18 de abril de 2024
18 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Requerimiento de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°4
Piden enjuiciar a un hombre por apoderarse ilegítimamente de mercadería y privar de la libertad a su transportista
El imputado y un cómplice armados interceptaron a dos hombres que trasladaban mercaderías en el barrio porteño de Flores. Tras privarlos de la libertad, los abandonaron en Villa Celina. La camioneta del transportista apareció abandonada sin la carga en su interior.

La titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°4, Cristina Caamaño Iglesias Paiz, le solicitó al responsable del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°33, Gustavo Pierretti, la elevación a juicio de la investigación seguida contra Diego Martín Pérez, en orden al delito de robo agravado por haberse cometido mediante el uso de armas de fuego –cuya aptitud para el disparo no pudo tenerse por acreditada- y por tratarse de mercadería transportada, en concurso real con privación ilegal de la libertad calificada.

Los hechos

Alrededor de las 9.30 hs. del 15 de octubre de 2015, la víctima circulaba junto a otro hombre a bordo de su camioneta Renault Master cuando se detuvieron en el semáforo de la intersección de las calles Terrero y Beláustegui, en el barrio porteño de Flores, detrás de una camioneta Renault Kangoo de la que descendieron Pérez y su cómplice, armados.

Según la víctima, Pérez se acercó a la ventanilla del conductor y le ordenó correrse, tras lo cual se puso detrás del volante y reinició la marcha, mientras la Renault Kangoo los seguía. Luego se detuvieron en la calle Vallese, donde la víctima y su acompañante fueron obligados a abordar el otro vehículo y recostarse en la parte trasera.

Al cabo de 40 minutos, los delincuentes frenaron su marcha en la localidad bonaerense de Villa Celina, donde liberaron a los cautivos, quienes dieron aviso a personal policial que los trasladó a la comisaría de la zona.

Finalmente, la empresa de rastreo satelital de la camioneta de la víctima encontró la misma con las llaves colocadas, abandonada en la intersección de las calles Teodoro García y Pellegrini, en Ramos Mejía, sin la mercadería que transportaba –la cual consistía en 45 bultos por un valor de $69.673,05-, ni el celular del damnificado.

Personal de la Policía Científica de La Matanza procedió a levantar huellas dactilares del vehículo, las cuales fueron ingresadas en el Sistema Automatizado de Huellas Digitales (AFIS), aunque sin resultados positivos. Sin embargo, un nuevo cotejo con el sistema AFIS Centro permitió individualizar a Pérez y, luego, a través de la consulta en el sistema NOSIS y en el Registro Nacional de las Personas (ReNaPer), se pudo dar con sus datos filiatorios y domicilio, y aprehenderlo.

En su indagatoria, Pérez negó su participación en los hechos y refirió que en aquella época solía frecuentar unos bares emplazados en la intersección de las calles Chilavert y la Avenida General Paz, donde llegó un conocido del barrio, que circulaba en una camioneta utilitaria, pero que no abordó el vehículo.

En base a las pruebas colectadas, la fiscal Caamaño le requirió al juez Gustavo Pierretti, interinamente a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°33, que Pérez sea sometido a juicio oral como coautor del delito de robo doblemente agravado por haber sido cometido con armas, cuya aptitud para el disparo no pudo tenerse por acreditada, y por tratarse de mercadería transportada, todo ello en concurso real con el delito de privación ilegal de la libertad calificada.

En tal sentido, la representante del Ministerio Público Fiscal señaló que “los autores del ilícito se apoderaron ilegítimamente de la mercadería que era transportada por la víctima, de manera tal que el destinatario jamás la recibió”, al tiempo “que la privación ilegal de libertad ha quedado consumada por cuanto Pérez, junto con otro sujeto, privó de su disponibilidad ambulatoria a las víctimas, para lo cual el acusado abordó el vehículo del nombrado en primer término, al mismo tiempo que los apuntaba con un arma de fuego, condujo por un par de cuadras y finalmente, los obligó a que abordaran el otro rodado –el cual era conducido por su consorte-, donde estuvieron cautivos por cuarenta minutos aproximadamente”.