01 de diciembre de 2024
01 de diciembre de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Requerimiento de los fiscales federales Sebastián Basso y Santiago Marquevich
Pidieron enjuiciar a tres hombres acusados de intervenir en cinco secuestros
Se trata de tres de los integrantes de “La banda del Fal”, quienes también participaron en otros hechos delictivos en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense.

Los responsables de la Fiscalía Federal N°1 de Morón y de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE), Sebastián Lorenzo Basso y Santiago Marquevich, le solicitaron al titular del Juzgado Federal N°3 de esa jurisdicción, Néstor Barral, la elevación a juicio de la investigación seguida contra Maximiliano Rodrigo “Pachu” Peñaflor, Alan Ezequiel Dzikoski y Juan Pablo Mendoza, por su intervención en cinco secuestros extorsivos y distintos delitos contra la propiedad.

Los secuestros
Los fiscales Basso y Marquevich les imputaron a Peñaflor, Mendoza, Dzikoski y el fallecido Olivera Acuña haber intervenido –junto a otras personas aún no individualizadas- en cinco secuestros extorsivos ocurridos el 30 de noviembre de 2016, y el 17 y 20 de enero y el 10 de marzo de este año.

El primer secuestro por el que fueron acusados tuvo lugar el 30 de noviembre de 2016, alrededor de las 14.00 cuando, en la intersección de la calle Avellaneda y la colectora de la Autopista Panamericana, en la localidad de Ingeniero Maschwitz, interceptaron a un hombre que circulaba en una camioneta Porsche Cayenne.

Los secuestradores se desplazaban en una motocicleta tipo Honda Transalp, un Volkswagen Bora y un Toyota Corolla. De este último vehículo descendieron dos hombres armados que obligaron a la víctima a pasarse al asiento trasero de la camioneta, para emprender la marcha por la Autopista Panamericana, en sentido a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En un momento del trayecto, los secuestradores obligaron a la víctima a comunicarse con su socio y negociaron el pago de un rescate, cuya entrega se realizó en el puente siguiente al Shopping Las Palmas, en la Autopista Panamericana. Finalmente, el hombre fue liberado en el puente siguiente de dicha autovía, a la altura de la Ruta 25, previo a despojarlo de su camioneta, dinero en efectivo, un reloj, unos anteojos y la documentación de un avión de pequeño porte.

En tres de los hechos “secuestraron a dos personas al mismo tiempo, lo que resulta una práctica no común en delitos como los pesquisados en autos, a excepción, claro está, que se cuente con una aceitada capacidad delictiva", concluyó la Fiscalía.

El segundo hecho ocurrió aproximadamente a las 13.15 del 17 de enero de 2017 cuando, en la bajada del Hospital Zonal de Agudos “Alejandro Posadas” de la Autopista del Oeste, abordaron a otro hombre que manejaba una camioneta Audi Q5. Los delincuentes circulaban en una camioneta Porsche Cayenne -ploteada de color oscuro-, de la que bajaron cuatro hombres armados y lo obligaron a sentarse en el asiento trasero de su vehículo. En esa oportunidad, también se contactaron con un socio de la víctima y le exigieron la entrega de dinero a cambio de su liberación. El rescate se pagó cerca del peaje de Ituzaingó de la Autopista del Oeste y la víctima fue liberada, a unos mil metros del allí, previo a que le sustrajeran el dinero que portaba, unos anteojos para leer y el rodado, el cual fue encontrado el 25 de enero en el cruce de la ruta 201 y el Camino del Buen Ayre.

También, ese día, alrededor de las 14.45, la banda secuestró a dos hombres que se encontraban charlando –uno de ellos a bordo de su BMW 328- en la puerta de la casa del otro, en el barrio porteño de Villa Devoto. Los secuestradores llegaron al lugar en la camioneta Porsche, de la que descendieron dos de los sospechosos y los obligaron a sentarse en la parte de atrás del BMW. Tras ello, se comunicaron con la pareja de uno de los cautivos y le exigieron una el pago del rescate.

La mujer se dirigió al lugar acordado –intersección del ramal Tigre con el Puente Avellaneda- en su camioneta BMW X1. En dicho lugar, uno de los delincuentes la obligó a sentarse del lado del acompañante y también la secuestró, para luego liberarla en la localidad bonaerense de Boulogne junto a las otras dos víctimas. En este hecho, los secuestradores huyeron con el botín y los dos vehículos, que aparecieron –en la tarde de ese día- abandonados en la localidad de Florida.

