El titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción, Fernando Fiszer, le solicitó a la jueza Silvia Ramond, a cargo del Juzgado de Instrucción N°37, que eleve a juicio la investigación seguida contra un hombre acusado de intentar abusar sexualmente de su hijastra, cuando tenía 12 años, y de abusar de su pequeña nieta de, entonces, un año de edad. El acusado, de 45 años de edad, ya había sido condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal N°16, a la pena de 24 años de prisión por abusar sexualmente de sus hijas, cuando ambas eran menores de 18 años, una de las cuales quedó embarazada. Actualmente, se encuentra recluido en el Complejo Penitenciario Federal de Marcos Paz.
En este nuevo proceso, el hombre está acusado intentar abusar de su hijastra cuando ésta se encontraba en de vacaciones durante el receso escolar de julio de 2012. En uno de esos días, el acusado aprovechó que las medio hermanas de la chica no estaban en el lugar y, con la Biblia en la mano, le dijo que “tenía que acostarse con él para que todos fueran salvados y así iban a estar bien”. Así, el hombre llevó a la niña a una habitación lindera al living, la arrojó sobre una cama y le quitó la remera, mientras la chica se resistía hasta que finalmente pudo zafarse y llamar a una de sus media hermanas para que volviera a la casa. Al día siguiente, la chica volvió a la provincia de Chaco, sin decirle a sus hermanastras lo ocurrido.
El hombre también está acusado de abusar sexualmente de su nieta, de entonces un año de edad, en momentos que la chiquita había quedado a su guarda, durante las vacaciones de invierno del año 2014. El abuso ocurrió cuando la beba fue llevada a la casa del acusado, a pedido de una de las hijas. Sin embargo, cuando regresó al Chaco, la madre de la pequeña, quien también había sido abusada por el acusado, notó que lloraba cuando quería cambiarle el pañal.
Oportunamente, el fiscal Fiszer solicitó el procesamiento del acusado, pero la jueza lo sobreseyó, lo que motivó que el representante del Ministerio Público apelara la resolución. En ese sentido, la Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional revocó el sobreseimiento del hombre y decretó su procesamiento por abuso sexual en grado de tentativa agravado por la situación de guarda y aprovechando la convivencia prexistente, en perjuicio de su hijastra, y por el abuso sexual agravado por las mismas circunstancias de su pequeña nieta.
En base a las pruebas y testimonios colectados en la investigación, Fiszer consideró que el acusado debía ser sometido a juicio oral y público en virtud de los delitos que se le endilgan. En su presentación, el representante del Ministerio Público Fiscal consideró que “tratándose de hechos cometidos en perjuicio de mujeres, la prueba reunida debe ser valorada de conformidad con las consideraciones establecidas en el art. 16 inc. i) de la Ley 26.485 y en la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer ‘Convención De Belem do Pará’”. Asimismo, sostuvo que “teniendo en cuenta que ambas mujeres eran niñas (art.1 de la Convención de Derechos del Niño) cuando sucedieron estos hechos, no debe perderse de vista los lineamientos trazados por la Cámara Federal de Casación penal a la hora de valorar el testimonio de la víctima para fundar una condena por abuso sexual que tuvo por víctima a una niña”.