Luego de más de dos años de investigación llevada a cabo por la Fiscalía Federal N°2 de Mar del Plata a cargo de Pablo Larriera, el martes pasado se realizaron cinco allanamientos simultáneos en esa ciudad, en los que quedaron detenidas cinco personas imputadas por la comercialización de estupefacientes. Con la colaboración de la Prefectura Naval Argentina y a partir de la información obtenida de abundantes escuchas telefónicas, se logró determinar la operatividad y despliegue en los barrios de zona sur de la ciudad, puntualmente desde los domicilios ubicados en las calles Las Fresias al 6000 (donde vive uno de los acusados de proveer la droga), Diagonal Gascón al 2200 (inmueble que habrían utilizado para fraccionar estupefacientes), Don Orione al 1600 (donde vive un hombre sospechado de viajar para adquirir la mercadería) y Güiraldes al 6600 (lugar que habrían utilizado para guardar la droga).

Desde la Fiscalía señalaron que durante uno de los allanamientos, un imputado intentó descartar un bulto que contenía estupefacientes arrojándolo por sobre la medianera hacia el patio de la casa vecina. Esto motivó que los funcionarios del Ministerio Público presentes pidieran al Juzgado Federal N°3, a cargo de Santiago Inchausti, la inmediata ampliación del allanamiento a esa vivienda, que en total ascendieron a seis.

Gracias a estos procedimientos, se logró detener a cuatro hombres y a una mujer y además se secuestraron armas, dinero en efectivo, celulares, clorhidrato de cocaína y sustancias de estiramiento. También se decomisaron cinco automóviles de alta gama.

El fiscal Larriera señaló que existen importantes pruebas para creer que el principal imputado manejaba una red de transporte que traía la droga tanto desde la Ciudad de Buenos Aires, como desde el cordón de la ciudad de Rosario.

A la vez, en el pedido de allanamiento elevado ante el juez, el representante del Ministerio Público indicó que desde el comienzo de la investigación y hasta que se concretó la medida, los miembros de la organización obtuvieron una “elevada mejora patrimonial”, que Larriera considera que la consiguieron gracias al “fruto del dinero proveniente del narcotráfico”.

En este sentido, remarcó que dos años atrás, los acusados utilizaban un Volkswagen Senda y un Renault Clio. Sin embargo, el martes, algunos de los vehículos secuestrados fueron un Peugeot 408, y otros dos modelo 4008, cuyo valor en el mercado por unidad es de alrededor de 880 mil pesos.

Ayer, los detenidos fueron indagados, pero sólo uno prestó declaración y se desligó de toda responsabilidad por los delitos que se le imputan. Sin embargo, en su domicilio se habían encontrado 25 gramos de cocaína y sustancias de corte.

Finalmente, todos quedaron detenidos hasta tanto se resuelva su situación procesal.