El fiscal a cargo de la Fiscalía Federal N°2 de Mendoza, Fernando Alcaraz, le solicitó al responsable del Juzgado Federal N°3 de esa jurisdicción, Marcelo Garnica, la elevación a juicio de dos investigaciones por secuestros extorsivos ocurridos en los departamentos mendocinos de Guaymallén y Las Heras, en julio de 2018 y en marzo de este año, respectivamente. En las causas se contó con la asistencia de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE) que encabeza Santiago Marquevich.
Cautivo en Guaymallén
En uno de los requerimientos, el representante del Ministerio Público Fiscal solicitó que vaya a juicio un hombre que estaba prófugo y era buscado por integrar una organización criminal que llevó a cabo un secuestro extorsivo el 12 de julio de 2018, en el departamento mendocino de Guaymallén.
En la mañana de aquel día, la banda ingresó a la vivienda de un empresario y redujo a un joven y a una empleada doméstica. Descontentos con el dinero que encontraron, decidieron llevarselo cautivo a y exigir dinero por su liberación. Seis de los integrantes de la organización fueron apresados porque aún usaban los mismos teléfonos celulares que utilizaron en el hecho y fueron llevados ya a juicio oral. Sin embargo, uno de ellos permaneció prófugo hasta el 6 de octubre pasado.
Tras ser indagado, se lo procesó y se solicitó su enjuiciamiento por los delitos de "secuestro extorsivo agravado por la intervención de tres o más personas para su comisión, por ser la víctima ascendiente, hermano, cónyuge, conviviente o una persona a la que se deba respeto particular, y por el uso de armas de fuego; y robo agravado por ser cometido en poblado y en banda (artículo 170, primer párrafo, segundo supuesto, con los agravantes del inciso 6, artículo 41 bis, artículo 164 y artículo 166 inciso 2 del Código Penal de la Nación)".
En relación a los restantes implicados, en agosto de 2019, a pedido de la Fiscalía, el Juzgado Federal N°3 mendocino elevó las actuaciones en relación con los restantes integrantes de la organización. Así, en el debate oral en el que intervino la fiscal general María Gloria André, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de Mendoza tuvo por probado el secuestro extorsivo investigado y condenó Nicolás Agustín Leal Rubilar, Héctor Alexis Díaz Mieres y a Germán Ezequiel Ibargoyen a las penas de 15 años de prisión, a Oscar Alberto Traico Yancovich y Jorge Sixto Coria se les impuso una condena de 14 años de prisión mientras que Jonathan Exequiel Tempesti recibió 5 años de prisión.
Secuestro en Las Heras
El fiscal Alcaraz solicitó también que se eleve a juicio la investigación seguida contra tres personas que integraban una organización criminal que secuestro a un joven en el departamento mendocino de Las Heras durante la noche del 16 de marzo pasado.
El día del hecho, la víctima fue a encontrarse con una persona que vendía dos vehículos. Cuando llegó al lugar, el supuesto vendedor le dijo que debían ir a otro lado, por lo que abordaron un automóvil, en cuyo interior se encontraban otros dos sujetos, que lo amenazaron con armas de fuego. Así, fue conducido a una vivienda donde lo maniataron y golpearon. Desde su celular, se comunicaron con los familiares y les exigieron el pago de un rescate, tras lo cual la víctima fue liberada.
Luego de poco más de ocho meses de investigación, la fiscalía logró individualizar a los tres responsables, que fueron indagados, procesados y acusados como coautores del delito de "secuestro extorsivo agravado por la participación en el hecho de tres o más personas y por el uso de armas de fuego (artículo 170, inciso 6, y artículo 41 bis del Código Penal de la Nación)".
En la investigación, el fiscal contó con la asistencia de la División Escuchas Telefónicas y Antisecuestros Extorsivos de la Policía de Mendoza, con la cual coordinaron tareas de investigación para dar con los perpetradores. En ese contexto, y gracias al estudio de las comunicaciones mediante el programa I2 y el análisis de las voces con el software “Indentifier Station Pro” del Ministerio de Seguridad mendocino, se obtuvieron elementos de prueba para tener acreditado el suceso. Estos, sumados a peritajes tecnológicos, ruedas reconocimiento de personas y objetos, y la exhibición de las imágenes de los domicilios sospechados, permitieron establecer la participación de los tres implicados.