La Fiscalía General Nº 2 ante los Tribunales Orales en lo Penal Económico, a cargo de Gabriel Pérez Barberá, llevó adelante una audiencia de juicio abreviado mediante plataformas digitales en una causa sobre contrabando de estupefacientes. Previa confesión de los delitos por parte de los imputados, la Fiscalía solicitó que fueran condenados a cuatro años y seis meses de prisión, previa anuencia del defensor. El Tribunal Oral Nº 2 de ese fuero, presidido por Alejandro Zabala, analiza ahora si homologa el acuerdo.

Se trató de un juicio a dos imputados, ambos detenidos en distintas unidades del Complejo Penitenciario de Ezeiza (Unidad 31 y Unidad 1), para lo cual fue habilitada la pertinente feria extraordinaria. Se utilizó una plataforma digital propuesta por el Servicio Penitenciario Federal.

En representación del Ministerio Público Fiscal participaron del acto Claudia Barbieri y Silvana Iannicelli, auxiliares fiscales de la mencionada dependencia, así como la prosecretaria Ludmila Bodichón, quien tuvo a su cargo gran parte de la tarea de coordinación previa. Y se contó, asimismo, con el soporte técnico-informático del Escribiente Santiago Gastón Delgado, que contribuyó de modo esencial a que pudieran ser superadas las esperables dificultades de conectividad que se presentaron durante su sustanciación.

El fiscal Pérez Barberá destacó que “dicha modalidad de trabajo, novedosa y excepcional, tiene como marco la difícil situación que aqueja tanto al país como al mundo a raíz de la pandemia debida a la propagación de la COVID-19. Por eso han sido tenidas especialmente en cuenta las expresas directivas del Procurador General, comunicadas en sus últimas resoluciones, en las que se insta a los fiscales a continuar brindando el adecuado servicio de justicia en cada caso en particular. Para ello han sido puestos a nuestra disposición todos los recursos humanos y materiales con los que cuenta el Ministerio Público Fiscal para llevar adelante sus funciones”.

Y agregó: “La coordinación entre los distintos intervinientes y la preparación del acto no fueron sencillas, dado que cada interviniente se encontraba o bien en las mencionadas unidades penitenciarias, o bien en sus domicilios, trabajando a remoto. Por eso cabe destacar, una vez más, la calidad de esos recursos y los del Servicio Penitenciario, que posibilitaron el éxito del acto”.