23 de abril de 2024
23 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Se realizaron los alegatos de la Fiscalía y la querella
Mónica Cuñarro pidió 14 años para uno de los integrantes de "La 12"
La fiscal solicitó la pena para Hugo Melo, a quien considera responsable del intento de homicidio de Richard Laluz Fernández. La querella, por su parte, requirió 12 años para Rafael Di Zeo, el otro imputado en la causa.

La fiscal ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°1, Mónica Cuñarro, solicitó la pena de 14 años de prisión para Hugo “Polilla” Melo, acusado de dispararle a Richard Laluz Fernández, en un episodio que habría ocurrido en la madrugada del 12 de marzo de 2011, en el local bailable “Cocodrilo”. Por su parte, Rafael Di Zeo llegó al juicio acusado por la querella y no por el Ministerio Público por lo que Cuñarro se vio impedida de formular acusación contra el referente de la hinchada de Boca Juniors. “Esta fiscalía no va a mirar este hecho como uno aislado sino como una empresa criminal”, adelantó la magistrada al comenzar su alegato. Además, citó otras causas como por ejemplo la de Alberto Otazú -condenado por tenencia de armas y encubrimiento-, el triple crimen de Unicenter, la asociación ilícita por venta de entradas, entre otras, para contextualizar el hecho y pidió que se tenga en cuenta ese contexto a la hora de juzgar los hechos. “Estos casos han provocado un total de 200 muertes”, añadió . “Este grupo de simpatizantes no defienden colores sino ‘la caja’, el efectivo. Se trata de una ‘estructura piramidal’”, precisó.

A la hora de relatar los hechos, Cuñarro detalló que en 2010 quedaron en libertad Di Zeo y luego Melo. Para la fiscal, Di Zeo “lo cobijó” a Melo  pero otros integrantes de “La 12”, intentaron desplazar su liderazgo. La representante del Ministerio Público hizo una cronología desde el regreso a la democracia hasta hoy tanto de la legislación internacional, como de la cantidad de expertos que llegaron al país para decodificar el fenómeno, las muertes, las causas criminales a nivel de la justicia nacional y dijo: " tengo expresas instrucciones de la Procuración que en temas de delitos complejos el Ministerio Público debe ser eficiente ". Junto a la fiscal del barrio de La Boca Susana Callejas, relevaron causas en las que aparecen armas que son aptas, pero entre la cadena de custodia y la pericia, son ex profeso rotos sus seguros, o la cola de disparador. Las adulteraciones suelen se realizadas en nichos de corrupción por sectores de las fuerzas de seguridad.

La Fiscalía remarcó que la Procuración General de la Nación tiene por política criminal dar un contexto de crimen complejo a hechos como este, y mostró más de diez causas que por diversos hechos se siguen en tribunales a integrantes de lo que se denomina "La 12".

De acuerdo a la hipótesis de Cuñarro, esa noche Laluz Fernández concurrió al boliche Cocodrilo para intentar un acercamiento con el grupo. Entre la prueba incorporada a la causa se encuentra un video del estacionamiento en el que se lo ve llegar minutos antes de las 3:00 al local ubicado en el barrio porteño de Recoleta. “En el video se ve cómo baja del auto tranquilo y a los pocos minutos se ve gente corriendo que vuelve a buscar sus autos”, afirmó la fiscal.

En ese lapso, según el testimonio de la víctima, llegó a identificar a Melo como el autor de los tres disparos que recibió y escuchar a Di Zeo decir “Dale, tirale, tirale”. La víctima permaneció desmayada en el piso hasta que se retiraron los presuntos agresores. Para la fiscal, Melo disparó a Laluz Fernández estando sentado y con la víctima de espaldas y a menos de un metro de distancia.

Cuñarro destacó una característica que le llamó la atención al escuchar los numerosos testimonios de los empleados del local nocturno: “Hubo una gran cantidad de 'no sé', 'no recuerdo', 'no sé nada'”.  Eso se suma a que apenas unos minutos después de ocurridos los disparos, personal del boliche realizó la limpieza y baldeó la escena del delito. Por ese motivo, tanto la querella como la Fiscalía remarcaron el posible encubrimiento debido al vínculo entre el dueño del lugar, Omar Suárez, con los simpatizantes del club Boca Juniors, y de la Policía Federal.

La fiscal representante del Ministerio Público consideró acreditado que durante esa madrugada se realizaron tres disparos, provenientes de una pistola 9 milímetros, pero el arma no pudo ser secuestrada. “De acuerdo a las pruebas presentadas, tanto las del Hospital Rivadavia, como la del Cuerpo Médico Forense como el testimonio del doctor Solari, la víctima recibió heridas de arma de fuego que le impidieron que vuelva a caminar”.

Uno de los argumentos de la defensa fue que Melo no sabía manipular armas de fuego. Sin embargo, Cuñarro indicó que el imputado trabajó como empleado de seguridad y que cuenta con un permiso del RENAR que lo acredita como legítimo usuario de una pistola 9 mm., el mismo calibre que se usó para disparar contra la víctima. Otra de las explicaciones del abogado fue que su defendido todos los jueves iba a jugar al fútbol a la localidad de Los Polvorines; sin embargo no pudo constatarse que eso hubiese ocurrido.

Por su parte, la querella pidió 12 años de prisión para Di Zeo y Melo.