24 de abril de 2024
24 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Requerimiento de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°4
Piden enjuiciar al “violador de la máscara” por el abuso sexual a una joven y el intento a otras dos
El imputado, de 61 años, abordaba a sus víctimas en paradas de la línea 107 de colectivos. El 22 de abril pasado capturó a una joven y abusó de ella.

La titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°4, Cristina Caamaño Iglesias Paiz, solicitó al responsable del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°31, Marcelo Conlazo Zavalía, la elevación a juicio de la investigación seguida contra José Luis Lombardi, por abusar sexualmente de una joven e intentar hacerlo con otras dos.

Cuatro horas de calvario

Cerca de la 1.30 del 22 de abril pasado, una joven esperaba el colectivo en la parada de la línea 107 –ubicada en la calle Cervantes, casi Avenida Beiró, en el barrio porteño de Villa Devoto- cuando Lombardi la sorprendió por la espalda, la amenazó con un arma y la obligó a subir a un vehículo, donde le hizo colocarse unos anteojos negros –que le impedían ver- y sacarle la batería al celular, para luego emprender la marcha.

Durante el trayecto, el hombre le dijo que sólo le tomaría fotografías en ropa interior y que, si colaboraba, la liberaría pronto sin lastimarla. Al cabo de unos veinte minutos, Lombardi detuvo la marcha e hizo bajar a la joven para introducirla en una vivienda tipo monoambiente, que parecía estar en las afueras de la ciudad. Allí, le colocó unos auriculares a la víctima, se colocó una media can-can en la cabeza –para no ser reconocido-, le quitó los anteojos y le ordenó que se pusiera la ropa interior que él le entregó. La chica comenzó a desvestirse, pero el imputado le comenzó a quitar la ropa él mismo, tras lo cual le hizo ponerse la ropa interior y le sacó fotografías con un celular.

Al rato, Lombardi quiso besar a su víctima, pero esta le dijo que no era lo que habían acordado, a pesar de lo cual el hombre insistió y abusó sexualmente de ella, en reiteradas oportunidades. Al cabo de cuatro horas, la hizo vestirse, le colocó nuevamente los anteojos y la hizo subir al vehículo, para liberarla en las inmediaciones de las calles Olivera y Ramón Falcón.

Una vez libre, la joven buscó una remisería y fue hasta la casa de su abuelo, desde donde llamó a una amiga, a quien le comentó lo ocurrido y llamaron al 911 para denunciar el abuso padecido. Así, fue trasladada al Hospital General de Agudos D.F. Santojanni, donde la asistieron y le practicaron el “Protocolo de Actuación Médico Pericial para Delitos Sexuales”, lo que permitió constatar que la víctima presentaba lesiones en sus órganos sexuales, al tiempo que se le extrajo material genético para un eventual cotejo con el del agresor.

Intento de secuestro y persecución

El 14 de mayo pasado, alrededor de las 21.15 horas, otra joven esperaba el colectivo 107, en la intersección de las calles Bermúdez y Baigorria, cuando Lombardi la sorprendió por la espalda e intentó subirla a un Renault Clio color bordeaux, que estaba estacionado a pocos metros.

Mientras corría y gritaba por ayuda, la víctima tropezó frente a una pizzería de la calle Bermúdez, donde fue auxiliada por los empleados, al tiempo que Lombardi huía del lugar. La secuencia fue observada por un taxista que decidió seguir al imputado y, así, anotó la patente del vehículo, dato que se incorporó a la denuncia efectuada por la víctima en la Comisaría N°45 de la Policía de la Ciudad.

Un último golpe

Alrededor de las 2 de la mañana del 8 de julio, nuevamente en una parada de la línea 107 –ubicada en la calle Bermúdez, entre Arregui y Lescano- otra joven esperaba el colectivo, cuando Lombardi la sorprendió y la amenazó con un cuchillo de cocina, para que caminara y subiera al Renault Clio, que estaba estacionado sobre el Pasaje Almeira.

Una vez en el lugar, le dio los anteojos para que se los pusiera. Como el hombre tenía problemas para abrir la puerta del vehículo, la víctima aprovechó la oportunidad para alejarle el cuchillo, forcejeó con él, lo empujó, pateó y salió corriendo en busca de ayuda, ante lo cual Lombardi se dio a la fuga.

La patente

La identificación de Lombardi fue posible gracias a que durante el segundo hecho un taxista anotó la patente del Renault Clio. Ante ello, la fiscal Caamaño le encomendó a la División Delitos contra la Salud la realización de una serie de tareas investigativas que permitieron individualizar a Lombardi. En primer lugar, se estableció que el Renault Clio estaba a nombre de una mujer, quien declaró que el mismo era utilizado por su hijo. Las averiguaciones posteriores permitieron establecer que el auto habría sido entregado a una concesionaria ubicada en Morón.

Hasta allí llegó personal policial y encontró el vehículo de Lombardi, ante lo cual uno de los empleados del lugar manifestó que había recibido el Renault Clio como parte de pago por la venta de un Ford Focus, en julio de 2017. Así, se logró establecer que Lombardi estaba domiciliado en la calle Saldan al 2000, en la localidad bonaerense de Ituzaingó, y que trabajaba en una remisería de la zona, al tiempo que se consiguió el número de teléfono móvil y se consultó sus perfiles en redes sociales.

Con todo ello, la fiscal le requirió al juez interviniente el allanamiento de la vivienda, la remisería y la concesionaria, como así también el secuestro de los vehículos vinculados a Lombardi y su detención. En todos los procedimientos se obtuvieron elementos de interés para la pesquisa.

Con el hombre detenido, la fiscalía solicitó la realización de una rueda de reconocimiento de personas en la que participaron las dos últimas víctimas -con resultado positivo- y la extracción de material genético del imputado para su cotejo con el obtenido al momento de asistir a la primera víctima.

A juicio

En base a las pruebas colectadas, la fiscal Caamaño solicitó que Lombardi fuera sometido a juicio oral como autor de “los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia o amenazas, en concurso ideal con abuso sexual con acceso carnal agravado por la utilización de un arma (hecho nro.1); y privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia o amenazas en grado de tentativa en concurso ideal con abuso sexual con acceso carnal en grado en tentativa y reiterado en dos oportunidades (hecho nro. 2 y hecho nro. 3), agravado en este último supuesto por la utilización de un arma”.

En tal sentido, al representante del Ministerio Público Fiscal sostuvo que “al momento de solicitar la detención de Lombardi, se tuvo en cuenta no solo la descripción del rodado y de las características fisonómicas del imputado que brindaron ambas damnificadas (…) las cuales resultaron coincidentes con las que presenta el vehículo como así también el detenido, sino también la descripción del inmueble al que habría sido llevada la primera de las víctimas, que guardaba notables similitudes con aquellas que fueran informadas por personal de la división aludida, respecto al domicilio del imputado”.