El cuarto suceso que se les imputa tuvo lugar en la tarde del 20 de enero pasado, cuando con una camioneta Audio Q5 interceptaron a una pareja que circulaba en Volkswagen Golf GTI, en la intersección de las calles Morales y Paso, en la localidad bonaerense de Lomas del Mirador. En esa oportunidad, tres sujetos armados los obligaron a subir a la parte trasera del vehículo y negociaron el rescate con la hermana del hombre.

La Fiscalía enumeró las perticularidades de la organización: "La manera de interceptar a las víctimas activas, el modo de comunicar las exigencias a las víctimas pasivas, la corta duración de los hechos, la cantidad de personas que intervinieron en aquellos, el apoderarse de los vehículos de alta gama de las víctimas, el hecho de que todos los sucesos hayan ocurrido a plena luz del día, y que no le hayan sustraído los teléfonos celulares a los damnificados".

La mujer fue en un remisse hasta la intersección de la calle San Martín y la colectora de la Autopista Panamericana, en Boulogne, donde entregó el rescate a quien se encontraba sentado como acompañante en el vehículo de su hermano. Finalmente, las víctimas fueron liberadas en las inmediaciones del cementerio de Boulogne, previo a que les quitaran dinero en efectivo, joyas y el automóvil.

Finalmente, los fiscales le atribuyeron a Peñaflor, Mendoza y el difunto Olivera Acuña, el secuestro de una mujer y su nieta de 13 años quienes, en la tarde del 13 de marzo pasado, circulaban en una camioneta Audi Q5 –propiedad de la madre de la niña- por la Autopista Panamericana cuando, a la altura del Hotel Sheraton de Pilar, fueron interceptadas por un Volkswagen Golf GTI, del que descendieron tres hombres y las obligaron a ubicarse en el asiento trasero. Los captores se comunicaron con el yerno de la mujer y acordaron el pago de un rescate, el cual no llegó a abonarse, dado que las víctimas fueron liberadas en la localidad bonaerense de Villa Adelina. En este hecho, además, los delincuentes despojaron a la mujer de sus joyas y el vehículo.

Raid delictivo y detenciones

Además de los cinco secuestros extorsivos, los imputados son investigados por la Justicia de La Matanza, por el robo a un hombre y su hijo, ocurrido el 10 de diciembre de 2016 en Ramos Mejía, oportunidad en la que le sustrajeron su Toyota Corolla.

También, la UFI N°2 de Pilar –que depende del Departamento Judicial de San Isidro- investiga su intervención en el robo la sucursal Pilar del Banco ICBC, acaecido el 7 de diciembre de 2016, cuando dos de los delincuentes rompieron con una maza el vidrio del sector del Tesoro y se apoderaron de una caja vacía para la recarga de cajeros automáticos. Tras ello, se dieron a la fuga en un Toyota Corolla.

El 12 de diciembre de 2016, la banda robó un Mercedes Benz C200 Kompressor y se llevó cautivo a su conductor, a quien amenazaron para que llame a su familia y exija un rescate, pero el hombre se negó rotundamente a hacerlo, tras lo cual fue liberado.

Cerca de las 16 horas del 11 de enero pasado, los delincuentes se dirigieron a la sucursal Tigre del Banco Industrial, a bordo del Mercedes Benz. Con una maza, rompieron el vidrio de la entidad y se apoderaron de cuatro casseteras de reposición de dinero de los cajeros automáticos, en cuyo interior había aproximadamente 750 mil pesos. Cuando salían del lugar, los imputados advirtieron la presencia de dos policías, contra los que dispararon, para luego huir en la camioneta Porsche Cayenne.

El 24 de enero, el raid continuó con el robo de una camioneta Ford Ranger, en Castelar, y un BMW 330i en Villa Adelina.

El 30 de enero, con la Ford Ranger, en la localidad de Florencio Varela, interceptaron una camioneta utilitaria Renault Master, en la que circulaba el dueño de una distribuidora de cigarrillos, Aldo Venturini, junto a uno de sus empleados y dos policías que custodiaban la recaudación de 6 millones de pesos. Los delincuentes dispararon más de 180 balas de fal y 9.mm contra la camioneta, causaron la muerte de Venturini y se apoderaron del botín.

El 17 de marzo, en la localidad bonaerense de Carapachay, robaron un Audi A5, mientras que el 22 de marzo privaron de su libertad a un hombre en Castelar, a quien le robaron un BMW 320 y liberaron en la Ciudad de Buenos Aires.

Los fiscales hicieron hincapié en el hecho de que los imputados fueron por algunas de sus víctimas durante las ruedas de reconocimiento.

