La causa comenzó en 2009, luego de que la niña le contara a su madre con una carta lo que estaba sucediendo. Durante su alegato, el representante del Ministerio Público tomó en cuenta las declaraciones que dieron en Cámara Gesell tanto la joven, que en ese momento tenía 12 años, como su hermano de nueve. Esos relatos se vieron fortalecidos con los informes psicológicos que les realizaron a las víctimas a lo largo de la instrucción. Tuvo en cuenta, además, los testimonios del resto de los hijos del ahora condenado, quienes relataron las golpizas y los malos tratos a los que eran sometidos.

El fiscal señaló que en los delitos contra la integridad sexual cometidos contra los dos niños, hubo circunstancias que agravaron la situación: los vínculos entre víctimas y victimario, la convivencia entre ellos y la edad. Cabe resaltar que cuando comenzaron los abusos, la joven tenía seis años y sufrió violencia física, intimidación y hasta un intento de acceso carnal de parte de la persona que debía cuidarla.

Al momento de solicitar la condena, De la Fuente tuvo en cuenta que los abusos se dieron en un clima generalizado de maltrato físico y verbal y que dejaron graves secuelas en la vida de los damnificados.

Al momento de solicitar la condena, De la Fuente tuvo en cuenta que los abusos se dieron en un clima generalizado de maltrato físico y verbal y que dejaron graves secuelas en la vida de los damnificados. También, le requirió a los jueces Federico Salvá, Mariano Chediek y Carlos Renget Mirat que detuvieran al imputado debido a su endeble situación de arraigo, pero los magistrados no hicieron lugar al pedido.

Intervención de la DOVIC

La Fiscalía tuvo contacto con la víctima y su madre cuando la causa llegó a juicio, a través de una visita a la casa familiar. El día anterior a la primera audiencia de juicio, la joven acompañada por su madre le expresó al fiscal su voluntad de presentarse a declarar, por lo que la fiscalía le solicitó al Tribunal que aceptara el testimonio a través de las “cuestiones preliminares”.

A través del Programa Especial para la Atención de Niñas, Niños y Adolescentes Víctimas de Maltrato y Abuso Sexual de la DOVIC, coordinado por María Ana Martínez, le brindaron acompañamiento a la víctima y a su madre, para facilitar sus participaciones durante el juicio. Durante la entrevista previa a la audiencia de declaración, se les explicaron las etapas del proceso penal, haciendo hincapié en el desarrollo del debate. También se realizó contención emocional, para despejar dudas y temores y que se encuentren en las mejores condiciones durante la declaración.

A través del Programa Especial para la Atención de Niñas, Niños y Adolescentes Víctimas de Maltrato y Abuso Sexual de la DOVIC, se le brindó acompañamiento a la víctima y a su madre, para facilitar sus participaciones durante el juicio.

Este proceso fue llevado adelante por la psicóloga Agustina Germade, quién estuvo con la joven durante su declaración. Durante su alegato, De la Fuente destacó la posibilidad que tuvo la joven de relatar ante los jueces lo que había sucedido.