03 de octubre de 2024
03 de octubre de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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La pesquisa por el asesinato de Celina Bergantiños
Crimen de San Telmo: la investigación que derivó en la detención de un sospechoso
Fiscales da a conocer la investigación llevada a cabo por la fiscalía a cargo de Paula Asaro, que llevó a pedir la detención de Miguel Ángel Santa Marinha por la muerte de la joven diseñadora de interiores encontrada sin vida el sábado pasado, en el PH de San Telmo en el que vivía.

La Fiscalía de Instrucción N° 39, a cargo de María Paula Asaro, tomó intervención en el caso el sábado 5 a las 14:30, cuando fue notificada de que había sido encontrado el cuerpo sin vida de Celina Bergantiños en el interior del departamento en el que vivía, ubicado en Bolívar 743 del barrio porteño de San Telmo. De inmediato se constituyeron en el lugar del hecho Asaro junto a su secretario, para supervisar las tareas del personal policial, tomar contacto con eventuales testigos e impartir directivas acerca del rumbo que tomaría la investigación.

El martes -a tres días de comenzada la investigación de la fiscalía junto a la División Homicidios de la Policía Federal y luego de una tarea contrarreloj de colecta de pruebas y testimonios por parte del equipo de la fiscalía para evitar que el imputado se fugara-, la jueza subrogante Silvia Ramond ordenó la detención de Miguel Ángel Santa Marinha -esposo de una amiga de la víctima- a raíz de la actuación y solicitud de Asaro, que también pidió el allanamiento de su domicilio de Monte Grande y el secuestro y requisa de su automóvil Citroën C4.

El testimonio de sus amigos

Santa Marinha pasó a estar imputado por la declaración testimonial de dos amigos, quienes relataron que les confesó ser el autor del crimen. Fue luego del velorio de Celina, que tuvo lugar el lunes en Quilmes. De los testimonios recogidos por Asaro y su equipo se desprende que Santa Marinha los citó el lunes por la noche en una estación de servicio YPF de la avenida Fair, en Monte Grande.

Allí, dentro de la camioneta de uno de ellos, rompió en llanto y dijo "la maté, la maté". En cuanto al móvil del crimen, contó que a su esposa Romina le había faltado una calza en su local de indumentaria, y que él luego descubrió que la prenda estaba en el hogar de Celina. Según la interpretación de uno de los testigos, esa es la circunstancia que lo habría motivado a cometer el hecho. Durante esa conversación, el ahora detenido manifestó en varias oportunidades que quería irse a Uruguay, al campo o a la costa atlántica, pero sus amigos instaron a que se presente en sede judicial.

El testimonio del empleado del garage

La fiscalía obtuvo también el testimonio de un empleado de estacionamiento lindero a la casa de Celina, sobre la calle Bolívar al 731. La persona indicó que un hombre -cuya descripción coincide con las características de Santa Marinha- dejó su auto -un Citroën C4, como el del detenido- durante aproximadamente 40 minutos el miércoles 2, entre las 14.00 y 15.00.

El testigo declaró que dos días después, pasado el mediodía del viernes 4 de octubre, se presentó en el lugar la misma persona. En esa oportunidad llegó caminando; preguntó si contaban con cámaras de seguridad, y ante la respuesta afirmativa, consultó si podía ver las imágenes con su mujer ya que "estaba teniendo problemas de pareja y su esposa no le creía que había estado en el lugar". Ante la negativa se retiró, pero a lo largo del día volvió a comunicarse en otras dos oportunidades preguntando si se le podían entregar los archivos originales en CD.

Sin embargo, la misma persona identificada por el empleado del garage volvió el sábado a las 5 de la mañana, esa vez a bordo del auto. Cuando se acercó a saludarlo, el hombre del auto -que se sospecha sería Santa Marinha- le dio la mano derecha; en ese momento el sujeto hizo un gesto de dolor y le dijo al playero "que le dolía la mano porque le había pegado una piña a la pared".

El testigo narró que esa vez se presentaba con la excusa de que "era cerrajero y que no le correspondía trabajar en esa zona por lo cual, para evitar problemas con su jefe y con sus compañeros de trabajo necesitaba que borraran las cámaras de seguridad del día miércoles". Fue entonces cuando volvió a ofrecerle "todo lo que tengo, todos mis ahorros" para borrar los archivos.

Solicitudes de la fiscalía

Las referencias del informe de autopsia determinan que el intervalo post mortem es de unas 20 horas -con un error posible en más o menos dos horas- al momento en que fue hallado el cadáver de Celina, lo que retrotrae el momento del fallecimiento al viernes 5 de octubre alrededor de las 17:30.

Ese dato resultó determinante para la fiscalía, que evaluó que el sujeto que el viernes concurrió al estacionamiento a pie y el sábado por la madrugada a bordo de un Citroën C4 era el ahora imputado Santa Marinha, lo que lo ubica en la escena del hecho en el momento en que tenía lugar. A eso se le añaden las mencionadas declaraciones de sus amigos, que escucharon de primera mano la confesión.

Frente a lo inverosímil que resulta, hasta el momento, el móvil invocado por Santa Marinha para perpetrar el ataque a la víctima (la supuesta sustracción de las calzas del local), los investigadores no descartan la posibilidad de que entre la víctima y el imputado "hubiese una relación de pareja alternativa".

Con estos elementos, Asaro le pidió a la jueza Silvia Ramond -subrogante en el Juzgado Criminal de Instrucción N° 21- la detención de Santa Marinha para que se le realice un estudio de ADN, a partir del material obtenido en las uñas del cuerpo de Celina; también solicitó el allanamiento de su domicilio, ubicado en la localidad de Monte Grande.

La jueza, que decidió asumir la investigación que había estado en manos de la fiscalía, hizo lugar a la detención, que tuvo lugar el martes y resolvió volver a tomar declaración a los testigos para ratificar sus testimonios. Ayer por la tarde, Santa Marinha se negó a prestar declaración indagatoria.