El fiscal federal Franco Picardi solicitó la elevación a juicio de la causa que tiene acusado a un hombre de participar en al menos dos secuestros extorsivos cometidos en la Capital Federal, cuyas víctimas fueron liberadas, en ambos casos, tras el pago de los respectivos rescates en cercanías de la bajada del Puente Alsina, del lado de la provincia de Buenos Aires.

El representante del Ministerio Público Fiscal le solicitó al Juzgado Federal N°7 que envíe a juicio oral al imputado, un hombre de 37 años de edad, en el marco de dos investigaciones referidas a hechos cometidos el 1°de abril pasado y en la madrugada del 6 de ese mismo mes. Ambos episodios tuvieron características similares: las víctimas fueron interceptadas en la Ciudad de Buenos Aires y los pagos y liberaciones realizadas en el conurbano bonaerense.

El primer hecho

El primero de los secuestros por el que el fiscal federal requirió la elevación a juicio comenzó cuando una pareja fue abordada en la calle Pedernera al 2900 de Villa Soldati, cerca de las 21, por varias personas armadas que se desplazaban en dos autos. En los llamados posteriores se le exigió a la familia el pago de cien mil pesos. El pago -de 50 mil pesos y dos teléfonos celulares- se concretó alrededor de las 23.35, en cercanías del Puente Alsina -del lado de la provincia-. Finalmente, la liberación se produjo cerca de las 00.30 -ya del 2 de abril- en la calle Liniers al 3300, en Valentín Alsina. Una de las víctimas tenía varias lesiones por los golpes que recibió durante el transcurso del secuestro.

“No me hagas calentar porque si no te lo entrego en huesitos”

Por otro lado, el otro hecho por el que Picardi pidió que el acusado sea juzgado ocurrió durante la madrugada del 6 de abril pasado, tan sólo cinco días después. En esta ocasión, la víctima fue interceptada en el barrio porteño de Flores cuando estaba en su auto, de alta gama. El fiscal reseñó que el hombre declaró que “se subió a su auto, bajó un poco la ventanilla, encendió el motor y al instante vio un montón de gente a su alrededor, y cuando se dio cuenta ya estaban dentro de su vehículo”. Vio, en total, entre ocho y diez hombres que se desplazaban en dos autos.

Al cabo de dos horas de circular, llegaron a una casa en la que lo mantuvieron cautivo hasta las 4 de la mañana. Cerca de las 2.50, su hermano -a quien contactó para que juntase el dinero- realizó el pago del rescate en el mismo lugar en que se produjo el del hecho anterior, es decir a la bajada del Puente Alsina. En este segundo suceso se entregaron 7 mil dólares y 21 mil pesos, además de diversos objetos de valor. La víctima fue liberada en Ingeniero Budge, en el partido de Lomas de Zamora.

Los captores golpearon al hombre mientras el hombre estuvo cautivo, lo que le provocó un corte de 4 centímetros en su cuero cabelludo, entre otras lesiones. “No me hagas calentar porque si no te lo entrego en huesitos”, amenazaron por teléfono al hermano de la víctima para que consiga el dinero. Como éste se había puesto en contacto con la Comisaría 50ª, el pago fue monitoreado: entre las pertenencias entregadas había un reloj pulsera facilitado por la Policía Federal, que proporcionó informaciones de geo posicionamiento y un micrófono interno que reprodujo el sonido ambiente, lo que permitió incorporar elementos de prueba a la pesquisa.

No obstante ello, el imputado fue detenido en el marco de una tercera causa, también por un secuestro extorsivo del 14 de abril. Al momento de ser aprehendido llevaba consigo el celular que le robaron a una de las víctimas del segundo hecho. En el aparato se hallaron, además, fotografías de los autos sustraídos en el segundo y tercer hecho.

Calificación legal

Picardi consideró en ambos casos que la conducta atribuida a Aguirre encuentra adecuación típica en los delitos de secuestro extorsivo calificado porque los autores lograron su propósito, por la intervención de tres o más personas y por la utilización de armas de fuego, en concurso ideal con robo con armas, por los que deberá responder en calidad de autor.