El Tribunal Oral Federal de Jujuy, a instancia del fiscal federal Federico Zurueta, condenó a María Estela Melgar a siete años de prisión y a la pareja compuesta por Aida Paricia Rivera Jativa y Gustavo Ramón Aguirre a 6 años de prisión, por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de personas intervinientes.
El caso fue iniciado en enero pasado, cuando los acusados fueron detenidos en un control vehicular en la localidad jujeña de Pampa Blanca, puesto que uno de ellos llevaba en un bolso paquetes con un peso total de cinco kilos de cocaína.
En el procedimiento, uno de los imputados arrojó tres teléfonos celulares a un costado del camino. Sin embargo, los aparatos fueron recuperados y, posteriormente, fueron clave para el caso.
Tras varios meses de investigación, la fiscalía avanzó hasta la etapa de juicio, bajo las normas establecidas en el Código Procesal Penal Federal, el cual establece para esta instancia un alegato inicial en la apertura del debate; otro al final, respecto a la responsabilidad penal, y, en caso de avanzar, un tercero sobre la determinación de la pena.
Sobre la investigación que se llevó adelante, en tanto, Zurueta explicó que se trató de un proceso exhaustivo y que demandó mucho trabajo por parte del Área de Casos Complejos. En este contexto, destacó la labor de los auxiliares fiscales Federico Casas y Valentina Casali.
El debate
Sobre el juicio oral, en tanto, el fiscal señaló que se trató de un debate encendido, pues las distintas defensas realizaron planteos de nulidades e intentaron sostener otras hipótesis en busca de desincriminar a sus defendidos. Sin embargo, desde la fiscalía se logró rebatir todos los cuestionamientos y ratificar la acusación.
Para ello, y con la asistencia de Casali y la auxiliar fiscal Julieta Souilhé, el fiscal Zurueta resaltó como prueba central el peritaje realizado a los teléfonos secuestrados al momento del procedimiento.
Para explicar el alcance de este análisis, y previa autorización del tribunal, la fiscalía presentó dos peritos informáticos que declararon de manera conjunta y con ayuda de medios tecnológicos, como la proyección de videos, lo cual le permitió poner en conocimiento del tribunal el contenido del estudio realizado y su importancia para probar la teoría del caso.
El tribunal falló en coincidencia con los argumentos y pedidos requeridos por la fiscalía, tanto a la pena como a multas, costas y decomiso de los bienes secuestrados durante la investigación.
En la discusión relacionada a la pena, la fiscalía logró revertir la situación de la pareja acusada, que llegó a juicio detenida en prisión domiciliaria. A pedido del fiscal, el tribunal revocó el beneficio y las dos personas fueron derivadas a un penal.
Transporte en taxi
Al iniciar el debate, que se extendió por cinco jornadas extensas, el fiscal presentó la acusación, instancia en la que explicó a los jueces cómo se produjo la detención de Melgar, Rivera Jativa y Aguirre. La pareja tenía residencia en Salta. Melgar, en tanto, vivía en Longchamps, provincia de Buenos Aires.
Las tres personas acusadas, según lo descripto ante los jueces, viajaban como pasajeros en un taxi que, el 26 de enero pasado, alrededor de las 13.15, fue detenido en un control vehicular de prevención ubicado en la ruta 34, a la altura del kilómetro 1150, en Pampa Blanca.
El vehículo, procedente de la localidad jujeña de San Pedro, se dirigía a General Güemes, en Salta. Durante el control de rutina, Melgar se mostró nerviosa y pendiente de un bolso que llevaba en su hombro izquierdo, lo que alertó al personal de la Gendarmería Nacional.
El fiscal explicó que, en esas instancias, uno de los efectivos advirtió que la pasajera llevaba unos paquetes de color ocre dentro del bolso, por lo cual se hizo la consulta con la fiscalía. El MPF inició su intervención en consonancia con el juzgado de garantías.
De tal forma, al seguir con las medidas de rigor en estos casos, se descubrió que efectivamente Melgar transportaba cinco paquetes de cocaína, equivalentes a un peso de 5 kilos. También se le secuestraron dos teléfonos celulares.
Enseguida, y a partir de expresiones espontáneas de la acusada y el testimonio del taxista, que confirmó que las tres personas abordaron juntos esa unidad en San Pedro, se pudo establecer la participación de Rivera Jativa y Aguirre en el hecho, quienes también viajaban en el rodado.
En ese marco, y en tanto se llevaban adelante las diligencias legales de las detenciones y el secuestro de los elementos que portaban, se descubrió que Rivera Jativa tenía dos cargadores de teléfono pero no los dispositivos.
Ante la sospecha de que podría haberse desprendido de los aparatos, los gendarmes revisaron el lugar donde fue detenido inicialmente el vehículo. En esas circunstancias encontraron otros dos celulares, mientras que un tercero se hallaba en otro sector donde se realizó el control del rodado.
Este hecho fue resaltado por el fiscal en el debate, pues el hallazgo de los tres teléfonos y el peritaje correspondiente permitió probar no sólo la responsabilidad de Melgar en el hecho sino la de la pareja imputada.