El 22 de marzo, la camioneta Q5 –sustraída en el último secuestro- fue perseguida por efectivos de la Comisaría N°35 de la Policía de la Ciudad, contra los que los delincuentes abrieron fuego. Finalmente, el vehículo apareció abandonado en el barrio porteño de Recoleta, en jurisdicción de la Comisaría N°17.

Cinco días después, los delincuentes interceptaron a un hombre y su pequeña hija, cuando salían de un restaurante de la localidad de La Lonja, y les sustrajeron una camioneta Audi Q5.

Finalmente, los delincuentes fueron apresados gracias al testimonio de un testigo de identidad reservada que declaró en la investigación por el robo a la sucursal del Banco Industrial de Tigre. Según sus dichos, la banda era liderada por Peñaflor, quien siempre “se valía de automóviles importados para llevar a cabo los ilícitos (…) mientras que usaban fusiles o ametralladoras en el marco de los mismos”.

Las pruebas colectadas durante la pesquisa permitieron establecer que Peñaflor lideraba la banda, en la que también participaba Mendoza, quien hizo ingresar a la organización a Dzikoski –quien oficiaba de chofer-, mientras que Olivera Acuña era quien rompía los ventanales de los bancos con una maza o martillo.

Procesamientos, suicidio y sobreseimiento
En octubre pasado, a pedido de los fiscales Basso y Marquevich, el juez federal Néstor Barral, dictó el procesamiento con prisión preventiva de Maximiliano Rodrigo Peñaflor y Juan Pablo Mendoza, como coautores de los delitos de secuestro extorsivo triplemente agravado por haber logrado el fin propuesto –cobro del rescate-, por la cantidad de intervinientes y por haber sido cometido con violencia o intimidación contra las personas mediante el empleo de un arma de fuego (cuatro hechos) en concurso real con el delito de secuestro extorsivo triplemente agravado por haber sido perpetrado en perjuicio de una persona menor de 18 años y otra mayor de setenta años, por la cantidad de intervinientes y por haber sido cometido con violencia o intimidación contra las personas mediante el empleo de un arma de fuego, en concurso ideal con el delito de robo agravado por el uso de armas de fuego y por haber sido cometido en poblado y en banda (seis hechos), en concurso ideal con el delito de privación ilegítima de la libertad a gravada por haber sido cometida con violencia o amenazas.

Dzikoski fue procesado con prisión preventiva como responsable de los delitos de secuestro extorsivo triplemente agravado por haber logrado el cobro del rescate, la cantidad de intervinientes y por su comisión con violencia o intimidación contra las personas mediante el uso de un arma de fuego (cuatro hechos), en concurso ideal con el delito de robo agravado por el uso de armas de fuego y por haber sido cometido en poblado y en banda, en concurso ideal con el delito de privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida con violencia o amenazas.

Asimismo, en relación a Olivera Acuña, el titular del Juzgado Federal N°3 de Morón declaró extinta la acción penal en su contra y dictó, en consecuencia, su sobreseimiento, dado que el imputado se quitó la vida el pasado 10 de junio, en oportunidad en que se encontraba detenido en la Unidad N°30 del Servicio Penitenciario Bonaerense, en la localidad de General Alvear..

A juicio
Los fiscales Basso y Marquevich consideraron que existían elementos probatorios suficientes para elevar la investigación a juicio. En tal sentido destacaron las particularidades de los sucesos cometidos por Peñaflor, Mendoza y Dzikoski: “la manera de interceptar a las víctimas activas, el modo de comunicar las exigencias a las víctimas pasivas, la corta duración de los hechos, la cantidad de personas que intervinieron en aquellos, el apoderarse de los vehículos de alta gama de las víctimas, el hecho de que todos los sucesos hayan ocurrido a plena luz del día, y que no le hayan sustraído los teléfonos celulares a los damnificados". Agregaron que "de los cinco hechos de secuestro aquí pesquisados, tres de ellos registraron lugares de liberación muy cercanos -dos en la localidad de Boulogne y uno en Villa Adelina-".

Por otra parte señalaron que en tres de los hechos “secuestraron a dos personas al mismo tiempo, lo que resulta una práctica no común en delitos como los pesquisados en autos, a excepción, claro está, que se cuente con una aceitada capacidad delictiva, ya sea por el número de personas intervinientes, por el poder ofensivo que representan las armas utilizadas, como así también por la experiencia en esta naturaleza de delitos que algunos de sus protagonistas transmiten al resto”.

También hicieron hincapié en el hecho de que hayan sido identificados por algunas de sus víctimas, en las ruedas de reconocimiento realizadas al efecto.