26 de abril de 2024
26 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Entrevista al fiscal de la causa por la tragedia de Once
Fernando Arrigo: “Por ahora sólo pasamos la parte más dolorosa, la parte de las víctimas”
El representante del Ministerio Público encargado de la acusación en el juicio por el accidente del 22 de febrero de 2012, realizó un análisis de los testimonios de las víctimas, habló del rol del Ministerio Público en el proceso e hizo un balance del debate.

A pocos días de finalizar las audiencias con testigos y sobrevivientes del accidente de la estación Once, ocurrido el 22 de febrero de 2012, el fiscal Fernando Arrigo dialogó con Fiscales y realizó un balance sobre el juicio oral que comenzó el 18 de marzo.

- ¿Cuál es el balance que puede hacer del juicio hasta este momento?

- En este momento, quedan pocos testigos víctimas y algunos testigos que estaban en los andenes. El balance -desde mi punto de vista-, por una parte es triste, lo impresionante de cada uno de los testimonios, y por otro como fiscal, la verdad es interesante. Puedo decir, salvo casos excepcionales, que la mayoría de los testimonios fueron muy contundentes en lo que fue la experiencia, lo que  vieron, lo que pasó. Puedo hacer un balance positivo hasta el momento de las declaraciones de las víctimas

- ¿Cuáles son los ejes en común entre todas las declaraciones de las víctimas?

- En general, todas las víctimas hicieron referencia a que el servicio tenia graves deficiencias, esencialmente en la cantidad de gente que viajaba, la falta de cumplimiento del horario de los trenes, la inseguridad vivida sobre las formaciones. Tanto en la forma de viajar, accidentes frecuentes y falta de información. Salvo excepciones, cuando había un accidente, no informaban qué era lo que pasaba.

En muchos casos, quedaban varados en las estaciones o a veces entre las vías y se autoevacuaban, salían como podían.  La mayoría de las víctimas manifestaron que el  servicio tuvo grandes deficiencias.

Otro de los ejes, en relación al estado de los trenes y que apareció en el relato de algunos testigos, es que durante el inicio de la concesión del ferrocarril  el servicio estaba bien, pero con el tiempo fue empeorando.

- ¿Considera que los testimonios de las víctimas sirvieron para avanzar en la investigación?

- Desde mi punto de vista, sí y mucho.

- ¿Y qué nueva información pudieron relevar? ¿Los testimonios aportaron datos nuevos?

- Bueno, se pudo recolectar mucha información. A partir de las declaraciones de las víctimas, nos enteramos de la falta de control en los accesos a las estaciones. Los testigos relataron que en algunos casos había maquinas, en algunos otros casos había guardas pero que era común que no se controlara. También, de la falta de seguridad en las formaciones: robos, consumo de drogas y bebidas alcohólicas, particularmente en los furgones.

Otro de los datos aportados en los testimonios fue en relación al cumplimiento de los horarios. Se cansaban de pedir el certificado de llegada tarde. También, sobre la cantidad de gente que viajaba en las formaciones, algunos testigos aportaron que la diferencia estaba según cuánto te puedas mover dentro del vagón “si te tenías que quedar quieto, sin agarrarte de ningún lado porque las mismas personas te apretaban, o viajabas cómodo si podías moverte o girar en el lugar”. Otras cosas que resaltaron fue que se viajaba entre los asientos. Donde se podía, se metían.

También, las víctimas dijeron que cuando el tren se cancelaba o suspendían el servicio, se la tenían que arreglar como podían. Pagaban nuevamente el boleto porque TBA no les ofrecía una opción transporte alternativo para trasladarse a destino.

Otra información que aportaron las víctimas, de manera detallada, fue el estado de los trenes, dijeron que estaban en pésimas condiciones, que los vidrios estaban rotos, que faltaban manijas para agarrase y que el furgón era lo peor.  Y algo que nos llamó la atención de muchas de las declaraciones de las víctimas fue que en las horas picos, estaban los trenes en peores condiciones y las formaciones de doble piso estaban en los horarios que viajaba menos gente, sin perjuicio de ellos existieron excepciones aisladas.

Se mencionó también en algún caso que cuando llovía entraba más agua adentro que afuera.

Todos coincidieron en el mal estado de los trenes y su servicio, ¿cómo repercute en las responsabilidades penales de cada uno de los imputados?

- Es importante tener en cuanta que estamos ante hechos con características muy particulares. En términos generales, cómo va a influir lo que dijeron los testigos en cuanto a la cantidad de gente, que el servicio era malo, para cada imputado en particular, se verá en la medida que avance el juicio y produciendo otras pruebas, como hasta ahora en el mismo debate. Esto tiene de particular el hecho de una instrucción tan rápida y son los elementos nuevos que van surgiendo. Y vamos a poder evaluar a quien perjudicará o no su responsabilidad recién al final del juicio, todavía es muy prematuro poder afirmar cómo repercute en cada una de las conductas.

¿Cómo sigue la causa, quienes están previstos que declaren?

- Falta todo el resto de los testigos: quienes estuvieron en el operativo de rescate, los del estado de situación del material rodante, aquellos que estuvieron en la transición de TBA en el 2012, los testigos relacionados con temas médicos, los que trataron el aspecto contable y de subsidios, de descargo y de actuación, y de habilitación y formación de conductores. Por ahora solo pasamos la parte más dolorosa, la parte de las víctimas.

Como representante del Ministerio Público, ¿qué opina que un juicio de estas características, con tanta cantidad de imputados haya llegado a la instancia oral a dos años del accidente?

- Tiene cosas positivas y cosas negativos. De positivo, que los testigos tienen muy fresco todo, para los imputados rápidamente sabrán sus responsabilidades. En relación a la cantidad de imputados es algo que en algunos juicios nos ha pasado, este no es el único. En el juicio de “Lapa” que tuvo esta misma Fiscalía, también había muchos imputados y terminó con condenas para algunos. El juicio del Banco Austral, Austral Bank y Banco de la Ribera eran 21 imputados, en ese caso el proceso había durado 13 años aproximadamente. Yo prefiero que pase poco tiempo y no 13 años. En algún punto, la sanción tarde ya no es sanción y el mismo proceso se convierte en una pena.

Como característica, la verdad, yo prefiero procesos cortos.

En relación a la cantidad de imputados, siempre es más simple un juicio con pocos imputados. Pero es mucho mejor que el espectro de los posibles responsables estén en el juicio y no darse cuenta de que que hay posibles responsables que quedaron afuera porque hay que hacer el proceso de nuevo.