09 de diciembre de 2024
09 de diciembre de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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También están imputados el médico que lo revisó y el alcaide de la unidad por encubrimiento agravado
Piden investigar a siete agentes del Servicio Penitenciario de Córdoba por torturas a un detenido
El interno, luego de haber intentado suicidarse y lastimarse la cara, habría sido golpeado y abusado sexualemente por los agentes imputados. Más tarde, lo llevaron a la enfermería donde continuaron los golpes y las amenazas mientras el detenido estaba atado a una cama.

El fiscal federal de Córdoba, Gustavo Vidal Lascano, solicitó que se investigue al agente del Servicio Penitenciario de la Provincia de Córdoba Mariano Borda y a otros seis oficiales de guardia quienes cumplieron funciones el sábado 15 de marzo en el Penal de Villa Dolores. También, pidió investigar al alcaide Ricardo Altamirano en su carácter de director del establecimiento carcelario y al médico de turno del lugar, Guillermo Reales. Todos ellos están imputados en distintos grados por las torturas sufridas por un detenido.

A su vez, tanto el médico Reales, quien habría atendido a la víctima luego de las vejaciones, y el alcaide de la unidad están imputados por encubrimiento agravado, ya que no cumplieron con la obligación de denunciar los hechos.

Sobre la base de esto, Vidal Lascano solicitó que se le tome declaración indagatoria a todos los acusados, junto a otra serie de medidas tendientes a esclarecer lo ocurrido.

Horror en el pabellón

El sábado 15 de marzo, comenzó el calvario de un hombre encerrado en el Pabellón 4 del penal de la ciudad cordobesa de Villa Dolores. El detenido estaba a disposición del Tribunal Oral N°2 de la provincia. Cerca de las 19, la víctima, quien luego denunció las torturas, fue trasladado hasta la puerta del pabellón para recibir medicación.

Inmediatamente después, fue llevado a una sección para internos con dificultades de conducta, ya que había señalado a los oficiales que no podía volver a su pabellón por “serios problemas de convivencia con algunos internos allí alojados”. En ese lugar, el denunciante habría intentado quitarse la vida colgándose de la puerta de la celda con una soga de toalla. Cuando vieron eso, sus compañeros comenzaron a gritar, lo que generó la intervención de los agentes. Los efectivos cortaron la toalla y dejaron al hombre tirado en el piso, sin aire. Según el escrito del fiscal, el hombre se realizó cortes en la cara “con un objeto cortante que podría haber sido un hueso que estaba tirado”, luego de recuperar el conocimiento.

Alertados de esto, siete agentes del servicio penitenciario retiraron a todos los internos del sector, y bajo las órdenes de Mariano Borda, habrían golpeado al detenido. Después, le habrían bajado el pantalón y violado tres veces con un palo de escoba astillado de unos treinta centímetros, que además tenía colocado en un extremo un guante de látex.

A raíz de las lesiones recibidas, el hombre fue llevado a la enfermería del Penal. Allí, estuvo atado de pies y manos a una cama, boca abajo y semidesnudo mientras los siete guardiacárceles le pegaban por todos lados y lo insultaban.  Según el testimonio del detenido, Borda le decía: “te vamos a violar cordobés”, y “si te portas mal te vamos a meter el palo de vuelta y vas a ver que no tenés que venir más acá”. Todo terminó con un baldazo de agua caliente en la espalda. La víctima quedó alojada en la enfermería.

El interno sufrió “hematoma palpebral derecho por contusión craneana de tres días refiriendo ambliopía (visión doble), proctorrogia (hemorragia anal de sangre fresca) y traumatismo mano derecha con impotencia funcional de los últimos tres dedos”, de acuerdo al informe realizado por el médico Eduardo Gasparrini.

La no atención médica y la visita del alcaide

Al día siguiente, el alcaide Altamirano fue a visitar al interno y le habría dicho “que por favor no denunciara a los muchachos, que se les había ido la mano, que tenga en cuenta que tienen familia”. El fiscal Vidal Lascano señaló que el director del penal omitió “denunciar a sus subalternos a la autoridad judicial”.

Asimismo, tanto el día de los hechos, como el domingo y el lunes siguientes, el médico de turno Guillermo Reales visitó a la víctima, supuestamente para constatar la colocación de las vendas. A pensar de las graves lesiones del interno “que fueron luego consignadas por el informe de los médicos forenses de los tribunales Federales de Córdoba”, Reales no dijo nada sobre ellas y sólo se limitó a certificar que en los horarios en los que lo atendió "continuaba en enfermería con las medidas de sujeción”. Sin embargo, el médico habría ido a comprobar el estado de salud del interno, “atento la gravedad de las heridas que presentaba por la golpiza que le habrían propinado los agentes penitenciarios por orden del imputado Borda”.