La titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°17, Cinthia Oberlander, le solicitó al responsable del Juzgado Nacional N°44 de ese fuero, Carlos Bruniard, la elevación a juicio de la investigación seguida contra un hombre acusado de asesinar a su pareja, el 18 de junio de 2017, en el barrio porteño de Constitución.

De acuerdo a la acusación, en la tarde de aquel día, en el interior del departamento que compartían en la Av. Caseros 1355, el imputado discutió con su pareja cuando le manifestó que quería terminar la relación. Ante esto, el hombre tomó un cuchillo y la apuñaló repetidamente en el tórax y el abdomen, delante de su hija –de entonces cinco años de edad-, para luego huir del lugar. La niña pidió auxilio y la mujer fue asistida por una vecina que dio aviso a la policía, cuyo personal la encontró apuñalada al lado de la cama. Antes de desvanecerse, la víctima llegó a decirles a su vecina y a los oficiales policiales que había sido atacada por su pareja, circunstancia que fue corroborada por la hija de la mujer. La víctima fue trasladada al Hospital General de Agudos "José M. Penna", donde falleció al día siguiente producto de las heridas recibidas en su estómago y pulmón.

Asimismo, durante el transcurso de la investigación, diversos testigos coincidieron en “la actitud violenta e intimidante del imputado y los gritos que solían escuchar repetidamente en la habitación que ambos compartían”. También las hijas mayores de la víctima sostuvieron que la pareja de su madre la celaba y debía darle muchas explicaciones. De acuerdo al requerimiento de la fiscalía, “los testimonios recogidos ilustraron la actitud controladora, posesiva y violenta del acusado y la clara dependencia económica que compelía a la víctima a ‘soportarlo’”.

En virtud de las pruebas colectadas, la fiscal Oberlander solicitó que el hombre sea sometido a juicio oral como autor del delito de homicidio agravado por mantener con la víctima una relación de pareja y por mediar violencia de género.

En tal sentido, la fiscalía señaló que tanto los vecinos como las hijas de la víctima coincidieron en la descripción del perfil posesivo y violento del acusado, quien se aprovechaba del estado de vulnerabilidad de la mujer -madre soltera y migrante-, y de su dependencia económica, "construyendo así una interacción de sumisión constante que se exteriorizaba, entre otras cosas, en la necesidad de la víctima de tener que dar todo el tiempo ‘explicaciones’ al agresor, incluso cuando viajaba al exterior a ver a sus hijas mayores”.

“La violenta reacción que el imputado tuvo al enterarse que la víctima no quería seguir en pareja con él, golpeándola fuertemente y generándole heridas letales con un cuchillo en zonas vitales de su cuerpo, no hacen más que confirmar la relación desigual de poder existente y la evidente cosificación de la mujer, como objeto de maltrato por su pertenencia al género”, concluye el requerimiento de elevación a juicio de la fiscalía.