La fiscal interinamente a cargo de la Fiscalía Federal de Reconquista, Viviana Bruno Campaña, solicitó la elevación a juicio de la investigación seguida contra Víctor Omar Rodríguez y Zulma Carolina Gómez, en orden al delito de transporte de estupefacientes, luego de que ambos imputados fueran sorprendidos con 101.828,1 gramos (es decir, más de cien kilos) de cannabis sativa.

Los hechos que irán a debate oral sucedieron alrededor de las 14.00 del 10 de agosto pasado, en la ocasión en que personal de la Gendarmería Nacional detuvo un vehículo Nissan Tilda cuando desarrollaba un control público de prevención, en la intersección de la Rutas Provinciales N°3 y N°40, cerca del Paraje Garabato, en el departamento santafesino de Vera. El automóvil era conducido por Rodríguez, quien viajaba junto a su pareja, Zulma Gómez, y las dos pequeñas hijas del matrimonio.

Tras verificar el interior del baúl, uno de los gendarmes advirtió que el paragolpes trasero presentaba una inclinación distinta a la del ensamblado de fábrica. Así, el oficial se acostó en el suelo y vio que el paragolpes presentaba varios orificios donde se observaba una bolsa de nylon. Así, en presencia de dos testigos, el vehículo y sus ocupantes fueron trasladados hacia la Sección Seguridad Vial “Avellaneda”, dependiente de la Unidad de Investigaciones y Procedimientos Judiciales “Avellaneda” de la Gendarmería Nacional.

Al inspeccionar el vehículo, los gendarmes encontraron 147 paquetes –embalados en cinta, papel de aluminio y globos tipo piñata, ocultos en los paragolpes, piso y paneles de puerta del Nissan. El análisis de la sustancia determinó que se trataba de 101.828,1 gramos de cannabis sativa.

A raíz de ello, Rodríguez y Gómez quedaron detenidos, mientras que las niñas quedaron a disposición de la Secretaría de la Niñez y Adolescencia de la Ciudad de Reconquista, donde fueron retiradas por tíos.

En base a las pruebas colectadas, la fiscal Bruno Campaña consideró que los imputados debían ser sometidos a juicio, en orden al delito de transporte de estupefacientes “que se ha configurado por el hecho de que tenían la sustancia en su poder, realizando así el traslado de un punto a otro del país, no requiriendo la ley que los acusados tengan intenciones o que el fin de dicho traslado sea introducirla en la cadena de comercialización, a pesar de que en este caso concreto, analizando la cantidad de estupefaciente secuestrado, resulta claro que el destino era el comercio ilícito de la marihuana”.