12 de octubre de 2024
12 de octubre de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Interviene la fiscal Dafne Palópoli
Batalla del playón: pidieron cuatro años de prisión para Adrián Rousseau
Ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº15, la representante del MPF consideró que el líder de la hinchada de Ríver lesionó a dos personas durante el enfrentamiento entre dos facciones de la “barrabrava” del club, en mayo de 2007. Sostuvo que los hechos se dieron por la connivencia de la dirigencia y las fuerzas de seguridad que debían custodiar el Monumental.

La fiscal Dafne Palópoli solicitó hoy que se condene a Adrián Rousseau a cuatro años de prisión por lo ocurrido en la denominada “Batalla del Playón”, ocurrida en mayo de 2007. Durante su alegato, consideró que el acusado es responsable de las graves lesiones sufridas por Carlos Ariel “Urko” Berón y Roque Emmanuel “Rocky” Raposo. Además, le solicitó a los jueces Hugo Decaría, Enrique Gamboa y Cristina Bértola que absuelvan a Matías Goñi y Cristian Pineda.

Al comenzar su alegato, la representante del Ministerio Público destacó el tiempo transcurrido entre los hechos y el juicio, lo que dificultó la obtención de pruebas y testimonios. Cabe destacar que la causa se radicó en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº15 en 2010 y el ofrecimiento de prueba a la Fiscalía fue comunicado a mediados de este año.

Para la fiscal, el 6 de mayo de 2007 la facción de la “barrabrava” que comandaba Adrián Rousseau ingresó al estadio luego del partido que River Plate jugó contra Independiente. Entre 50 y 60 personas, todas encapuchadas, agredieron con armas blancas y de fuego a la otra facción, liderada por Alan Schlenker. “Este tipo de ataques y peleas, con características mafiosas, se daban para discernir quién se quedaba con los negocios que tenía la barra¨, aseguró.

Como consecuencia del enfrentamiento, resultaron heridos Carlos Ariel “Urko” Berón, Roque Emmanuel “Rocky” Raposo, Mauricio Aguirre, Salvador Estrada Vigil y Raúl Alejandro Etcheverry, que falleció en 2009 en un accidente de auto.

La fiscal sostuvo que los hechos no podrían haberse consumado sin la connivencia de la dirigencia de River Plate y de las fuerzas de seguridad que tenían a su cargo la logística del partido. “Todo es difuso y las explicaciones que dieron en el juicio quienes debían controlar son muy vagas”, dijo. Recordó que, a pesar de que el estadio contaba con múltiples cámaras de seguridad, ninguna registró el enfrentamiento: “El presidente de River y la gente del Comité de Seguridad aseguraban que los hechos se habían dado fuera del estadio”. Estas declaraciones se revirtieron luego de que se publicara un video en los medios de comunicación filmado por un espectador donde se observaban los enfrentamientos dentro del predio, en el playón.

Sobre Rousseau, Palópoli consideró que fue él quién arremetió contra Berón y Raposo, luego de ingresar al playón del estadio. “La intención era recuperar las banderas y los bombos y retomar el liderazgo de la barra” explicó. Según Berón, fue el acusado quién le dijo “morite, puto”, mientras lo apuñalaba. Con respecto a la agresión contra Raposo, un testigo aseguró haber reconocido a Rousseau como el que se abalanzó sobre “Rocky” y aseguró que tenía “un arma punzante” en la mano.

Berón ingresó esa noche al Hospital General de Agudos “Ignacio Pirovano” con cuatro heridas de arma blanca. Raposo fue atendido en el mismo centro asistencial y presentaba lesiones en el tórax, el muslo y el pie. Las constancias médicas de las lesiones constan en el expediente y durante el juicio declararon dos médicos que los atendieron y dieron cuenta de la gravedad de las heridas.

Palópoli destacó durante su exposición los testimonios de los policías que declararon en el juicio. Uno de ellos aseguró que eran “pocos, 10 o 15" los que controlaban la salida de los hinchas de River. “No se metan, las cosas son entre ellos” recordó haber escuchado uno de los efectivos. Otro rememoró una frase que decía las personas que estaban en el playón: “Son Adrián y su gente”, al referirse a los que ingresaron. “Este accionar, este plan de ataque, no pudo ocurrir son la liberación de la zona” indicó la fiscal.

“Después de tantos años, la dirigencia y las fuerzas de seguridad, que pudieron beneficiarse de esta empresa criminal, quedaron impunes”, aseveró. Repasó que el daño no contemplaba solo a los heridos sino que alcanzaba a todo el público, “a las familias y a la sociedad que se ve impedida de disfrutar un espectáculo deportivo de manera pacífica”.

Recalcó que Rousseau, acusado por el delito de “lesiones graves cometidas en agresión en ocasión de celebrarse un espectáculo deportivo”, quería mostrar su poderío a través de la violencia y, al mismo tiempo, “recuperar el liderazgo de la barra por cuestiones económicas”.

Las absoluciones

La fiscal sostuvo que Pineda no fue reconocido en ningún momento del juicio como parte de los agresores. Explicó que la única prueba producida fue la ubicar su vehículo en Ciudad Universitaria, donde presuntamente estacionaron los integrantes de la barra brava que luego ingresaron al playón.

Sobre Goñi, sostuvo que no encontraba “pruebas objetivas para acusarlo”, por lo que no se podía aseverar que se encontrara en el lugar de los hechos. Contrapuso los testimonios de las víctimas (que lo reconocieron y aseguraron que lo vieron disparar) con otros dos tetsigos, empleados del club, que aseguraron que estuvo dentro del estadio, acorde a las tareas que debía cumplir por ser parte del área de mantenimiento de River.

Para la fiscal, Goñi era “un barra de escritorio” e indicó que en el allanamiento en su casa se encontraron carnets de otros barras, listados con nombres de integrantes de la hinchada y papeles que lo involucraban como parte del merchandising de “Los Borrachos del Tablón”.

El juicio continuará el próximo viernes 11 de diciembre con los alegatos de Ignacio Irurzun, representante de Rousseau.