French, confirmó la resolución del juez federal de Orán, Gustavo Montoya, respecto a la prisión preventiva de Torres.