Después de manejar más de 15 horas y 1300 kilómetros desde Chaco, el conductor de un taxi –en el que iban a bordo tres pasajeros- fue interceptado cerca de la medianoche del viernes en el ingreso a la ciudad de Mar del Plata sobre la autovía 2 por la Policía de la Provincia de Buenos Aires, que cumple allí los controles de rutina para dar cumplimiento al aislamiento social, preventivo y obligatorio. Ninguno contaba con las autorizaciones para circulación del Ministerio de Transporte de la Nación, ni tampoco tenían justificación excepcional alguna para circular.

El hecho fue notificado de inmediato a la Fiscalía Federal N°2, de turno durante el mes de mayo, por lo que el fiscal general Daniel Adler, a cargo de la dependencia, solicitó diversas medidas cautelares. En primer término, la declaración indagatoria del chofer del taxi, con domicilio en Mar del Plata, y los tres pasajeros, oriundo de la provincia de Chaco, quienes presuntamente habían contratado el servicio para llegar a la ciudad y poder embarcarse en un buque pesquero.

Por otro lado, solicitó el embargo sobre el vehículo Volkswagen modelo Suran, y que se ordene su anotación por ante la Dirección Nacional del Registro Automotor, donde el rodado posea radicación. Y además, hasta tanto se cumplimente el registro de la cautelar, se  mantenga la retención del auto en la estación Ferroautomotora, con una consigna de Policía Federal, o en su defecto, en el playón municipal.

Por otro lado, y al comprender que el accionar de estas cuatro personas implicaron el despliegue de una serie de recursos estatales -control policial, médico, Municipal, con la exposición del personal actuante que eso significa, en el marco de la pandemia actual-, con los altos costos que ello demanda para el Estado en sus distintas divisiones políticas y territoriales, solicitó Adler se trabe embargo en forma preventiva por la suma de 500 mil pesos y se requiera oportunamente informe al Estado Nacional, Provincial y Municipal, a fin de que determinen los gastos generados por su actuación en el caso.

En esta línea, apuntó que el automóvil fue utilizado para cometer la infracción, por lo que puede entenderse como instrumento del delito en los términos del artículo 23 del Código Penal, y como tal pasible de decomiso.