03 de mayo de 2024
03 de mayo de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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El principal proveedor tenía casi 4 mil pastillas en su casa
Piden juzgar a nueve integrantes de una banda que comercializaba drogas de diseño
El fiscal federal Eduardo Taiano solicitó la elevación a juicio de la causa, en las que además se secuestraron éxtasis, marihuana, armas, dinero y vehículos de alta gama. Se determinó que los acusados conformaron dos cadenas de comercialización, una de las cuales tenía como punto de venta boliches en Palermo y fiestas electrónicas.

El fiscal federal Eduardo Taiano solicitó esta semana la elevación a juicio de una causa que tiene como imputadas a nueve personas acusadas de comercializar éxtasis. El pedido fue realizado por el titular de la fiscalía federal de instrucción N°3, quien durante la investigación contó con la colaboración de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) a cargo de Diego Iglesias, al juez federal Sergio Torres.

En su requerimiento, el fiscal consideró acreditado que C.A.D.L., A.S.G.Q., C.G.R., S.G.G., H.M.R., H.R.C., C.D.G.F., C.S.G.A. y V.B.O. conformaron dos cadenas para la comercialización del estupefaciente. El primero habría sido el principal proveedor de la metilendioximetanfetamina (MDMA o éxtasis), en tanto que cuatro de los imputados venderían “al menudeo” o en boliches y fiestas electrónicas organizadas por ellos mismos en casas-quinta.

La causa se inició en agosto del año pasado, con una denuncia anónima realizada ante la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina, que daba cuenta que una mujer, de nombre Virginia, le habría vendido pastillas a su hijo en el boliche “Mandarine” o “Crobar”, en el barrio de Palermo de la Capital Federal. Así se le dio intervención a la División Precursores Químicos y Drogas Emergentes de la mencionada superintendencia para que lleve a cabo las tareas investigativas. Para ello se realizaron seguimientos, diligencias encubiertas y escuchas directas, además de allanamientos, que redundaron en más de medio centenar de elementos probatorios valorados por la fiscalía. En definitiva, la pesquisa comenzó desde el último eslabón de la cadena y avanzó hacia arriba.

El 17 de marzo de este año se llevaron a cabo una serie de allanamientos en domicilios de la Ciudad de Buenos Aires, Olivos, La Plata e Ituzaingó, que arrojaron como resultado el secuestro de numerosas sustancias estupefacientes, que además de las pastillas de éxtasis incluyó marihuana y ketamina. Se encontraron también armas de fuego, dinero en efectivo y vehículos de alta gama.

Primera cadena de comercialización

En primer lugar “se logró establecer que Alan (…) era quien abastecía de material estupefaciente” a Virginia, para lo que “pactaban encuentros telefónicamente y, en general, le hacía entrega de tales elementos en el domicilio” o en las inmediaciones bajo la modalidad conocida como delivery; asimismo, se determinó que aquél “había distribuido sustancias estupefacientes, de manera conjunta y organizada, junto con C.G.R. y H.R.C.”, en un lubricentro ubicado en la avenida Warnes, donde se desempeñaba laboralmente, que funcionaba como punto de reunión entre ellos.

Por su parte, la fuerza de seguridad interviniente señaló que H.R.C. también se contactaba con S.G.G., quien le abastecía sustancias estupefacientes conformadas con base en cocaína. Taiano pidió que éste hombre sea juzgado también por la tenencia ilegítima de una escopeta Mossberg y un revólver hallados en su domicilio de La Plata.

En otro orden, también se estableció que “Alan” “se proveía de material narcótico” por parte de una persona de apodo “Dátolo”, eslabón a partir del cual los funcionarios policiales intervinientes revelaron la existencia de dos cadenas de comercialización. Finalmente, se determinó que en el eslabón más alto de esta cadena se ubicaba H.M.R.

Segunda cadena de comercialización

Según refirió el representante del Ministerio Público Fiscal, en el eslabón más alto de la segunda cadena se ubicaba el “Colo” -también conocido como “Tano”-, quien proveía de material estupefaciente a “Dátolo”. “A tal fin, entablaban encuentros (…) en el local comercial denominado ‘Pancho 46’, ubicado en la avenida de los Constituyentes y General Paz”, ocasiones en las que se hacía entrega de las sustancias. Finalmente, se estima que “Colo” también abastecía de narcóticos para su posterior venta a un hombre de nombre Carlos, quien concurría en horas de la madrugada a su domicilio particular ubicado en localidad bonaerense de Olivos.

Comprimidos

En la vivienda de quien sería el proveedor principal se encontró una máquina con la inscripción con diez cuños con distintos logos: con la figura de un corazón, el número “125”, la letra “f” similar a la de la red social “Facebook”, el símbolo de la firma “Nike”, una cruz o una línea, lo que permitió inferir “que estaba destinado a la producción en serie de pastillas”, añadió Taiano.

Además, se secuestraron 2161 comprimidos amarillos “con una impresión en bajo relieve con la forma de corazón con presencia de MDMA”; 1599 comprimidos fucsia acuñados con el dibujo de un trébol con presencia de MDMA; 17 comprimidos verdes que presentan acuñado el número “125” con presencia de MDMA y cafeína; 5 comprimidos violetas con presencia de MDMA; troqueles de cartón con  impresión de “un brujo” con presencia de una sustancia similar al LSD; sustancia en polvo de distintos colores, en especial de color amarillo y violeta, balanzas, picadoras, un mortero, tamizadores, magnesio, y numerosas pastillas de ibuprofeno, entre muchos otros elementos. Es decir que los acusados hacían “la entrega de las mismas pastillas de éxtasis que fueran halladas en las viviendas de aquéllos que ocupaban los estratos medios y superiores de las cadenas de comercialización”, precisó el fiscal en el requerimiento.

Apelación

En la causa había dos hombres más procesados por el juez federal Torres -con intervención de la Secretaría n° 24, a cargo de Verónica Bresciani- por la tenencia de otra importante cantidad de pastillas, cuyos componentes -butilona y las drogas 25-I-NBome y 25-B-Nbome- no figuraban en ese momento en el listado de estupefacientes, por lo que se les imputaba haber almacenado sustancias medicinales y mercaderías peligrosas para la salud.

Ante un planteo de la defensa de los acusados, la sala I de la Cámara Criminal y Correccional Federal revocó esos procesamientos y dictó la falta de mérito; semanas atrás, el fiscal general adjunto ante ese tribunal, Carlos Racedo -con la colaboración de la Procunar-, presentó un recurso de Casación contra el fallo que fue rechazado. Tras esa denegatoria, se presentó un recurso en queja que todavía no fue resuelto.